L D (Agencias) La truculenta escena de la violación de Madrid que imaginó Simancas –con bochornosos comentarios sobre la longitud de la falda, el robo del bolso y la atención sobre el agresor antes que sobre la víctima– ya tiene un seguidor. Juan Carlos Rodríguez Ibarra también demuestra sus dotes y plantea otra secuencia de la misma película. En ella, Tamayo y Sáez ahora son “enfermos”, “drogadictos del euro”. A quien hay que buscar y detener, según Ibarra, es al narcotraficante que les ha “envenenado”. Hasta aquí, la alegoría extremeña no deja de ser un paso más en la escasa argumentación de la que el PSOE está haciendo gala en el caso Simancas. Lo malo es cuando se esfuerza en identificar al narco (en la versión Simancas, es el violador y el que se llevó el bolso).
Ibarra dice que pedir responsabilidades a los dirigentes socialistas, como hace Alberdi, es como "si al padre de un drogadicto le dicen que dimita como padre cuando al que hay que detener es al narcotraficante". Así que, los ex parlamentarios socialistas "son los enfermos, y habrá que encerrarlos para que se regeneren, pero a quien de verdad hay que perseguir es a los narcotraficantes, y esos aquí en Madrid se sabe quienes son gracias al uso de los teléfonos móviles". Toda una acusación con la única prueba de que Tamayo llamaba a ciertos números de teléfono aunque no se sepa lo que hablaba y aunque el TSJM haya dejado claro el ridículo protagonizado por López Aguilar y López Garrido en su querella.
”¿Y de qué fue ministra Alberdi?”
El presidente extremeño aseguró este lunes desconocer a la ex ministra y ex presidenta de la Federación Socialista Madrileña (FSM) Cristina Alberdi aunque dijo que respeta las opiniones de "militantes anónimos y desconocidos". Los periodistas le preguntaron después de que Ibarra se reuniera con Aznar en La Moncloa en la ronda de contactos del presidente con los líderes autonómicos. Ibarra contestó: "¿Dice usted que fue ministra?, yo no la recuerdo, ¿de qué fue ministra?". No hacía falta recordarle que fue la titular de Asuntos Sociales entre 1993 y 1996, que presidió la FSM –de la que ahora se la quiere apartar– y que fue la encargada de elaborar la ponencia marco del PSOE para el Congreso de la post debacle electoral de Almunia. Por cierto, Ibarra fue el único que presentó una enmienda a la totalidad del texto redactado por Alberdi.
Pero Ibarra se sentía de buen humor y siguió con la gracia. Explicó a los periodistas que "los pronunciamientos de militantes desconocidos y anónimos, yo los respeto; yo respeto las opiniones de los militantes conocidos y que tienen responsabilidad de dirección, pero mucho más las de las personas anónimas". Así que, en el fondo, comparte que la elaboración de listas no puede basarse en familias.
Cómo hacer una lista
Dice que sólo tiene "nostalgia de la arbitrariedad en la elaboración de las listas electorales", por considerar que es el único método por el cual se puede retener el control de quién figura en una candidatura "y si tengo el control, tengo la responsabilidad". Así, explicó que cuando las listas electorales se elaboran siguiendo "normativas, tantos de estos, tantos de aquellos, al final no controlas" y te ves obligado a llevar en la lista a gente "que no sabes quienes son".
Subrayó que "Yo me hago responsable de mi lista sólo con total arbitrariedad, porque si te lo dan reglado estás perdido", y para ilustrar que "esto pasa en las mejores familias" puso el ejemplo de el Consejo General del Poder Judicial "en el que se les metió un juez que fue condenado por prevaricación y cohecho" en referencia a Pascual Estevil.
Ibarra dice que pedir responsabilidades a los dirigentes socialistas, como hace Alberdi, es como "si al padre de un drogadicto le dicen que dimita como padre cuando al que hay que detener es al narcotraficante". Así que, los ex parlamentarios socialistas "son los enfermos, y habrá que encerrarlos para que se regeneren, pero a quien de verdad hay que perseguir es a los narcotraficantes, y esos aquí en Madrid se sabe quienes son gracias al uso de los teléfonos móviles". Toda una acusación con la única prueba de que Tamayo llamaba a ciertos números de teléfono aunque no se sepa lo que hablaba y aunque el TSJM haya dejado claro el ridículo protagonizado por López Aguilar y López Garrido en su querella.
”¿Y de qué fue ministra Alberdi?”
El presidente extremeño aseguró este lunes desconocer a la ex ministra y ex presidenta de la Federación Socialista Madrileña (FSM) Cristina Alberdi aunque dijo que respeta las opiniones de "militantes anónimos y desconocidos". Los periodistas le preguntaron después de que Ibarra se reuniera con Aznar en La Moncloa en la ronda de contactos del presidente con los líderes autonómicos. Ibarra contestó: "¿Dice usted que fue ministra?, yo no la recuerdo, ¿de qué fue ministra?". No hacía falta recordarle que fue la titular de Asuntos Sociales entre 1993 y 1996, que presidió la FSM –de la que ahora se la quiere apartar– y que fue la encargada de elaborar la ponencia marco del PSOE para el Congreso de la post debacle electoral de Almunia. Por cierto, Ibarra fue el único que presentó una enmienda a la totalidad del texto redactado por Alberdi.
Pero Ibarra se sentía de buen humor y siguió con la gracia. Explicó a los periodistas que "los pronunciamientos de militantes desconocidos y anónimos, yo los respeto; yo respeto las opiniones de los militantes conocidos y que tienen responsabilidad de dirección, pero mucho más las de las personas anónimas". Así que, en el fondo, comparte que la elaboración de listas no puede basarse en familias.
Cómo hacer una lista
Dice que sólo tiene "nostalgia de la arbitrariedad en la elaboración de las listas electorales", por considerar que es el único método por el cual se puede retener el control de quién figura en una candidatura "y si tengo el control, tengo la responsabilidad". Así, explicó que cuando las listas electorales se elaboran siguiendo "normativas, tantos de estos, tantos de aquellos, al final no controlas" y te ves obligado a llevar en la lista a gente "que no sabes quienes son".
Subrayó que "Yo me hago responsable de mi lista sólo con total arbitrariedad, porque si te lo dan reglado estás perdido", y para ilustrar que "esto pasa en las mejores familias" puso el ejemplo de el Consejo General del Poder Judicial "en el que se les metió un juez que fue condenado por prevaricación y cohecho" en referencia a Pascual Estevil.