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Rebeldes y soldados mantienen un tenso alto el fuego en Liberia a la espera de la renuncia de Taylor

Las milicias rebeldes, apostadas alrededor de Monrovia, la capital de Liberia, y las tropas leales al presidente Taylor mantienen sus posiciones y se niegan a retirarse pese a la llegada de las primeras fuerzas de paz. El frágil alto el fuego está amenazado continuamente a la espera de que Taylor anuncie su retirada este lunes.

L D (EFE) Aunque la llegada a Monrovia de los primeros efectivos —unos 500 hombres de los 3.250 esperados— del contingente de paz de la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste ha significado un alto el fuego tras semanas de intensos combates, los grupos opuestos se niegan a abandonar sus posiciones. Los rebeldes “Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia” (LURD), que controlan los principales puntos de acceso a la ciudad, además del puerto de Freeport, no quieren retirar sus efectivos y amenazaron con reanudar las hostilidades si Taylor, quien deberá dimitir el próximo lunes, no traspasa sus poderes a un civil.

Las dos cámaras de la Asamblea Nacional, reunidas en sesión conjunta extraordinaria, aprobaron el jueves la dimisión de Taylor y el traspaso de poder a su vicepresidente, amigo, antiguo militar y compañero de armas en la pasada guerra civil liberiana, Moses Blah. Los rebeldes, que en un principio aceptaron la nominación de Blah a condición de que, tras el traspaso de poder, Taylor abandone Liberia para exiliarse en Nigeria —único país que le ha ofrecido protección—, han dado marcha atrás y han dicho que no lo quieren como presidente del futuro Gobierno interino.

Esta situación hace muy difícil que el contingente de paz de la CEDEAO, de una parte, pueda crear una zona neutral entre las líneas de combate y, de otra, trazar “pasillos seguros” por los que las agencias internacionales humanitarias pueda iniciar la distribución de ayuda de todo tipo a la desvalida población. Para ello el embajador de Estados Unidos en Liberia, John Blaney y el jefe de la fuerza militar de la CEDEAO, el general de brigada nigeriano Festus Okonkwo, tratarán de nuevo, y “por razones meramente humanitarias”, de persuadir a los rebeldes para que replieguen a sus efectivos tras el fracasado intento de este viernes.

Mientras, los más de 250.000 monrovianos que huyeron de sus casas para no ser víctimas del fuego cruzado, el que ha matado a más de dos mil civiles en tres semanas de intensos combates, están al borde de la crisis total, faltos de los mínimos para sobrevivir, además de la escasez de facilidades médicas y de cirugía de guerra.

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