L D (EFE) El Parlamento vasco ha recibido este martes por la mañana el último auto del Tribunal Supremo, en el que se detallan los pasos a seguir por el presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, para proceder a la disolución efectiva del grupo de Socialistas Abertzales, antes Batasuna. Entre las medidas a tomar, según el auto, se ordena el embargo de las cuentas corrientes y la retirada de medios materiales a disposición del grupo proetarra. Sin embargo, a pesar de que poco después de llegar el auto estaba prevista una reunión de la Mesa del Parlamento, el análisis del texto se ha retrasado, a propuesta de Atutxa, hasta el próximo lunes.
El vicepresidente de la Mesa, Carmelo Barrio, del Partido Popular, defendió que el análisis del auto se hiciera de forma urgente, sin posponerlo hasta la próxima semana, aunque tampoco se opuso a la fecha propuesta por Atutxa. Por su parte, el secretario segundo de la Mesa, el socialista Manuel Huertas, expresó su conformidad con el retraso "para que los afectados tengan tiempo de leerlo y consultarlo". Según Huertas, Atutxa les había trasladado en la reunión de la Mesa que todavía "no había abierto el sobre". El diputado socialista también dijo que es "comprensible" el aplazamiento, ya que este miércoles hay pleno y el jueves y el viernes un miembro de la Mesa, Gorka Knorr, está fuera, por lo que no cree que haya "intención de demora" en la decisión.
Por otra parte, tras la reunión de la Mesa, Izquierda Unida ha presentado en el registro de la Cámara un escrito para posponer una de sus iniciativas, en la que planteaban la interposición de un conflicto de jurisdicción contra el Supremo por el auto de disolución de la antigua Batasuna, iniciativa que estaba incluida en la sesión de este miércoles. Esta propuesta, a la que no se habían adherido (al menos públicamente) sus socios en el Gobierno Vasco, PNV y EA, fue defendida por los representantes de IU como la más adecuada, pero explicaron que posponen su debate a otro momento dada la situación actual.
Sobre las otras posibilidades que están barajando los miembros del tripartito para "responder" al auto del Tribunal Supremo, como la convocatoria de movilizaciones ciudadanas o la convocatoria de un pleno extraordinario del Parlamento, el parlamentario Oscar Matute, de Izquierda Unida, reconoció que "son propuestas que cada organización política tiene que valorar", aunque advirtió de que "este es un proceso que se va a prolongar en el tiempo".
Mientras se paga a Batasuna
Desde ahora hasta el lunes la Cámara deberá dar otro paso en el cumplimiento de la orden del Supremo, ya que tendrá que decidir en los próximos días si abona las subvenciones al grupo, prohibidas por el Supremo. Este martes el Parlamento Vasco pagó las nóminas de todos los parlamentarios, incluidos los seis de Sozialista Abertzaleak, salarios que no están afectados por la orden de embargo de las subvenciones dictada por el Tribunal Supremo.
En los próximos días debería procederse al pago a los grupos, para lo cual se necesita la firma del presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa. Las cantidades afectadas por la orden del Supremo son de treinta mil euros mensuales, ya que Sozialista Abertzaleak recibe 15.000 euros mensuales de subvención por escaño (2.500 por cada uno de sus seis escaños), y también cobra otros 15.000 euros mensuales, por las subvenciones que el Parlamento Vasco asigna a cada grupo parlamentario.
El vicepresidente de la Mesa, Carmelo Barrio, del Partido Popular, defendió que el análisis del auto se hiciera de forma urgente, sin posponerlo hasta la próxima semana, aunque tampoco se opuso a la fecha propuesta por Atutxa. Por su parte, el secretario segundo de la Mesa, el socialista Manuel Huertas, expresó su conformidad con el retraso "para que los afectados tengan tiempo de leerlo y consultarlo". Según Huertas, Atutxa les había trasladado en la reunión de la Mesa que todavía "no había abierto el sobre". El diputado socialista también dijo que es "comprensible" el aplazamiento, ya que este miércoles hay pleno y el jueves y el viernes un miembro de la Mesa, Gorka Knorr, está fuera, por lo que no cree que haya "intención de demora" en la decisión.
Por otra parte, tras la reunión de la Mesa, Izquierda Unida ha presentado en el registro de la Cámara un escrito para posponer una de sus iniciativas, en la que planteaban la interposición de un conflicto de jurisdicción contra el Supremo por el auto de disolución de la antigua Batasuna, iniciativa que estaba incluida en la sesión de este miércoles. Esta propuesta, a la que no se habían adherido (al menos públicamente) sus socios en el Gobierno Vasco, PNV y EA, fue defendida por los representantes de IU como la más adecuada, pero explicaron que posponen su debate a otro momento dada la situación actual.
Sobre las otras posibilidades que están barajando los miembros del tripartito para "responder" al auto del Tribunal Supremo, como la convocatoria de movilizaciones ciudadanas o la convocatoria de un pleno extraordinario del Parlamento, el parlamentario Oscar Matute, de Izquierda Unida, reconoció que "son propuestas que cada organización política tiene que valorar", aunque advirtió de que "este es un proceso que se va a prolongar en el tiempo".
Mientras se paga a Batasuna
Desde ahora hasta el lunes la Cámara deberá dar otro paso en el cumplimiento de la orden del Supremo, ya que tendrá que decidir en los próximos días si abona las subvenciones al grupo, prohibidas por el Supremo. Este martes el Parlamento Vasco pagó las nóminas de todos los parlamentarios, incluidos los seis de Sozialista Abertzaleak, salarios que no están afectados por la orden de embargo de las subvenciones dictada por el Tribunal Supremo.
En los próximos días debería procederse al pago a los grupos, para lo cual se necesita la firma del presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa. Las cantidades afectadas por la orden del Supremo son de treinta mil euros mensuales, ya que Sozialista Abertzaleak recibe 15.000 euros mensuales de subvención por escaño (2.500 por cada uno de sus seis escaños), y también cobra otros 15.000 euros mensuales, por las subvenciones que el Parlamento Vasco asigna a cada grupo parlamentario.