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Serena Williams derrota a su hermana Venus en la final femenina de Wimbledon

La estadounidense Serena Williams, número uno del mundo, defendió con éxito su condición de campeona de Wimbledon al vencer este año también a su hermana Venus en la final, por 4-6, 6-4 y 6-2. Serena ganó el partido en dos horas y tres minutos, para anotarse su quinto título del Grand Slam, y convertirse en la octava jugadora en la historia que defiende el título de Wimbledon con éxito.

L D (EFE) "Venus es una gran campeona y ha sido de toda la vida una gran inspiración para mi", señaló Serena. "Siempre saca a relucir su mejor tenis en los grandes", añadió, "y aunque sabía que estaba lesionada procuré estar pendiente únicamente de la bola". Serena se impuso en el duodécimo duelo entre ambas, sexto en una final del Grand Slam, y curiosamente el primero de todos ellos en el que la que ganó el primer set no terminó alzándose con la victoria. Su triunfo llevó consigo un cheque por 749.000 euros.

La presencia de Venus en la final estuvo pendiente de un hilo. La dos veces ganadora de Wimbledon no se entrenó el día antes precisamente para prevenir males mayores, y saltó a la pista con muchas dudas, con una muslera en su pierna izquierda, y únicamente para no defraudar a los espectadores. "He salido, por el público, por los aficionados", dijo Venus ante un gran aplauso.

Como sucedió en la final de Roland Garros del año pasado, la mayor de las Williams vio reducido su papel al de fotógrafo. Inmediatamente después de terminar el partido sacó de su bolsa una pequeña cámara de fotos y pidió a varios miembros del club que la fotografiasen con la bandeja de subcampeona y junto a su hermana.

La lesión de abdominales de Venus marcó la final de esta edición, pero ha sido una constante este año. También durante el torneo de Varsovia, la mayor de las Williams tuvo que retirarse ante la francesa Amelie Mauresmo por la misma circunstancia. Esta lesión la dejó sin recursos, pero ya durante todo el torneo ha tenido este problema que le ha ocasionado 24 dobles faltas hasta llegar a la final y ocho en el último partido.

No obstante, su arranque fue espectacular al colocarse con ventaja de 3-0 en el primer set, ganar 11 puntos seguidos, y tener cuatro oportunidades de colocarse 4-0 y luego 4-1. Parecía imposible que aunque la cara de Venus reflejaba un constante dolor, su cuerpo respondiese con increíble potencia. Venus se anotó la primera manga en 43 minutos, rompiendo a su hermana en el décimo juego, pero a partir de ahí sus registros con el servicio fueron disminuyendo paulatinamente y de forma estrepitosa, para acabar con una mediocre velocidad media de 166 kilómetros por hora.

La dos veces ganadora no disponía de una de sus mejores armas, y así las dobles faltas se acumulaban. Ya en el segundo set perdió su servicio en tres ocasiones, y la manga en 43 minutos. Tras ceder su saque de entrada en el tercer set, con dos dobles faltas, Venus tuvo que retirarse a los vestuarios para ser vendada de nuevo, como le sucedió en su partido de semifinales contra la belga Kim Clijsters. Por un momento, el temor a que no volviese envolvió la pista central. Nunca en la historia del torneo se ha retirado una mujer en la final.

Pero al regresar a la pista su cara reflejaba todavía el dolor. "No puedo, no puedo", repetía constantemente. En el séptimo juego, de nuevo cometió otras dos dobles faltas. Sin esa oposición, Serena tuvo poco trabajo para rematar a su hermana, a la segunda oportunidad. Luego, no hubo demasiada celebración, el título se lo habían dejado en bandeja.

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