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El Ecofin acepta por "consenso" el candidato impuesto por Alemania y Francia para presidir el BCE

El Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) ha aprobado por consenso el candidato impuesto por Francia y Alemania para presidir el BCE. Así, el sustituto de Wim Duisenberg será el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, a partir del próximo uno de noviembre.

L D (EFE) Esta "recomendación" irá al Consejo Europeo que se celebrará el próximo mes de octubre en Bruselas para que ratifique la designación de Trichet, que sustituirá así al holandés Wim Duisenberg. Pero antes, deberá pasar por un proceso de consultas en el Parlamento Europeo y ser aprobado por el Consejo de Gobierno del BCE.

Tras la recomendación del Ecofín, Trichet deberá comparecer ante el Comité Económico y Monetario del Parlamento Europeo, probablemente a mediados de septiembre, que tendrá que dar el visto bueno y enviar la decisión al pleno parlamentario para su aprobación. Una vez pasado el trámite en el Parlamento, cuya opinión es necesaria pero no vinculante, la candidatura de Trichet irá al Consejo de Gobierno del BCE, que deberá dar su respaldo. Finalmente serán los jefes de Estado o de Gobierno de los países de la zona euro los que ratifiquen la designación de Trichet, en sustitución de Wim Duisenberg, en el próximo Consejo Europeo, que se celebrará los días 16 y 17 de octubre en Bruselas.

Con la entrada de Trichet, que tendrá un mandato de ocho años, se cumple el pacto verbal y excluyente alcanzado en mayo de 1998 entre Francia y Alemania para que un francés sustituyera al primer presidente del BCE. El nombramiento de Trichet, a quien desde un primer momento se consideró el candidato más idóneo para sustituir a Duisenberg, se podrá realizar después de que el 18 de junio la Justicia francesa le absolviera de su supuesta responsabilidad en el caso sobre la falsificación de las cuentas de Crédit Lyonnais a comienzos de la década de los 90. Los problemas judiciales de Trichet obligaron a Duisenberg, a petición de los ministros europeos de Finanza, a aceptar un retraso en su salida del BCE, prevista inicialmente para el 9 de julio. De esta forma se ha dado tiempo a que se resolvieran los problemas de Trichet.

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