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Oreja destaca las amenazas de Arzalluz a España y el papel del PSOE en la ofensiva nacionalista

El líder del PNV, esta vez desde las páginas de “El País”, volvió a lanzar el plan Ibarretxe en forma de ultimátum: o se acepta o vendrá la independencia por la vía directa. Jaime Mayor Oreja reitera que eso es “una amenaza” y que la clave es que "otra vez tenemos el debate de España, no el problema de España". Maragall alimenta ese debate desde Cataluña.

L D (Agencias) Arzalluz sigue indeciso en lo que a su jubilación se refiere. Pero mientras valora si se queda o se va, aprovecha los fines de semana para lanzar sus particulares cargas. Es la segunda vez que pone el Plan Ibarretxe como la última posibilidad de aceptar las pretensiones separatistas del PNV. El elemento de la amenaza es hacer ver que lo que ahora propugna el lehendakari no es una separación de España pero que si se rechaza, vendrá la independencia sin contemplaciones. Partiendo de una mentira, lanza pues una amenaza y, esta vez, lo ha hecho desde una entrevista publicada en el diario “El País”.

Pero las palabras de Arzalluz vuelven a tener la réplica de Jaime Mayor Oreja que no se cansa de alertar sobre un plan separatista que ya está en marcha. Antes de pronunciar una conferencia en la Escuela de Verano de las Nuevas Generaciones del PP, Mayor Oreja fue preguntado por las afirmaciones de Arzalluz. La respuesta es clara: "viene a decir que si no aceptamos el Plan Ibarretxe nos vamos a encontrar con la violencia, con la intolerancia, con el desprecio de la sociedad vasca". El presidente del grupo parlamentario del PP vasco dijo que puede interpretarse que el PNV advierte "al conjunto de España" de que "deben saber que este es el penúltimo esfuerzo, el de la cosoberanía, porque el último será el de la independencia".

Mayor señaló que "otra vez tenemos el debate de España, no el problema de España" cuando la realidad es que "España es la solución de algunos déficit de libertad que tenemos" en el país y es también una "alternativa democrática a lo que el nacionalismo vasco" propone. Ahora, explicó que "es como si algunos no hubiesen entendido que en los últimos años estamos viviendo una etapa de fortalecimiento democrático de España que hace que los nacionalismos que no han creído nunca en España emerjan con más intensidad que nunca" porque "el fenómeno terrorista, que era la vanguardia de la radicalidad nacionalista se empieza a doblegar por el Estado de Derecho".

Y ahora, el “Plan Maragall”

"De la misma manera que el terrorismo es el sustituto de la guerra, las ofensivas nacionalistas tratan de sustituir los efectos perturbadores que tenía un fenómeno nacionalista-radical- terrorista", de ETA. A su juicio, la "ofensiva nacionalista" significa "que volvamos a desconfiar de lo que hemos hecho juntos en los últimos 25 años los españoles" y, por tanto, representa "una reforma del marco político y jurídico español".

En ese marco, estimó que "el plan Maragall", del candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, está "diseñado para arrinconar al PP en Cataluña y en toda España en una asociación frívola de la izquierda con el nacionalismo". Ante eso, dijo que el "fortalecimiento democrático de España" debe ser "el gran proyecto" del país, en una tarea en la que dijo que el PP necesita no sólo una "mayoría política" sino "social", en la que participen catalanes y vascos.

La clave vuelve a estar en lo que semanas atrás expresó en coincidencia con el ex secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros. Mayor dice que "no creo que España deba ser gobernada por aquellos partidos que han sido bisagras en España y han hecho de la ofensiva nacionalista su razón de ser hoy en la política española". En definitiva, "la transición pendiente del nacionalismo vasco es que acepte la idea de España, el valor de la lealtad con España".

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