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Casi extinguidos por completo los incendios forestales en Cataluña y Extremadura

Con el fin de la ola de calor también están llegando a su final los incendios. En Cataluña la situación es muy favorable, pero siguen desplegados los retenes para evitar que las llamas revivan. El único foco activo de Extremadura, en la localidad cacereña de Ovejuela, está ya siendo extinguido.

L D (EFE) Las llamas en Macanet de la Selva han calcinado unas 1.300 hectáreas, mientras que en Sant Llorenc Savall son 4.600. Pese a que los incendios ya han sido extinguidos, la Generalitat mantiene retenes en las zonas afectadas para que no se reactiven los focos, que serán retirados si empieza a llover.

El gobierno catalán ha desactivado finalmente la alarma 2 del Plan de Incendios Forestales de Cataluña, el Infocat. El sábado se han reunido el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, Ramón Espalder, con el alcalde de Macanet, para evaluar los daños y trazar un plan de ayudas a las familias cuyas viviendas han sido asoladas por las llamas.

En proceso de extinción el único foco activo de Extremadura

En Extremadura permanece activo pero controlado y en fase de extinción el foco de Ovejuela, en la comarca cacereña de las Hurdes. La Junta de Extremadura ha afirmado que la situación es bastante favorable, ya que, además, el resto de los incendios que han sido declarados en el norte de la región ya están todos controlados y extinguidos. Aun así, y al igual que en Cataluña, se han mantenido desplegados los retenes para remojar la zona calcinada y que no revivan las llamas.

El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se ha reunido con los alcaldes de las localidades afectadas por las llamas para evaluar daños, después de que cerca de 10.000 hectáreas hayan sido calcinadas.

Extinguido el fuego en Tartalés de los Montes, en Burgos

Los efectivos de extinción han logrado sofocar del todo el incendio que desde el pasado domingo ardía en las inmediaciones de Tartalés de los Montes, en la provincia de Burgos. Las labores han sido complicadas ya que el relieve escarpado dificultaba en gran medida el acceso a la zona de las llamas, que han quemado varios centenares de pinos y hayas.

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