L D (EFE) Dos días después de que El Mundo acusara a Gallardón de conocer de antemano los planes de Tamayo y Sáez por boca de una de sus concejales, novia del abogado Verdes, el diario recoge las explicaciones del alcalde de Madrid, que insiste en desmentir esa información. Sí que admite que un diputado socialista había trasladado al PP, y concretamente al ex consejero de Trabajo, Luis Peral, el malestar que había en el seno de la FSM. Aznar habló de “lucha de sectas y clanes”, este socialista lo llamó, según Gallardón, “fuerte inquietud, protesta y malestar interno y de un actitud de confrontación y separación por parte de algunos diputados, y en concreto Tamayo”.
Fue así como el alcalde, a través de Peral, supo que los socialistas “se esperaban cualquier cosa” del diputado rebelde. “Incluso alguna manifestación de protesta. Me costaba mucho creer que estas diferencias pudiesen llegar hasta el extremo de no votar o no presentarse en la investidura”, señala Gallardón. Pese a esto, Gallardón matiza que no supo que Tamayo y Sáez se ausentarían del Parlamento en el momento de la votación hasta que vio que no asistían. Un hecho que el alcalde califica de “transfuguismo puro y duro por parte de dos diputados que merecen todo el reproche. Yo lo condeno siempre, lo haga uno del PP —recuerdo el caso Piñeiro— o dos diputados del PSOE”.
Ruth Porta reta a Gallardón
Porta, derecha de Simancas, no acepta la versión de Gallardón, habla de “supuesto diputado socialista” y reta al acalde a hacer público el nombre de su “informador”. También quiere que, una vez identificado éste, el ex consejero Luis Peral se someta a un careo “ante las cámaras”. Gallardón no ha hecho comentarios.
Su silencio, tras los continuos ataques que el PP ha recibido desde que estalló la crisis en la Asamblea, lo rompía en su entrevista a El Mundo: “Desde la más enérgica de las condenas, lo que es evidente es que el Partido Socialista no puede pretender que un problema grave, que se ha producido dentro de su grupo, sea presentado como si fuera corresponsabilidad de otros”. También sostiene que “no se puede entrar en el capítulo de las condenas por sospecha”, en relación con la lista de llamadas telefónicas y contactos de Tamayo y Sáez y personas de su entorno con militantes del PP publicadas en la prensa.
Sobre su ausencia las dos veces que intervino Eduardo Tamayo como portavoz del grupo mixto en el debate de investidura, Gallardón explica que quería expresar su “profundo desacuerdo con todo lo que pueda suponer transfuguismo”. Fue el único miembro del PP que abandonó el salón de plenos. PSOE e IU también se negaron a presenciar el discurso de Tamayo.
Fue así como el alcalde, a través de Peral, supo que los socialistas “se esperaban cualquier cosa” del diputado rebelde. “Incluso alguna manifestación de protesta. Me costaba mucho creer que estas diferencias pudiesen llegar hasta el extremo de no votar o no presentarse en la investidura”, señala Gallardón. Pese a esto, Gallardón matiza que no supo que Tamayo y Sáez se ausentarían del Parlamento en el momento de la votación hasta que vio que no asistían. Un hecho que el alcalde califica de “transfuguismo puro y duro por parte de dos diputados que merecen todo el reproche. Yo lo condeno siempre, lo haga uno del PP —recuerdo el caso Piñeiro— o dos diputados del PSOE”.
Ruth Porta reta a Gallardón
Porta, derecha de Simancas, no acepta la versión de Gallardón, habla de “supuesto diputado socialista” y reta al acalde a hacer público el nombre de su “informador”. También quiere que, una vez identificado éste, el ex consejero Luis Peral se someta a un careo “ante las cámaras”. Gallardón no ha hecho comentarios.
Su silencio, tras los continuos ataques que el PP ha recibido desde que estalló la crisis en la Asamblea, lo rompía en su entrevista a El Mundo: “Desde la más enérgica de las condenas, lo que es evidente es que el Partido Socialista no puede pretender que un problema grave, que se ha producido dentro de su grupo, sea presentado como si fuera corresponsabilidad de otros”. También sostiene que “no se puede entrar en el capítulo de las condenas por sospecha”, en relación con la lista de llamadas telefónicas y contactos de Tamayo y Sáez y personas de su entorno con militantes del PP publicadas en la prensa.
Sobre su ausencia las dos veces que intervino Eduardo Tamayo como portavoz del grupo mixto en el debate de investidura, Gallardón explica que quería expresar su “profundo desacuerdo con todo lo que pueda suponer transfuguismo”. Fue el único miembro del PP que abandonó el salón de plenos. PSOE e IU también se negaron a presenciar el discurso de Tamayo.