L D (Agencias) El portavoz del Gobierno, Bela Anda, anunció que "el canciller, Gerhard Schroeder, no quiere dejar más tiempo en la incertidumbre a su familia sobre el poco tiempo que pasan juntos de vacaciones. Por consiguiente, la familia pasará sus vacaciones en su casa en Hanover". Schroeder había escogido Italia –la Toscana y la costa Amalfitana– para sus vacaciones estivales de los últimos años y tenía previsto este año veranear en la ciudad costera de Pesaro. Sin embargo, el canciller amenazó el pasado lunes con anular sus vacaciones previstas en Italia a partir del próximo 18 de julio si Roma no tomaba medidas por las declaraciones de Stefani. El subsecretario de Estado italiano calificó a los turistas alemanes de "rubios supernacionalistas que se lanzan ruidosamente a nuestras playas", además de "arrogantes" y "maleducados". Anualmente, visitan Italia más de cuatro millones de turistas alemanes. Stefani matizó después que sólo se refería a algunos alemanes.
Estas declaraciones se produjeron pocos días después de la crisis desatada por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que ofreció un papel de “capo” nazi en un campo de concentración en una película que se rueda en Italia al eurodiputado alemán Martin Schulz. Berlusconi mostró su pesar por la malinterpretación de sus declaraciones al presidente del Parlamento europeo, Pat Cox, y al canciller Schroeder. Desde las declaraciones de Stefano Stefani, las autoridades italianas se han volcado con el canciller alemán para que mantuviese su plan de veranear en la ciudad adriática de Pesaro. El ministro de Exteriores, Franco Frattini, declaró que "los miles y miles de alemanes que siempre han venido y seguirán viniendo a Italia son nuestros huéspedes, como lo somos nosotros cuando vamos a Alemania". Los presidentes de diversas regiones italianas expresaron su solidaridad con el canciller alemán y el alcalde de Pesaro no sólo le ofreció sus disculpas, sino que pidió la dimisión del subsecretario Stefani.
Antes de conocer esta decisión y en previsión de que el canciller alemán cambiara su destino vacacional, los hoteleros de Palma de Mallorca le ofrecieron pasar sus días de asueto en la isla. La Asociación de Hoteleros de la Playa de Palma envió una carta al embajador alemán en España, Georg Boomgaarden, en la que pedía que trasladara la invitación al canciller y al resto de ciudadanos alemanes, a los que expresa su gratitud por "venir, haber venido y seguir viniendo" a Mallorca. La carta recuerda que la isla es desde hace mucho tiempo "refugio de vacaciones de más de tres millones de alemanes anualmente", muchos de los cuales se han convertido en residentes habituales de Mallorca.
Estas declaraciones se produjeron pocos días después de la crisis desatada por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que ofreció un papel de “capo” nazi en un campo de concentración en una película que se rueda en Italia al eurodiputado alemán Martin Schulz. Berlusconi mostró su pesar por la malinterpretación de sus declaraciones al presidente del Parlamento europeo, Pat Cox, y al canciller Schroeder. Desde las declaraciones de Stefano Stefani, las autoridades italianas se han volcado con el canciller alemán para que mantuviese su plan de veranear en la ciudad adriática de Pesaro. El ministro de Exteriores, Franco Frattini, declaró que "los miles y miles de alemanes que siempre han venido y seguirán viniendo a Italia son nuestros huéspedes, como lo somos nosotros cuando vamos a Alemania". Los presidentes de diversas regiones italianas expresaron su solidaridad con el canciller alemán y el alcalde de Pesaro no sólo le ofreció sus disculpas, sino que pidió la dimisión del subsecretario Stefani.
Antes de conocer esta decisión y en previsión de que el canciller alemán cambiara su destino vacacional, los hoteleros de Palma de Mallorca le ofrecieron pasar sus días de asueto en la isla. La Asociación de Hoteleros de la Playa de Palma envió una carta al embajador alemán en España, Georg Boomgaarden, en la que pedía que trasladara la invitación al canciller y al resto de ciudadanos alemanes, a los que expresa su gratitud por "venir, haber venido y seguir viniendo" a Mallorca. La carta recuerda que la isla es desde hace mucho tiempo "refugio de vacaciones de más de tres millones de alemanes anualmente", muchos de los cuales se han convertido en residentes habituales de Mallorca.