L D (EFE) Los dos etarras han sido detenidos en la localidad navarra de Berriozar dentro de una operación antiterrorista en la que se ha practicado el registro del domicilio que ocupaban. El ministro del Interior explicó que fueron detenidos a las tres de la madrugada de este martes por parte de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que se han incautado en la vivienda y en un trastero anexo de un subfusil, un fusil de asalto de la marca Cetme, una escopeta del calibre 12, tres pistolas automáticas con varios cargadores, unos 150 kilos de explosivos, temporizadores, telemandos, detonadores y numerosa munición, así como documentación falsa y de otro tipo que está siendo analizada por la Policía.
Los dos detenidos, dijo Acebes, son "el núcleo esencial y los máximos responsables" del "comando Navarra". Por este motivo, el ministro destacó la "magnitud" de los arrestos, que se han producido tras una investigación "intensa y profunda" por parte de la Policía. Con los 150 kilos de explosivos, los etarras tenían material para "cometer muchos atentados en el futuro" y 30 de ellos estaban "ya montados" para ser instalados en un coche-bomba o en una olla (se han hallado varios recipientes de este tipo) y atentar de forma "inminente".
Tanto Aguinaga como Segurola, quienes están siendo trasladados a Madrid para tomarles declaración y posteriormente pasar a disposición judicial, tienen reclamaciones judiciales. El primero había sido detenido en tres ocasiones por su relación con el terrorismo urbano y el segundo, que ha sido arrestado en dos ocasiones, tenía pendiente una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión por colaboración con banda armada.
Los arrestados pueden estar relacionados con los últimos atentados registrados en Navarra, entre los que se encuentran la colocación de una bomba el pasado sábado en un hotel de Pamplona y el asesinato de dos agentes destinados en la oficina de expedición del DNI el pasado 30 de mayo en la localidad de Sangüesa.
ETA quiso dejar su huella en los sanfermines
Sólo en el último año y medio se han producido en Navarra siete
atentados en los que tres policías han sido asesinados y doce personas han resultado heridas. El 23 de mayo del pasado año, la explosión de un coche bomba en las proximidades del Edificio Central de la Universidad de Navarra causó heridas a un policía y dos civiles. El 24 de septiembre, una bomba oculta tras una pancarta de ETA colocada en las cercanías de la localidad de Leiza ocasionó la muerte del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro Montes y dejó heridos a otros tres agentes de este cuerpo. La Guardia Civil sufrió un nuevo atentado el 12 de octubre de 2002 al ser atacado con granadas el cuartel de Urdax.
El 29 de septiembre fueron colocadas dos bombas de escasa potencia en sendas empresas de las localidades de Azagra y Arguedas, aunque la existencia de esta última no se descubrió hasta el 11 de abril pasado. El 30 de mayo de este año, una bomba lapa colocada bajo el vehículo utilizado por un equipo de expedición del DNI de la Policía Nacional causó la muerte de los agentes Bonifacio Martín y Julián Embid y dejó gravemente herido a otro agente. Además, otros cinco vecinos de la localidad de Sangüesa, donde tuvo lugar el atentado, resultaron heridos.
La última acción terrorista se produjo el pasado sábado, día 12, en plenos sanfermines , cuando ETA colocó una bomba en los servicios del Hotel Maisonnave, de Pamplona. El artefacto no estalló, pese a que una empleada de la limpieza lo trasladó hasta el sótano ignorando que se trataba de una bomba. Posteriormente, la policía pudo desactivar el explosivo.
Los dos detenidos, dijo Acebes, son "el núcleo esencial y los máximos responsables" del "comando Navarra". Por este motivo, el ministro destacó la "magnitud" de los arrestos, que se han producido tras una investigación "intensa y profunda" por parte de la Policía. Con los 150 kilos de explosivos, los etarras tenían material para "cometer muchos atentados en el futuro" y 30 de ellos estaban "ya montados" para ser instalados en un coche-bomba o en una olla (se han hallado varios recipientes de este tipo) y atentar de forma "inminente".
Tanto Aguinaga como Segurola, quienes están siendo trasladados a Madrid para tomarles declaración y posteriormente pasar a disposición judicial, tienen reclamaciones judiciales. El primero había sido detenido en tres ocasiones por su relación con el terrorismo urbano y el segundo, que ha sido arrestado en dos ocasiones, tenía pendiente una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión por colaboración con banda armada.
Los arrestados pueden estar relacionados con los últimos atentados registrados en Navarra, entre los que se encuentran la colocación de una bomba el pasado sábado en un hotel de Pamplona y el asesinato de dos agentes destinados en la oficina de expedición del DNI el pasado 30 de mayo en la localidad de Sangüesa.
ETA quiso dejar su huella en los sanfermines
Sólo en el último año y medio se han producido en Navarra siete
atentados en los que tres policías han sido asesinados y doce personas han resultado heridas. El 23 de mayo del pasado año, la explosión de un coche bomba en las proximidades del Edificio Central de la Universidad de Navarra causó heridas a un policía y dos civiles. El 24 de septiembre, una bomba oculta tras una pancarta de ETA colocada en las cercanías de la localidad de Leiza ocasionó la muerte del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro Montes y dejó heridos a otros tres agentes de este cuerpo. La Guardia Civil sufrió un nuevo atentado el 12 de octubre de 2002 al ser atacado con granadas el cuartel de Urdax.
El 29 de septiembre fueron colocadas dos bombas de escasa potencia en sendas empresas de las localidades de Azagra y Arguedas, aunque la existencia de esta última no se descubrió hasta el 11 de abril pasado. El 30 de mayo de este año, una bomba lapa colocada bajo el vehículo utilizado por un equipo de expedición del DNI de la Policía Nacional causó la muerte de los agentes Bonifacio Martín y Julián Embid y dejó gravemente herido a otro agente. Además, otros cinco vecinos de la localidad de Sangüesa, donde tuvo lugar el atentado, resultaron heridos.
La última acción terrorista se produjo el pasado sábado, día 12, en plenos sanfermines , cuando ETA colocó una bomba en los servicios del Hotel Maisonnave, de Pamplona. El artefacto no estalló, pese a que una empleada de la limpieza lo trasladó hasta el sótano ignorando que se trataba de una bomba. Posteriormente, la policía pudo desactivar el explosivo.