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Luis Pérez estrena su palmarés como profesional y Joaquín Rodríguez es el nuevo líder

El ciclista español Luis Pérez, del equipo francés Cofidis, ha sido el vencedor de la segunda etapa de la Vuelta a España 2003, mientras que el también español Joaquín Rodríguez (ONCE-Eroski) pasa a ser el nuevo líder de la carrera en sustitución de su compañero Igor González de Galdeano.

L D (EFE) Luis Pérez, que recaló en el conjunto galo en el mes de abril tras la desaparición del Coast alemán, se estrena como profesional después de ocho años en la máxima categoría y haber acariciado la victoria de etapa en la Vuelta en tres ocasiones en las que fue segundo. Los 148 kilómetros, entre las localidades asturianas de Gijón y Cangas de Onís, fueron recorridos por Pérez en tres horas, 27 minutos y 32 segundos, el mismo tiempo que su compañero de fuga, el también español Carlos Sastre. El pelotón principal, con Alejandro Valverde al frente, llegaba a 15 segundos y Joaquín Rodríguez, quinto en la etapa sustituye a González de Galdeano al frente de una clasificación general que no sufre cambios importantes en sus primeros puestos alejándose Ángel Luis Casero y Aitor González, vencedores en las dos últimas ediciones y que necesitaron más de minuto y medio que el ganador para completar la jornada.

La etapa comenzó con bastante tensión tanto por parte de los organizadores de la carrera, como en el pelotón. En el caso de los primeros por la espantada de los esprinters italianos Mario Cipollini e Ivan Quaranta. Dos figuras para las llegadas masivas, pero que por unos motivos o por otros hicieron la maleta y se fueron para su Italia natal. Cipollini fue el centro de atención en los prolegómenos de la carrera, pues sin su presencia los organizadores de la carrera no admitían a su equipo el Domina Vancanze. Cipollini dijo antes del comienzo de la carrera que no estaba motivado, mentalizado para acudir a la carrera y que no tenía ningún compromiso, pues su contrato había terminado el pasado mes de junio con su actual conjunto. Al final lograron convencer al italiano para que hiciera el paripé, pero, a pesar de que el comienzo de la carrera no era malo para él, opto por irse a casa al lograr con su presencia que sus compañeros pudieran estar en la Vuelta. Los organizadores y responsables del equipo italiano intentaron justificar la baja de Cipollini, pero no convencieron a nadie.

En la cuestión deportiva, el comienzo de la carrera fue muy rápido y prácticamente desde el banderazo de salida los intentos de fuga fueron constantes hasta que, hacía el kilómetro seis, se marchaban el español Díaz Lobato (Paternina) y holandés Karsten Kroon (Rabobank). Escapada que duro pocos kilómetros debido al buen control del equipo ONCE-Eroski de Igor González de Galdeano. Lo que sí hizo esa fuga fue avivar el ritmo de la etapa y provocar numerosos cortes, entre ellos el que llegaba en el kilómetro 26, cuando se quedaban al frente del pelotón media docena de corredores y poco después los españoles Zaballa y García Calvo y el Pepoli. Llegaron a tener hasta casi dos minutos de ventaja cuando se llevaban 68 kilómetros, pero el buen hacer de Igor González de Galdeano y sus compañeros de equipo echaron la fuga abajo poco antes de llegarse a la primera dificultad importante montañosa de la carrera, el alto del Fito, puntuable de primera categoría y cuya cúspide se encontraba 17 kilómetros de la línea de meta.

En las primeras rampas se produjeron numeros ataques que sirvieron para dejar al frente de la carrera a los españoles Carlos Sastre, Luis Pérez e Isidro Nozal y al italiano Michele Scarponi. Esos dos últimos se quedaban a medida que se acercaba la cima, lo mismo que le ocurría a Ángel Casero y Aitor González. La carrera estaba rota y la emoción por todo lo alto, pues tanto Pérez como Sastre lograban administrar su ventaja en el peligroso descenso Del Fito; mientras que en el grupo principal ocurría lo mismo ya que los dos derrotados del día Casero y Aitor no lograban enlazar con ese grupo en el que estaban, entre otros, dos de los favoritos al podio final como son Igor González de Galdeano y Óscar Sevilla. En el tramo final, Luis Pérez, por fin, hacía realidad su sueño de máxima categoría del ciclismo profesional.

Este lunes se disputa la tercera etapa, entre Cangas de Onís y Santander, de 154,3 kilómetros. Es un excelente escenario para buscar la victoria de etapa desde muy lejos y para los esprinters. Un trazado que no es complicado, a pesar de que cuenta con un par de puertos de tercera, pero que puede ser muy peligroso si la lluvia hace acto de presencia al discurrir por carreteras bastante estrechas y sinuosas.

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