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El PSOE andaluz da marcha atrás ante la negativa del PP a disolver el Ayuntamiento de Marbella

Después de que saliera adelante la moción de censura en el Ayuntamiento de Marbella, el PSOE y el Partido Andalucista se mostraron a favor de disolver cuanto antes el consistorio, para lo que necesitaban al PP. Sin embargo, ante la negativa de Teófila Martínez, presidenta del PP de Andalucía, el PSOE ahora da marcha atrás.

L D (Agencias) La dirección del PSOE andaluz ha cambiado de actitud ante la crisis del Ayuntamiento de Marbella y ahora manifiesta su disposición a dar un "plazo de tiempo" al nuevo equipo de gobierno municipal, que encabeza Marisol Yagüe, ex del GIL, para que demuestre "si realmente va a romper con las prácticas ilegales" desarrolladas por su antiguo partido durante los mandatos de Jesús Gil y Julián Muñoz y "es posible regularizar y normalizar la actual situación de bloqueo urbanístico y legal" que sufre el municipio. Así lo ha dicho el secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Luis Pizarro, en declaraciones a la agencia Europa Press . Según Pizarro, su partido ahora pretende trasladar una "doble hipótesis de trabajo" en las conversaciones que quiere abrir con las direcciones regionales del PP y el Partido Andalucista para buscar una "salida democrática" a la situación en el Ayuntamiento de Marbella: la disolución "inmediata" del consistorio, como primera hipótesis, o conceder un "plazo de tiempo" al nuevo equipo de gobierno para que "demuestre con hechos" si está interesado en "romper con las prácticas del GIL y volver a la senda de la legalidad", como segunda hipótesis de trabajo.

Para que sea viable esta segunda opción, los socialistas plantean tres condiciones irrenunciables que el nuevo equipo de gobierno debe cumplir en el plazo de tiempo que acuerden con Partido Popular y Partido Andalucista: elaborar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que sea avalado por la Junta, se adapte a la nueva Ley de Ordenación Urbanística y reciba el visto bueno de los órganos competentes de la Consejería de Obras Públicas; no conceder licencias ni firmar convenios urbanísticos que no se adapten al plan vigente de 1986; y adaptar al plan de 1986 todos los convenios urbanísticos recurridos por la Junta ante los tribunales desde la llegada de Jesús Gil a la Alcaldía en 1991. "Si esas tres condiciones se dan en un plazo de tiempo razonable, habría que plantearse un escenario distinto a la disolución del Ayuntamiento", reconoció Pizarro a Europa Press , que dejó claro que, en caso contrario, se darían las "condiciones jurídicas" necesarias para promover la disolución del consistorio marbellí establecidas en la Ley de Bases de Régimen Local, ya que el nuevo equipo de gobierno estaría provocando un "perjuicio clarísimo para los intereses generales" de los ciudadanos de Marbella.

En este sentido, el dirigente socialista señaló que, tras prosperar la moción de censura contra Muñoz, "se abre un periodo que no nos gusta nada, en el que hay un nuevo equipo de gobierno de 14 concejales de los que no nos fiamos en absoluto, pero que están ahí". A pesar de ello y en contra de lo que había anunciado sólo un día antes al afirmar que la principal hipótesis de trabajo que manejaba el PSOE era la disolución inmediata del consistorio, Pizarro ha dicho ahora que "debemos ser los primeros que respetemos el Estado de Derecho" y darle un plazo de tiempo "para que demuestre si esa corporación sigue siendo lo mismo que hizo Gil". "Nos guste o no, y partiendo de que es una auténtica barbaridad lo que se ha hecho con una moción de censura urdida por Gil para poner al frente del Ayuntamiento a una marioneta que va a seguir haciendo su misma política y que ha sido apoyada por tránsfugas del PSOE y del PA, debemos ser los primeros que respetemos el Estado de Derecho", prosiguió Pizarro, que advirtió de que "si no se produce la ruptura con las prácticas anteriores estaremos ante lo que todos nos tememos, un escenario de los mismos perros con distintos collares, y la disolución estaría más que justificada".

Este cambio de actitud del PSOE ante la situación actual del Ayuntamiento de Marbella, pese a lo dicho por Pizarro a Europa Press , parece más una consecuencia de las últimas declaraciones de la presidenta del Partido Popular de Andalucía, Teófila Martínez, quien se ha negado a debatir con el PSOE y con el Partido Andalucista sobre la posible disolución inmediata del consistorio marbellí, ya que, de momento, no se dan las condiciones legales para proceder a su disolución. El PSOE y los andalucistas no pueden promover la mencionada disolución sin los votos del Partido Popular en el Senado, donde se necesita una mayoría cualificada para promover la disolución de una corporación municipal y el PP tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta.

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