L D (EFE) El jugador azulgrana resta importancia al incidente, que espera que no tenga repercusión en ningún encuentro posterior, a la vez que pide disculpas tanto al entrenador como a sus compañeros. El futbolista de Granollers también ha querido aclarar que lo que sucedió fue que recibió una llamada de su hermano, que reside en Argentina, para preguntarle si iba a ser titular y que él la cogió y habló únicamente unos quince segundos con él. También dice que la llamada ni se produjo dentro del vestuario, ni cuando estaban los jugadores ya vestidos de corto, ni cuando faltaba poco para el inicio del encuentro, ya que asegura que restaba aproximadamente una hora y media.
"Después me fui al vestuario, me cambié y estuve una hora concentrado pensando en el partido", ha señalado Gerard, quien ha añadido que posteriormente Rijkaard le comunicó, cuando faltaban unos cinco minutos para iniciar el calentamiento, que había decidido que se quedase en el banquillo. Según Gerard, al saber que se caía del once inicial sintió "una impotencia muy grande por no jugar" y su primera reacción fue echarse a "llorar como un niño". Asimismo, subraya que en ningún momento se enfrentó con el entrenador, sino que acató su decisión entre lágrimas de rabia por no poder jugar. "Cómo me voy a enfrentar con el míster si yo a él se lo debo todo", señaló Gerard. En su opinión, este asunto "se ha sobredimensionado", ya que no tuvo "ningún tipo de mala intención", por lo que para él "lo de ayer está totalmente olvidado".
Sobre este incidente, se ha pronunciado también el defensa Carles Puyol, quien considera que "el más perjudicado" fue el propio Gerard por haberse quedado sin jugar el partido, algo que abría las puertas a la titularidad a otro jugador (en este caso Marc Overmars) que podría arrebatarle el puesto. Puyol entra en parte en contradicción con la versión de Gerard, al subrayar que "no hay un horario indicado para hablar por el móvil, pero si estás dentro del vestuario no se puede hablar". Según aclaraba posteriormente el jefe de prensa del equipo, Gerard no habló por teléfono directamente dentro del vestuario, pero sí de una antesala de acceso al mismo. En opinión de Puyol, debe "respetarse" la decisión del entrenador, que es el que ha elegido qué tipo de sanción debía imponer a Gerard.
"Después me fui al vestuario, me cambié y estuve una hora concentrado pensando en el partido", ha señalado Gerard, quien ha añadido que posteriormente Rijkaard le comunicó, cuando faltaban unos cinco minutos para iniciar el calentamiento, que había decidido que se quedase en el banquillo. Según Gerard, al saber que se caía del once inicial sintió "una impotencia muy grande por no jugar" y su primera reacción fue echarse a "llorar como un niño". Asimismo, subraya que en ningún momento se enfrentó con el entrenador, sino que acató su decisión entre lágrimas de rabia por no poder jugar. "Cómo me voy a enfrentar con el míster si yo a él se lo debo todo", señaló Gerard. En su opinión, este asunto "se ha sobredimensionado", ya que no tuvo "ningún tipo de mala intención", por lo que para él "lo de ayer está totalmente olvidado".
Sobre este incidente, se ha pronunciado también el defensa Carles Puyol, quien considera que "el más perjudicado" fue el propio Gerard por haberse quedado sin jugar el partido, algo que abría las puertas a la titularidad a otro jugador (en este caso Marc Overmars) que podría arrebatarle el puesto. Puyol entra en parte en contradicción con la versión de Gerard, al subrayar que "no hay un horario indicado para hablar por el móvil, pero si estás dentro del vestuario no se puede hablar". Según aclaraba posteriormente el jefe de prensa del equipo, Gerard no habló por teléfono directamente dentro del vestuario, pero sí de una antesala de acceso al mismo. En opinión de Puyol, debe "respetarse" la decisión del entrenador, que es el que ha elegido qué tipo de sanción debía imponer a Gerard.