LD (Agencias) El grupo industrial francés Alstom anunció que ha concluido un acuerdo con sus bancos acreedores que le permitirá obtener una financiación de 2.800 millones de euros para hacer frente a sus deudas, y que supondrá la entrada del Estado francés como primer accionista con el 31,5 por ciento del capital. Sin embargo, el ministro de economía, Francis Mer, ha reconocido que la notificación de la operación a las autoridades europeas de la competencia puede implicar “algunas constricciones o condiciones suplementarias” en la reestructuración de la empresa”.
El acuerdo de financiación contempla, para reforzar los fondos propios, una ampliación de capital de 600 millones de euros, la mitad de los cuales serán suscritos por el Estado y el resto abierta a los accionistas y garantizada, además de una emisión de obligaciones canjeables en acciones de 900 millones de euros, explicó Alstom en un comunicado.
La segunda pata del acuerdo es la concesión, por los más de 30 bancos implicados, de créditos subordinados garantizados por 1.300 millones euros con vencimiento a seis años. También se acuerda que los bancos acreedores presten otros 3.500 millones de euros, respaldados parcialmente por el Estado francés.
El plan de salvamento de Alstom prevé, además de esas medidas para reforzar su estructura financiera, un programa de cesión de activos y "acciones tendentes a mejorar de forma significativa el resultado operativo", que en el primer semestre será peor de lo esperado. Según el Gobierno francés, la gestión del plan industrial y social quedará en manos de la dirección de Alstom.
De esta forma, el Estado se comportará como accionista de la empresa, nombrando a dos administradores en el consejo de administración, el director general de la futura Agencia de Participaciones Estatales, Denis Samuel-Lajeunesse, y el presidente del fabricante de motores aeronáuticos y espaciales Snecma, Jean Paul-Béchat.
Las acciones de Alstom, empresa que además se encarga del diseño y construcción de infraestructura de transporte (el Metro de París funciona con trenes de esta compañía), han perdido más del 90 por ciento de su valor desde la primera venta pública de acciones en junio de 1998, con lo que ha evaporado 867,5 millones de su valor en el mercado.
El acuerdo de financiación contempla, para reforzar los fondos propios, una ampliación de capital de 600 millones de euros, la mitad de los cuales serán suscritos por el Estado y el resto abierta a los accionistas y garantizada, además de una emisión de obligaciones canjeables en acciones de 900 millones de euros, explicó Alstom en un comunicado.
La segunda pata del acuerdo es la concesión, por los más de 30 bancos implicados, de créditos subordinados garantizados por 1.300 millones euros con vencimiento a seis años. También se acuerda que los bancos acreedores presten otros 3.500 millones de euros, respaldados parcialmente por el Estado francés.
El plan de salvamento de Alstom prevé, además de esas medidas para reforzar su estructura financiera, un programa de cesión de activos y "acciones tendentes a mejorar de forma significativa el resultado operativo", que en el primer semestre será peor de lo esperado. Según el Gobierno francés, la gestión del plan industrial y social quedará en manos de la dirección de Alstom.
De esta forma, el Estado se comportará como accionista de la empresa, nombrando a dos administradores en el consejo de administración, el director general de la futura Agencia de Participaciones Estatales, Denis Samuel-Lajeunesse, y el presidente del fabricante de motores aeronáuticos y espaciales Snecma, Jean Paul-Béchat.
Las acciones de Alstom, empresa que además se encarga del diseño y construcción de infraestructura de transporte (el Metro de París funciona con trenes de esta compañía), han perdido más del 90 por ciento de su valor desde la primera venta pública de acciones en junio de 1998, con lo que ha evaporado 867,5 millones de su valor en el mercado.