LD (Agencias) El Gobierno y el Ejército israelíes tienen preparada una operación militar de gran envergadura contra las organizaciones terroristas palestinas Hamas y la Yihad Islámica, responsables del último atentado en Jerusalén. La ofensiva, que incluye la ocupación militar del norte de la franja de Gaza, dividida ya en tres sectores después de que varios militares seccionaran la carretera Salah A-Din (Saladino), que cruza la banda autónoma de norte a sur y es la principal arteria para los desplazamientos de la población palestina. Las medidas son una respuesta al lanzamiento por parte de terroristas palestinos de 25 proyectiles de mortero contra asentamientos judíos y siete misiles caseros Al-Kasam contra la ciudad de Sederot.
A las afueras de la ciudad de Gaza permanecen concentrados un numeroso grupo de efectivos y unidades. Se trata de fuerzas de infantería, zapadores, fuerzas blindadas y helicópteros, cuyo objetivo es tomar las zonas de Beit Hanún y Beit Lahíe, en el norte de la banda autónoma. La radio pública israelí ha señalado que de momento la invasión está “congelada” y a la espera de una decisión por parte de su Gobierno, que ha declarado una especie de "tregua" de 24 horas hasta ver si los esfuerzos de mediación surten efecto. Israel exige a la Autoridad Nacional Palestina que ordene a sus fuerzas el completo desarme de las organizaciones terroristas y el arresto de sus militantes. Desde este jueves por la noche, el jefe palestino de seguridad, Mohamed Dahlan, tenía previsto practicar una ola de detenciones que fue suspendida después de fuerzas israelíes mataran a Ismail Abu Shanab, dirigente de Hamas. La dirección de los dos grupos más importantes han prometido una sonada represalia. “Sharon debe saber que las calles de Jerusalén, Tel Aviv y Haifa se cubrirán de ríos de sangre”, dijo Abdel Aziz Rantisi, dirigente.
En el ámbito diplomático, el enviado egipcio Osama el Baz permanece en la zona en una misión de emergencia por encargo personal del presidente egipcio, Hosni Mubarak. El Baz se reunió en Ramala con el presidente palestino, Yaser Arafat, así como con otros funcionarios del Gobierno de la ANP. Por la tarde se desplazó a Tel Aviv para una entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Silván Shalom. El objetivo de esta misión es convencer a ambas partes que regresen a los parámetros de la tregua del 29 de junio. El enviado egipcio ha sido despachado a la zona por las fuertes presiones que EEUU ejerció sobre Egipto, a fin de que convenza a los palestinos de que ha llegado el momento de desarmar a las milicias, como lo exige la “Hoja de Ruta” del plan de paz diseñado por el “Cuarteto de Madrid”.
A las afueras de la ciudad de Gaza permanecen concentrados un numeroso grupo de efectivos y unidades. Se trata de fuerzas de infantería, zapadores, fuerzas blindadas y helicópteros, cuyo objetivo es tomar las zonas de Beit Hanún y Beit Lahíe, en el norte de la banda autónoma. La radio pública israelí ha señalado que de momento la invasión está “congelada” y a la espera de una decisión por parte de su Gobierno, que ha declarado una especie de "tregua" de 24 horas hasta ver si los esfuerzos de mediación surten efecto. Israel exige a la Autoridad Nacional Palestina que ordene a sus fuerzas el completo desarme de las organizaciones terroristas y el arresto de sus militantes. Desde este jueves por la noche, el jefe palestino de seguridad, Mohamed Dahlan, tenía previsto practicar una ola de detenciones que fue suspendida después de fuerzas israelíes mataran a Ismail Abu Shanab, dirigente de Hamas. La dirección de los dos grupos más importantes han prometido una sonada represalia. “Sharon debe saber que las calles de Jerusalén, Tel Aviv y Haifa se cubrirán de ríos de sangre”, dijo Abdel Aziz Rantisi, dirigente.
En el ámbito diplomático, el enviado egipcio Osama el Baz permanece en la zona en una misión de emergencia por encargo personal del presidente egipcio, Hosni Mubarak. El Baz se reunió en Ramala con el presidente palestino, Yaser Arafat, así como con otros funcionarios del Gobierno de la ANP. Por la tarde se desplazó a Tel Aviv para una entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Silván Shalom. El objetivo de esta misión es convencer a ambas partes que regresen a los parámetros de la tregua del 29 de junio. El enviado egipcio ha sido despachado a la zona por las fuertes presiones que EEUU ejerció sobre Egipto, a fin de que convenza a los palestinos de que ha llegado el momento de desarmar a las milicias, como lo exige la “Hoja de Ruta” del plan de paz diseñado por el “Cuarteto de Madrid”.