L D (EFE) El portavoz de la Policía, el superintendente David Purnell, dijo que el cadáver del doctor Kelly presentaba cortes en las venas de su muñeca izquierda y que al lado de su cuerpo fue encontrado un cuchillo y un tubo de un analgésico llamado "Co-Proxamol". La declaración de Purnell, hecha cerca de la casa del doctor Kelly, en el oeste de Londres, no entró a valorar si la muerte del científico fue o no un suicidio. Sin embargo, el policía dijo que, "si bien la investigación continúa, no hay indicación alguna, de momento, de que haya habido intervención de nadie" en esta muerte.
Mientras tanto, el primer ministro británico, Tony Blair, ha evitado responder en Tokio a si está dispuesto a dimitir por las extrañas circunstancias que rodean la muerte del asesor del Ministerio de Defensa. En una tensa rueda de prensa conjunta posterior a su reunión con el primer ministro Junichiro Koizumi, Blair se ciñó a sus primeras declaraciones efectuadas por la mañana ante las hirientes preguntas de periodistas británicos en busca de una explicación oficial. Como muestra, uno de los periodistas llegó a preguntar a Blair si “tenía las manos manchadas de sangre”. Blair había pedido a los políticos y la prensa que guardaran la "compostura" y mostraran "respeto" mientras se lleva a cabo la investigación sobre la muerte de Blair.
Ante las reiteradas preguntas sobre su disposición a dimitir, Blair evitó dar una respuesta clara e insistió en la necesidad de esperar a conocer el resultado de una investigación independiente que aclare las circunstancias que rodean el aparente suicidio del científico y asesor de Defensa. Horas antes, el gobernante británico y principal aliado del presidente estadounidense, George W. Bush, en la campaña que derribó el régimen tiránico de Sadam Husein, hizo público su sentir por la muerte de Kelly a través de un comunicado previo a un seminario con responsables empresariales japoneses, a quienes animó a invertir más en su país. "Es una terrible tragedia", dijo sobre la muerte de Kelly, cuyo cadáver fue encontrado el viernes cerca de su casa, y se comprometió a abrir una investigación independiente que sirva para esclarecer las causas del fallecimiento del asesor.
Se cree que Kelly era una de las personas claves que podían haber filtrado a la televisión pública británica BBC el hecho, posteriormente desmentido, de que el Gobierno de Blair exageró los peligros del régimen de Sadam Husein al objeto de justificar la guerra en Irak. Su extraña muerte ha abierto la crisis más profunda en los seis años del Ejecutivo. El mandatario británico aseguró que la gira asiática y que le llevará en los próximos días a Corea del Sur, China y Hong Kong, se mantendrá pese a las presiones que está recibiendo para que la suspenda y regrese a Londres con objeto de hacer frente a este escándalo. Blair mostró su esperanza de que se puedan dejar a un lado las suspicacias y acusaciones.
Mientras tanto, el primer ministro británico, Tony Blair, ha evitado responder en Tokio a si está dispuesto a dimitir por las extrañas circunstancias que rodean la muerte del asesor del Ministerio de Defensa. En una tensa rueda de prensa conjunta posterior a su reunión con el primer ministro Junichiro Koizumi, Blair se ciñó a sus primeras declaraciones efectuadas por la mañana ante las hirientes preguntas de periodistas británicos en busca de una explicación oficial. Como muestra, uno de los periodistas llegó a preguntar a Blair si “tenía las manos manchadas de sangre”. Blair había pedido a los políticos y la prensa que guardaran la "compostura" y mostraran "respeto" mientras se lleva a cabo la investigación sobre la muerte de Blair.
Ante las reiteradas preguntas sobre su disposición a dimitir, Blair evitó dar una respuesta clara e insistió en la necesidad de esperar a conocer el resultado de una investigación independiente que aclare las circunstancias que rodean el aparente suicidio del científico y asesor de Defensa. Horas antes, el gobernante británico y principal aliado del presidente estadounidense, George W. Bush, en la campaña que derribó el régimen tiránico de Sadam Husein, hizo público su sentir por la muerte de Kelly a través de un comunicado previo a un seminario con responsables empresariales japoneses, a quienes animó a invertir más en su país. "Es una terrible tragedia", dijo sobre la muerte de Kelly, cuyo cadáver fue encontrado el viernes cerca de su casa, y se comprometió a abrir una investigación independiente que sirva para esclarecer las causas del fallecimiento del asesor.
Se cree que Kelly era una de las personas claves que podían haber filtrado a la televisión pública británica BBC el hecho, posteriormente desmentido, de que el Gobierno de Blair exageró los peligros del régimen de Sadam Husein al objeto de justificar la guerra en Irak. Su extraña muerte ha abierto la crisis más profunda en los seis años del Ejecutivo. El mandatario británico aseguró que la gira asiática y que le llevará en los próximos días a Corea del Sur, China y Hong Kong, se mantendrá pese a las presiones que está recibiendo para que la suspenda y regrese a Londres con objeto de hacer frente a este escándalo. Blair mostró su esperanza de que se puedan dejar a un lado las suspicacias y acusaciones.