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El Real Madrid se despide invicto de Asia con una trabajada victoria

El Real Madrid concluyó su gira por Asia con un triunfo más, algo apretado y sin duda, el más difícil de los cuatro. Lo mejor del partido se vio en el segundo tiempo cuando coincidieron juntos en el campo Zidane, Guti, de medio centro y Raúl de segunda punta. Sin Ronaldo, Portillo y Morientes marcaron una diana cada uno, pero podían haber sido muchas más con un poco de fortuna. Atrás, Pavón fue el amo y señor.

L D (EFE) Los tailandeses escucharon con devoción su himno nacional. Celebran los fastos del cumpleaños de su reina, una tradición que anualmente les permite vivir un acontecimiento especial. Este año les permitió ver en directo al Real Madrid. Por eso, a sus ciudadanos se les veía felices. Por lo que se vio en el campo adoran y respetan a su Casa Real, una de las más antiguas del mundo. Y más aún si les traen a casa al Madrid.

En el campo, Carlos Queiroz reservó de entrada a Raúl, Ronaldo, Figo y Roberto Carlos. El portugués ni siquiera se vistió. Descansó por precaución. Sufre una dolencia en el sóleo. Ronaldo también andaba 'tocado'. La dura pretemporada comienza a pasar factura. Con tanto cambio, el interés se centraba en ver a otros futbolistas. Como por ejemplo a Celades, en esa nueva demarcación de lateral derecho que le ha buscado Queiroz este verano. No se sabe si por intuición o por necesidad, lo cierto es que Carlos Queiroz puede haber encontrado un recambio inesperado de Michel Salgado en la figura de Celades. No están los tiempos para quejarse por la demarcación y menos el ex jugador del Barcelona. Por eso, Albert está demostrando que a él no se le ha olvidado jugar al fútbol. Fue de lo mejor del Madrid. Atento al cruce, colocado, siempre tuvo vocación ofensiva. Si se lo cree, va a tener minutos este año.

El Real Madrid no sufrió nunca. Tuvo menos efectividad que en sus otros encuentros en Asia, pero Javier Portillo, a la primera que se encontró, la mandó dentro. Tailandia es una selección de perfil bajo. En el juego colectivo. A título individual, apareció un tipo llamado Chaiman, con buen toque de balón en el medio centro y con una precisa distribución a sus costados. Eso sí, luego no tenía compañeros de viaje notables y tanto Celades como Raúl Bravo no les dejaron a los tailandeses. De lo poco destacable por parte local, llegó un buen disparo de Siriwon a los 44 minutos, que sirvió a Iker Casillas para avisar a los presentes que él estaba en el partido.

El Real Madrid cumplió en su defensa. El experimento Pavón-Rubén dejó a Queiroz dos reflexiones. Una, Pavón ya vive en otra dimensión. Rubén aún está en formación. Pavón estuvo soberbio. Pareció el hermano mayor de Rubén. No se llevan muchos años, pero Pavón anda ya pidiendo premios mayores. Entre ellos, el ser llamado para la selección nacional que Iñaki Sáez va a convocar a finales de agosto para concentrarse en Madrid. Y es que Pavón aprende muy deprisa. Comienza a tener jerarquía en el club. Tal es así, que Queiroz le dio descanso en el segundo tiempo. Ya tiene tratamiento de actor principal. Es un detalle.

La segunda consecuencia de este domingo: ver a Raúl Bravo de central. Queiroz se busca la vida. Si no viene nadie, él está en la obligación de fabricarlos. Y Raúl Bravo es uno más. Esta idea de ver surgir centrales a borbotones en casa le gusta a Florentino Pérez, reacio siempre a gastarse dinero en esa zona del campo. Con los cambios y la reubicación de Guti como medio centro, llegó lo mejor del Madrid. Cuando triangularon Zidane, Guti y Raúl pudo haber goleado el Madrid, pero desde luego no era su día de fortuna de arriba. En caso contrario, la goleada podía haber sido de escándalo. Beckham, como en los partidos anteriores, dio la cara siempre. Él tiene en Asia su mercado. Y desde luego, no les ha defraudado.

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