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Castro hace un alarde de manipulación y renuncia a las ayudas de la UE "por dignidad"

El dictador cubano aprovechó la celebración del cincuenta aniversario del inicio de la revolución para responder con contundencia a la Unión Europea y anunciar que renuncia a las ayudas humanitarias y al diálogo político con Los Quince. La decisión no afecta a las ayudas procedentes de autonomías, gobiernos locales y ONG europeas "que no imponen condicionamientos políticos". La ayuda de Venezuela y los empresarios europeos son el colchón económico que sostiene al régimen cubano. La UE ha condenado el discurso del tirano.

LD (Agencias) Castro, que el 26 de julio de 1953 comandó el frustrado asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, regresó la noche del sábado al patio del recinto, en olor de multitudes enfermizas, para repasar los logros de medio siglo de una revolución que ha sumido a la isla en medio siglo de una dictadura sanguinaria y en la mayor cárcel de América y contestar a la "infame" declaración de la Unión Europea sobre la isla. Durante un discurso de poco más de una hora, volvió arremeter contra el presidente del gobierno español, José María Aznar, a quien calificó como "un personaje de estirpe e ideología fascista", por considerarle principal responsable de la postura europea.

El conflicto entre Cuba y la UE estalló el pasado junio, cuando la Unión aprobó un paquete de sanciones políticas en respuesta a la ola represiva contra disidentes en la isla y a las ejecuciones de tres secuestradores. La Habana respondió con movilizaciones multitudinarias frente a las embajadas de España e Italia, que fueron de nuevo criticadas por Los Quince en una declaración aprobada el pasado día 20, en la que ratificaban las medidas adoptadas e instaban a mantener el diálogo político con el gobierno cubano.

"La UE se hace ilusiones cuando asegura que el diálogo político (con Cuba) debe proseguir", dijo Castro ante más de 10.000 invitados al acto del Moncada. "La soberanía y la dignidad de un pueblo no se discuten con nadie, mucho menos con un grupo de antiguas potencias coloniales, responsabilizadas históricamente con el tráfico de esclavos, el saqueo e incluso el exterminio de pueblos enteros", insistió.

A su juicio, la Unión Europea "carece de suficiente libertad para dialogar con plena independencia" porque tiene "compromisos" con la OTAN y EEUU que "la incapacitan para un intercambio constructivo". Además, anunció que "por elemental sentido de dignidad", su gobierno "renuncia a cualquier ayuda o restos de ayuda humanitaria que pueda ofrecer la Comisión Europea y los gobiernos de la UE". La decisión no afecta a las ayudas procedentes de autonomías, gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales y movimientos de solidaridad europeos "que no imponen condicionamientos políticos", apuntó. "Cuba no necesita de la UE para sobrevivir, desarrollarse y alcanzar lo que ustedes no podrán alcanzar jamás", aseguró refiriéndose al grupo de Los Quince que, en su opinión, deben "moderar su arrogancia y prepotencia". "Por qué no se analizan y se ayudan a sí mismos, que tanto lo necesitan", se preguntó Castro, que "invitó" a los miembros de la UE a "reflexionar sobre sus errores, sin dejarse llevar por excesos de ira o embriaguez euro-narcisista".

El presidente cubano calificó de "migajas" las ayudas humanitarias recibidas de la UE en los últimos tres años, que cifró en una media de 4,2 millones de dólares anuales, y afirmó que, por el contrario, Cuba compra a los países de la Unión productos por unos 1.500 millones de dólares al año. "Quién realmente está ayudando a quién", se preguntó Fidel Castro, que concluyó su discurso con la famosa frase utilizada en su alegato durante el juicio que le llevó a prisión tras el frustrado asalto al Moncada: "Condenadme, no importa, los pueblos dirán la última palabra". La jornada de conmemoración del asalto al Moncada terminó con un emotivo encuentro entre Castro y los supervivientes de la lucha terrorista-revolucionaria. En una intervención improvisada, el comandante bromeó con sus antiguos compañeros sobre la posibilidad de grabar un discurso para que se emita en el centenario del inicio de la revolución. "Aunque lo diga en broma, me gustaría hacerlo", dijo. La presencia de Castro en Santiago, y la contundencia demostrada en su discurso, han disipado los rumores recurrentes que circularon durante las últimas semanas sobre el estado de salud del presidente cubano, que el próximo 13 de agosto cumplirá 78 años.

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