L D (EFE) A Osasuna se le puso de cara el partido con un riguroso penalti de Héctor a Moha, pena máxima que transformó en el 1-0 Puñal (m.21). Dos minutos después, Iván Rosado hizo el primer gol en jugada de Osasuna en la temporada y el primero de un delantero, al aprovechar un fallo de Molina en un centro de Moha, que Bakayoko no acertó a rentabilizar, pero Rosado sí marcó a puerta vacía (2-0, m.23). Sin tiempo para el respiro llegó el 3-0 en una jugada a balón parado. Pablo García botó una falta, Valdo mandó el balón al larguero y el deportivista Héctor se introdujo el esférico en su propia portería de cabeza (3-0, m.25).
El Deportivo enfrío el graderío por un instante recortando diferencias a los 3 minutos en un partido alocado. Fue una jugada de ejecución sencilla y perfecta, con un centro desde la banda derecha de Víctor que cabeceó inapelablemente Luque (3-1, m.28). En el segundo tiempo, el Deportivo no consiguió decantar el partido a su favor. Osasuna pudo sentenciar definitivamente con ocasiones de Bakayoko (m.70) y Webó, que en jugada personal mandó el balón al larguero (m.82), pero a Osasuna le gusta sufrir y al final sólo ganó por la mínima tras el gol de Pandiani pasados 4 minutos del tiempo reglamentario.
Athletic de Bilbao - Real Sociedad (1-0)
El Athletic no empezó mal, con Tiko cogiendo la responsabilidad organizativa. El conjunto donostiarra fue incapaz de hacer valer su enorme superioridad y aunque llegó mucho al área de Aranzubia apenas si concretó ocasiones de gol. La única clara para marcar fue una volea en la frontal de Kovacevic tras recoger un balón suelto que se marcho alto al serbio en el minuto 38.
No cambió mucho la decoración en la segunda parte, pero sirvió para igualar un tanto el choque y dejar el encuentro al albur de un acción aislada. Y esa fue el contundente e inapelable disparo de Tiko desde la frontal ante el que Westerveld nada pudo hacer. La Real todavía fue capaz de reaccionar en el último cuarto de hora, pero ni De Paula fue el talismán de otras tardes ni Lee Chun Soo acertó con la portería Aranzubia, este otra vez sólido y tranquilizador como pocos en los últimos momentos.
Celta - Valladolid (3-2)
Los vallisoletanos tuvieron en la presión su mejor arma para controlar a los célticos durante los primeros minutos del partido. El despiste generalizado de la zona de cobertura propició el primer gol tras una monumental pifia de Cavallero en el despeje que dejó el balón en bandeja para que Makulula pudiera anotar a placer. Con el paso de los minutos, como era de esperar, el juego del equipo vigués fue mejorando en cuanto entró en liza la habilidad de Gustavo López.
En la reanudación se repitió el guión y otra vez Makukula volvió a obtener rendimiento máximo de un balón tocado de forma defectuosa por un horrible Fernando Cáceres que en ningún momento pudo con el espigado ariete congolés. En uno de los escasos golpes de fortuna para los locales, Jesuli enganchó un disparo desde la frontal que acabó en el fondo de la red tras ser desviado por un defensor. El empate llegó por obra de Milosevic, enorme junto con Gustavo López en su solitaria lucha con el grueso de la defensa rival. El cabezazo picado del serbio a centro de Juanfran no tuvo contestación y sólo restaba esperar si los celestes serían capaces de completar su rehabilitación y ésta llegó en un centro de Jesuli que el capitán Mostovoi ganó por garra en lucha con su marcador.
El Deportivo enfrío el graderío por un instante recortando diferencias a los 3 minutos en un partido alocado. Fue una jugada de ejecución sencilla y perfecta, con un centro desde la banda derecha de Víctor que cabeceó inapelablemente Luque (3-1, m.28). En el segundo tiempo, el Deportivo no consiguió decantar el partido a su favor. Osasuna pudo sentenciar definitivamente con ocasiones de Bakayoko (m.70) y Webó, que en jugada personal mandó el balón al larguero (m.82), pero a Osasuna le gusta sufrir y al final sólo ganó por la mínima tras el gol de Pandiani pasados 4 minutos del tiempo reglamentario.
Athletic de Bilbao - Real Sociedad (1-0)
El Athletic no empezó mal, con Tiko cogiendo la responsabilidad organizativa. El conjunto donostiarra fue incapaz de hacer valer su enorme superioridad y aunque llegó mucho al área de Aranzubia apenas si concretó ocasiones de gol. La única clara para marcar fue una volea en la frontal de Kovacevic tras recoger un balón suelto que se marcho alto al serbio en el minuto 38.
No cambió mucho la decoración en la segunda parte, pero sirvió para igualar un tanto el choque y dejar el encuentro al albur de un acción aislada. Y esa fue el contundente e inapelable disparo de Tiko desde la frontal ante el que Westerveld nada pudo hacer. La Real todavía fue capaz de reaccionar en el último cuarto de hora, pero ni De Paula fue el talismán de otras tardes ni Lee Chun Soo acertó con la portería Aranzubia, este otra vez sólido y tranquilizador como pocos en los últimos momentos.
Celta - Valladolid (3-2)
Los vallisoletanos tuvieron en la presión su mejor arma para controlar a los célticos durante los primeros minutos del partido. El despiste generalizado de la zona de cobertura propició el primer gol tras una monumental pifia de Cavallero en el despeje que dejó el balón en bandeja para que Makulula pudiera anotar a placer. Con el paso de los minutos, como era de esperar, el juego del equipo vigués fue mejorando en cuanto entró en liza la habilidad de Gustavo López.
En la reanudación se repitió el guión y otra vez Makukula volvió a obtener rendimiento máximo de un balón tocado de forma defectuosa por un horrible Fernando Cáceres que en ningún momento pudo con el espigado ariete congolés. En uno de los escasos golpes de fortuna para los locales, Jesuli enganchó un disparo desde la frontal que acabó en el fondo de la red tras ser desviado por un defensor. El empate llegó por obra de Milosevic, enorme junto con Gustavo López en su solitaria lucha con el grueso de la defensa rival. El cabezazo picado del serbio a centro de Juanfran no tuvo contestación y sólo restaba esperar si los celestes serían capaces de completar su rehabilitación y ésta llegó en un centro de Jesuli que el capitán Mostovoi ganó por garra en lucha con su marcador.