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El PSOE, dolido por la crítica, recomienda a Alberdi que no cuestione al partido desde fuera

En Ferraz no han soportado que una voz interna califique de “ridícula” la actuación del PSOE en el caso Simancas. Pero Cristina Alberdi ha cuestionado también los pilares de la Ejecutiva de Zapatero exigiendo que posturas “exóticas” como las de Maragall sean tratadas en un Congreso Extraordinario. Caldera y López Garrido desautorizan a la ex ministra y le recuerdan que esas cosas se dicen dentro del partido. Llamazares se ha unido a las críticas.

(Libertad Digital) Una nueva y amplia grieta amenaza con derrumbar el aparato socialista surgido tras el 35 Congreso. La ha abierto la ex ministra de Felipe González Cristina Alberdi con unas incendiarias críticas. La veterana socialista comenzó por el caso Simancas: el PSOE está “haciendo el ridículo” en la comisión de investigación por suponer que detrás de todo hay una trama inmobiliaria. La misma dureza la aplica a la querella por lo nulo de sus fundamentos. Sus declaraciones se podrían interpretar como una reacción ante el papel que podría jugar su hermana Inés en la Comunidad de Madrid –es la número dos en la lista y podría sustituir a Simancas si Tamayo y Sáez devuelven sus actas– pero lo cierto es que la crisis radical abierta va mucho más lejos. Llegó a reclamar un Congreso Extraordinario para dejar claro cuál es el modelo de Estado para el PSOE. La razón, las excentricidades –“declaraciones exóticas”, para la ex ministra– de Maragall. Se mostró realmente sorprendida de que el catalán pretenda “anexionarse” territorios del sur de Francia.

El "contenido estrictamente personal" de unas declaraciones

Las dos primeras reacciones fueron del propio Tamayo, que elogió la reacción de Alberdi, y del coordinador de comunicación de la FSM, que vino a decir que los trapos sucios se lavan en casa y no en un curso de verano. Este sábado, sale al paso el aparato con Caldera al frente, porque Zapatero sigue sin dar señales de actividad. El portavoz parlamentario dice que se trata de una opinión "de contenido estrictamente personal" que el PSOE –al menos el oficial– no comparte, y precisó que la ex ministra de Asuntos Sociales "no ha hablado en el seno de los órganos del partido".

Además, descartó que sea necesario convocar un congreso extraordinario, tal y como reclamó ayer Alberdi. En este punto –aunque no lo ha relacionado– ha acudido a defender a Pasqual Maragall criticando al PP por "pretender extender sospechas sobre el PSOE que no vamos a consentir" al acusar al líder del PSC de ser contrario a la cohesión nacional. "No es verdad, le apoyamos y es el PP quien debe explicar su respaldo a Artur Mas, cuyas propuestas sí están fuera de la Constitución"

Otro socialista –más reciente que Caldera– ha sido un poco más duro con la compañera Alberdi. Diego López Garrido prefiere volcarlo todo en su particular trama del caso Simancas pese a que la querella de la que él es uno de los padres fue uno de los más estrepitosos episodios judiciales de la temporada. El ex comunista dice que las declaraciones de Cristina Alberdi han sido "desafortunadas" y "poco medidas".

En declaraciones a la agencia Europa Press, ha dicho que la dirección del PSOE "no comparte" las palabras de Alberdi. Así que Garrido, además de hablar en nombre de la dirección, da por hecho que su colega en la comisión Modesto Nolla "ha dejado claro que no había ningún tipo de motivo político interno en el PSOE que explicase la actitud de Tamayo y Sáez".

Vuelve pues al nulo interés probatorio de las llamadas telefónicas y las habitaciones de hotel y añade que "hay que buscar en hechos externos al PSOE la causa de esa crisis terrible". Para terminar se permite un consejo a su compañera de partido: "Estoy seguro que Cristina Alberdi, que es jurista reconocida, no estará en desacuerdo con que haya una investigación, por la vía de la querella o por la vía del fiscal Anticorrupción". Eso sí, con Salinas, que Villarejo ya no quiere trabajar.

Llamazares: “no solo en la derecha...”

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, no ha perdido la oportunidad para hablar. Dice que las declaraciones de Alberdi son "absolutamente desafortunadas" y que "coinciden con la estrategia de deslegitimación de la mayoría de izquierdas emprendida por el PP".

Añade que la ex ministra "curiosamente" ha hecho estas afirmaciones "en el peor momento", en referencia al inicio de la comisión de investigación. La mejor frase la dejó para el final: "Las valoraciones hacen concluir que no solamente en la derecha madrileña hay gente que ha intentado deslegitimar el acuerdo de la izquierda".

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