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Aznar empieza a advertir que el separatismo catalán también es un problema para la unidad de España

Parece que el presidente del Gobierno entra en el análisis del nacionalismo catalán aunque sea por “sorpresa”. Hasta ahora, salvo Oreja, el PP sólo reconocía un desafío a la unidad de España en la política de Ibarretxe. Pero lo que defiende Maragall y avala en público Zapatero es un calco. Aznar abre una nueva vía y así se lo hace saber al PSOE al que acusa de "reinventar la Corona de Aragón y sumar a ella los territorios del sur de Francia".

L D (Agencias) El presidente del Gobierno, José María Aznar, confiesa estar sorprendido por el hecho de que "las grandes propuestas de futuro" del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pasen por reinventar la Corona de Aragón al avalar la reforma del Estatuto de Cataluña propuesta por Pasqual Maragall.

En la conferencia de prensa conjunta que ofreció con el presidente de Brasil, Aznar, preguntado por los informadores, se refirió a esa propuesta de Maragall y se detuvo especialmente en algunos de sus párrafos. Recordó que el texto plantea "una estrategia diferente para Cataluña compartida con las antiguas comunidades y regiones de la antigua Corona de Aragón y las del sur de Francia".

El presidente del Gobierno recordó también que esa propuesta del líder del PSC plantea otra manera de relacionarse con España y que el secretario general del PSOE avala esta iniciativa. Manifestó –también en clave de inexplicable sorpresa– que los planes de Maragall se parezcan tanto a los del separatismo vasco que supera las fronteras: "Me sorprende extraordinariamente que, ahora, las grandes propuestas de futuro sean no sólo reinventar la Corona de Aragón, sino sumar a ella los territorios del sur de Francia y presentarla como una nueva forma de relacionarse con España, como si fuese algo distinto de la Historia española".

Para Aznar, si esto se planeta así, no le extrañaría que "el camino de esta carrera" que no sabe "a donde la quieren llevar algunos pero que no lleva a ninguna parte, se incremente en los próximos tiempos". Frente a ello, insistió en que él seguirá defendiendo "la estabilidad, la sensatez, el mantenimiento de un modelo que ha tenido éxito y que es apreciado en todo el mundo".

Zapatero y Maragall, más unidos

En una intervención en los cursos de verano de las Juventudes Socialistas, Zapatero ha querido contestar al presidente: "Hoy Aznar se ha referido a Maragall. No sé si es que hace mucho calor o que tiene un profundo desconocimiento de la historia y lo que representa el PSOE". Defiende que su idea de España "no es un debate sobre territorios", sino sobre "la calidad de vida de los españoles y la igualdad de sus derechos".

Y Maragall, hace las cuentas y dice que el Parlamento autonómico procederá a la reforma del Estatuto en la próxima legislatura y que el nuevo texto será avalado por un futuro gobierno del PSOE. Todo ello, aunque lo da por hecho, si él gana en Cataluña y Zapatero en las generales. Según Maragall "el PP sabe que España está a punto de cambiar y esta es su principal preocupación y el presidente del Gobierno sabe también que este cambio empezará a producirse desde Cataluña". Para el líder socialista catalán "se confirma la hipótesis que hemos mantenido hasta ahora y que sitúan al PSC como centro de los ataques y descalificaciones de CiU y del PP".

Maragall, otra letra firmada por Zapatero en el 35 Congreso

Zapatero concede todo su apoyo a los postulados nacionalistas de Maragall para reformar el Estatuto de Cataluña. El socialista catalán parece haber convencido a su jefe de que su idea se enmarca en la Constitución pese a que contempla una asunción casi total de competencias y se parece mucho a los postulados de Ibarretxe. Maragall trata de camuflar los efectos de su plan ante los empresarios –no en vano, en el País Vasco ya se está notando el miedo empresarial a la independencia– asegurando que su idea está muy alejada de las “aventuras soberanistas” del PNV. Además ya utiliza a Zapatero como aval, poniendo encima de la mesa que el secretario general socialista suscribe la reforma estatutaria tal y como él la tiene prevista. Lo cierto es que no miente. Zapatero ha confirmado que no hay matices. Como tantas veces se ha denunciado, el apoyo de Maragall a Zapatero para llegar a la Secretaría General se ha convertido hace tiempo en una deuda que ya está siendo saldada y que encuentra su mejor momento en la campaña de las próximas elecciones catalanas.

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