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Israel acuerda con la ANP el traspaso de Jericó y Kalkilia en un nuevo impulso a la "Hoja de Ruta"

Israel entregará este lunes a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) el control de las ciudades cisjordanas de Jericó y Kalkilia, en lo que representa un impulso al proceso de pacificación en la región en momentos en que la que tregua parecía desmoronarse.

L D (EFE) Ambos Gobiernos confirmaron este domingo que las dos ciudades quedarán en poder de la ANP el lunes y que, si el alto el fuego de las facciones armadas palestinas continúa, en el plazo de una semana también serán transferidas Tulkarem y Ramala, esta última capital administrativa de Cisjordania. El traspaso del control no es una "retirada" militar propiamente dicha porque no hay soldados israelíes en Kalkilia y tampoco en Jericó, sino a su alrededor.

Desde esas posiciones, el Ejército israelí se interna en ambas ciudades para patrullar o hace redadas nocturnas para capturar a terroristas o demoler viviendas de milicianos o de sus familiares. En rigor, lo que el lunes sucederá en ambas ciudades es que la ANP retomará las responsabilidades de seguridad y sus fuerzas circularán libremente por sus calles sin que se arriesguen a ser disparados por soldados israelíes, ya que, desde el inicio de la "Operación Muro de Defensa" en 2002, cualquier palestino armado es blanco de los soldados, incluso los que eran agentes de las fuerzas de seguridad de la ANP.

Pero la decisión del primer ministro israelí, Ariel Sharón, de transferir ambas ciudades no ha pasado sin críticas en el seno de su Gobierno, donde los ministros le recriminaron por no haber sometido el asunto a votación. "Israel debe insistir en que los palestinos desmantelen las organizaciones terroristas antes de entregarles más ciudades", se quejó la ministra de Educación, Limor Livnat. Pero consciente de las presiones a las que podría quedar expuesto su Gobierno si Israel es visto como un obstáculo al plan de paz que avala EEUU, Sharón rechazó de plano esas demandas. "Hay un plan de paz que se llama 'Hoja de Ruta' y lo que hacemos está dentro de los márgenes de ese plan. Tampoco el traspaso de Gaza y Belén -hace un mes y medio- fue aprobado por el Gobierno", replicó.

La "retirada" israelí de Kalkilia y Jericó, primero, y de Tulkarem y Ramala, después, fue negociada el jueves y viernes por los ministros de Defensa israelí, Shaul Mofaz, y el palestino, Mohamed Dahlán, en dos entrevistas que, según todos los observadores, han salvado la tregua del 29 de junio. "Si Mofaz no hubiera dado ese importante paso, todo el proceso se hubiera derrumbado", dijo un alto mando israelí al diario Maariv. El acuerdo entre ambos ministros se produce después de una serie de ataques y represalias mutuas, que amenazaban con acabar con la tregua y, de esa forma, con la "Hoja de Ruta". En una de esas reuniones, Dahlán dijo a su colega israelí que si la ANP hubiera controlado Naplusa, no se hubieran registrado los atentados suicidas de la semana pasada en Rosh Haain y Ariel.

No obstante, Israel se reserva el "derecho" de intervenir si las fuerzas de la ANP no cumplieran con la obligación de impedir un eventual ataque, dijo el ministro de Defensa. Para tratar de garantizar la seguridad en la zona, las fuerzas de Israel y de la ANP establecerán mecanismos de cooperación en el terreno.

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