L D (Agencias) "Siguiendo mis órdenes --explicó Arroyo--, las Fuerzas Armadas de Filipinas y la Policía Nacional han lanzado una operación para arrestar a un reducido grupo de oficiales subalternos y soldados que han desertado de sus puestos y llevándose ilegalmente sus armas con ellos". En rueda de prensa, el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Narciso Abaya, precisó que estos suboficiales cuentan con el respaldo "de 40 ó 50 personas", están armados y "pueden provocar muchos daños". Los militares en rebelión se graduaron en la Academia Militar de Filipinas entre 1995 y 1997. Arroyo afirmó que el Gobierno controla totalmente la situación, mientras que el general Abaya expresó el "respaldo total" de las fuerzas armadas a la presidenta.
La semana pasasa empezaron a propagarse en Manila rumores sobre la posibilidad de un golpe de Estado. En su declaración de hoy, Arroyo lanzó una advertencia a "los políticos sin escrúpulos que explotan, en beneficio de sus propias ambiciones, el complejo mesiánico de estos oficiales". El pasado miércoles, durante una cena con oficiales descontentos, la presidenta reconoció la existencia de "motivos legítimos de descontento" entre los suboficiales, que a menudo se han quejado de la corrupción, de cobrar sueldos demasiado bajos y de la mala calidad de sus alojamientos. Aprovechando los rumores, el ex presidente Joseph Estrada opinó que Arroyo se enfrenta a una revuelta popular porque le sustituyó en la jefatura del Estado de forma ilegal. Estrada, en prisión por un escándalo de corrupción, se sigue considerando presidente.
La semana pasasa empezaron a propagarse en Manila rumores sobre la posibilidad de un golpe de Estado. En su declaración de hoy, Arroyo lanzó una advertencia a "los políticos sin escrúpulos que explotan, en beneficio de sus propias ambiciones, el complejo mesiánico de estos oficiales". El pasado miércoles, durante una cena con oficiales descontentos, la presidenta reconoció la existencia de "motivos legítimos de descontento" entre los suboficiales, que a menudo se han quejado de la corrupción, de cobrar sueldos demasiado bajos y de la mala calidad de sus alojamientos. Aprovechando los rumores, el ex presidente Joseph Estrada opinó que Arroyo se enfrenta a una revuelta popular porque le sustituyó en la jefatura del Estado de forma ilegal. Estrada, en prisión por un escándalo de corrupción, se sigue considerando presidente.