L D (EFE) Las autoridades iraquíes han instalado puestos de control con agentes de policía armados en todas las carreteras de la provincia, en el sur de Irak, y tienen órdenes de inspeccionar todos los vehículos con aspecto más nuevo y que circulen sin matrícula. Este sábado la policía local cerró el acceso de coches a la explanada de la mezquita del Iman Ali, donde tuvo lugar el ataque.
Los medios de comunicación locales informaron del arresto este sábado de cuatro sospechosos, dos de ellos saudíes y dos iraquíes. Pero en la Comisaría Central de Policía, las autoridades no quisieron revelar ninguna información excepto que el Gobernador de la provincia, junto con el jefe de la policía y el director del Ministerio de Interior en Nayaf, llevaban a cabo el interrogatorio de un número indeterminado de sospechosos.
Entretanto, el mayor Rick Hall, jefe en funciones del contingente de marines en la localidad de Nayaf, reveló que el pasado viernes la población local les entregó a dos iraquíes que habían sido sacados de un restaurante cerca de la mezquita del Iman Ali, donde tuvo lugar la explosión. "Esas dos personas habían sido identificadas como sospechosos porque llevaban barbas más largas de lo normal en la zona", dijo Hall. Las autoridades militares estadounidenses han establecido que los dos iraquíes, procedentes de la ciudad de Basora, no están implicados en el ataque, y probablemente serán puestos en libertad próximamente, dijo Hall.
Más seguridad en Nayaf
Mientras, la policía de Nayaf, con unos 2.300 efectivos en todo el distrito, se encuentra en el proceso de formar un nuevo cuerpo de seguridad, con unos 400 miembros encargados exclusivamente de cuidar el recinto sagrado en la Mezquita del Iman Ali, las sedes y las residencias de las autoridades religiosas, y a las personalidades más importantes.
Nayaf, controlado hasta el momento por marines estadounidenses pasará próximamente al control del Ejército español, con su puesto de mando central ya en Diwaniya. El comandante de la Guardia Civil Eduardo Martínez Viqueira, responsable de los asuntos de seguridad pública dentro del Equipo de Apoyo al Gobierno Local en Nayaf, afirmó que son numerosos los obstáculos para garantizar la seguridad en esa ciudad. Entre ellos principalmente se encuentra el problema de que las tropas de la coalición no pueden entrar en la zona alrededor del recinto sagrado por razones de sensibilidades religiosas. Pero "nosotros no podemos hacernos responsables de un lugar que no podemos controlar", explicó.
Los medios de comunicación locales informaron del arresto este sábado de cuatro sospechosos, dos de ellos saudíes y dos iraquíes. Pero en la Comisaría Central de Policía, las autoridades no quisieron revelar ninguna información excepto que el Gobernador de la provincia, junto con el jefe de la policía y el director del Ministerio de Interior en Nayaf, llevaban a cabo el interrogatorio de un número indeterminado de sospechosos.
Entretanto, el mayor Rick Hall, jefe en funciones del contingente de marines en la localidad de Nayaf, reveló que el pasado viernes la población local les entregó a dos iraquíes que habían sido sacados de un restaurante cerca de la mezquita del Iman Ali, donde tuvo lugar la explosión. "Esas dos personas habían sido identificadas como sospechosos porque llevaban barbas más largas de lo normal en la zona", dijo Hall. Las autoridades militares estadounidenses han establecido que los dos iraquíes, procedentes de la ciudad de Basora, no están implicados en el ataque, y probablemente serán puestos en libertad próximamente, dijo Hall.
Más seguridad en Nayaf
Mientras, la policía de Nayaf, con unos 2.300 efectivos en todo el distrito, se encuentra en el proceso de formar un nuevo cuerpo de seguridad, con unos 400 miembros encargados exclusivamente de cuidar el recinto sagrado en la Mezquita del Iman Ali, las sedes y las residencias de las autoridades religiosas, y a las personalidades más importantes.
Nayaf, controlado hasta el momento por marines estadounidenses pasará próximamente al control del Ejército español, con su puesto de mando central ya en Diwaniya. El comandante de la Guardia Civil Eduardo Martínez Viqueira, responsable de los asuntos de seguridad pública dentro del Equipo de Apoyo al Gobierno Local en Nayaf, afirmó que son numerosos los obstáculos para garantizar la seguridad en esa ciudad. Entre ellos principalmente se encuentra el problema de que las tropas de la coalición no pueden entrar en la zona alrededor del recinto sagrado por razones de sensibilidades religiosas. Pero "nosotros no podemos hacernos responsables de un lugar que no podemos controlar", explicó.