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Marta Domínguez y Julio Rey dan a España dos medallas de plata más en 5.000 metros y maratón

Marta Domínguez y Julio Rey devolvieron a España a la senda del éxito en los Mundiales de atletismo de París con sendas medallas de plata en 5.000 metros y en el maratón. Ambos tuvieron en todo momento la opción del oro pero tuvieron que inclinarse ante la superioridad de la etíope Tirunesh Dibaba y del marroquí Jaouad Gharib.

L D (EFE) La medalla de bronce de Yago Lamela había dejado, el viernes, un sabor agridulce en el equipo español y en el atleta asturiano, que había llegado a la final de longitud como favorito indiscutible. Las platas de Domínguez y de Rey enderezaron, un día después, el rumbo. Eran las medallas cuarta y quinta, con las que el equipo español superaba netamente la cosecha de hace dos años en Edmonton, donde obtuvo dos de plata y una de bronce. La sensación imperante en la selección española había cambiado de signo gracias a Marta y a Julio, que se embolsan 30.000 dólares de premio por cabeza.

La plata de la palentina fue un premio a su voluntad irrenunciable. En el corto espacio de 100 metros, los últimos, pasó del primer puesto a verse fuera de las medallas y otra vez en el segundo puesto, batiendo sobre la línea a la keniana Edith Masai y a la rusa Yelena Zadorozhnaya. La carrera transcurrió en grupo hasta sus dos últimas vueltas, cuando Zadorozhnaya aceleró el ritmo. La etíope Berhane Adere, que intentaba el doblete (ya fue campeona en 10.000), cedió en la penúltima vuelta, lo mismo que la rumana Gabriela Szabo, y todos los metales se jugaron al esprint. Marta Domínguez, que sorprendió al mundo con su medalla de plata en Edmonton, demostró en París que aquél éxito no era flor de un día. Por el contrario, la entonces campeona, la rusa Olga Yegorova, ni siquiera pasó a la final en París.

Gran Maratón de Julio Rey

Julio Rey perdió el mano a mano por el título de maratón, ya dentro del estadio, con Jaouad Gharib, un marroquí de 31 años que el año pasado fue segundo en el Mundial de medio maratón. Gharib, antiguo mediofondista y en posesión de una marca personal de 7:39.22 en 3.000 metros, hizo valer su punta de velocidad frente a un fondista puro, curtido en el barro de las carreras de cross, capaz de soportar ritmos elevados pero de esprint limitado.

Venció el marroquí con la mejor marca en la historia de los campeonatos (2h08:31). A siete segundos llegó Julio Rey, y el italiano Stéfano Baldini, campeón de Europa en 1998, revalidó con un tiempo de 2h09:14 la medalla de bronce que consiguió en Edmonton. La carrera discurrió bajo la lluvia y con una temperatura fresca (14 grados) por los centros de atracción turística de París.

La ambición de Julio Rey quedó de manifiesto muy pronto. El suizo Victor Rothlin se adelantó con el angoleño Joao Ntyamba en los primeros kilómetros y el toledano, que en los Europeos de Múnich se vio sorprendido por una escapada temprana del desconocido finlandés Janne Holmen (luego vencedor), salió por ellos. Los tres cubrieron 5 . Poco después el grupo los alcanzó.

Se pasó en grupo el medio maratón en 1h04:45. El keniano Frederick Rotich quiso escaparse en el km.27, y cinco minutos después Julio Rey, que había respondido a todos los ataques, decidió probar fortuna aunque recapacitó y se dejó atrapar en pocos segundos. Pasó el km. 30 en 1h32.32. En el km. 31 atacó Gharib, un corredor de 31 años con marca personal de 2h09:15. En su busca salió el de siempre, Julio Rey, y luego Rotich. Los tres marcharon destacados a un ritmo de 2:57 el kilómetro hasta el 37. Ahí se quedaron solos. Rotich no pudo seguir su marcha.

La victoria era ya cosa de dos. El marroquí tiró en cabeza siempre y parecía más cansado pero su marca de 3.000 metros (7:39.22) le convertía en un enemigo de cuidado para el esprint. Pasaron el km. 40 en 2h02:05 y llegaron codo con codo al estadio. Gharib no esperó a pisar la pista. En la misma rampa de acceso atacó al español y se fue por delante unos metros. Tuvieron que dar una vuelta completa al estadio, pero Julio Rey no tenía cambio.

Chema Martínez, campeón de Europa de 10.000 metros, aguantó en el grupo de cabeza hasta el tirón decisivo de Gharib y acabó decimosexto, un puesto que no cubre sus expectativas. El vigués Alejandro Gómez estuvo muchos kilómetros en el grupo delantero pero terminó optando por el abandono. Fue el único español que lo hizo. Por equipos España se clasificó quinta.

La valenciana Concha Montaner dio la nota falsa de la brillante jornada española. En la final de longitud sólo acertó a saltar 6,37 y acabó duodécima y última.

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