L D (EFE) A media tarde de este domingo la situación estaba normalizada en todas las regiones, salvo en algunos puntos de Apulia y Calabria, al sur del país, y la isla de Sicilia, donde aún quedaban varias horas de espera para culminar la totalidad del suministro, según una nota del Gestor de la Red, el organismo encargado de todo lo relativo al suministro de energía eléctrica en Italia. Ya horas antes se había disipado la preocupación inicial, incluida la hipótesis de un eventual sabotaje, gracias a que no se produjeron situaciones de gran emergencia ni en hospitales ni en la actuación de Policías, Bomberos y efectivos de Protección Civil. El tráfico aéreo, ferroviario y automovilístico se desarrollaba con normalidad, superados los problemas de las primeras horas, cuando no funcionaban los semáforos y unas 30.000 personas veían interrumpidos sus desplazamientos en un centenar de trenes paralizados.
El comunicado del Gestor de la Red apunta la posibilidad de que este lunes se produzcan algunas irregularidades en el servicio o incluso "desconexiones programadas" de una hora para aligerar el consumo y evitar nuevos cortes, por lo que la situación volverá definitivamente a la normalidad el martes.
Averías en cadena
El ministro de Industria, Antonio Marzano, ofreció por la tarde una primera reconstrucción de los hechos, según la cual dos averías consecutivas poco antes de las 3.30 de la noche afectaron a ambas líneas, la principal y la reserva, un hecho inusual que llevó a un apagón como nunca se había vivido previamente en Italia y del que sólo se salvó la isla de Cerdeña. El daño, cuya causa por el momento se ignora con claridad, motivó un desequilibrio en toda la red italiana, que saltó, tal como explicó Carlo Andrea Bollino, presidente del Gestor de la Red.
"La red es como una cadena. Si se rompe un anillo, aunque el resto esté bien, la cadena se quiebra", explicó Bollino, quien aseguró que desde las 5.00 horas las líneas estaban restablecidas, pero que la llegada de la energía a todo el país debía retrasarse horas, "como una calefacción, que una vez que se enciende tarda en calentar".
Francia descarga la responsabilidad en Suiza
Desde Francia, la Red de Transporte de Electricidad (RTE) apuntó que el origen de todo el incidente había que situarlo en Suiza, mientras la empresa de este país Atel confirmaba en un comunicado la existencia en torno a las 3 de la madrugada de una avería en una línea de 380.000 kilovatios, producida por la caída de un árbol en Brunner, en el cantón Svitto. El ministro Marzano confirmó que la avería se debió "a un cúmulo de circunstancias iniciado en Suiza, aunque no ocultó la existencia de "motivos estructurales italianos que vienen de lejos", lo que se traduce en la escasa capacidad de generación eléctrica de Italia.
Según los expertos, Italia es un país dependiente del extranjero, ya que a través de dieciséis líneas de suministro con Francia, Suiza, Austria, Eslovenia y Grecia recibe el 16,6 por ciento de su consumo, lo que la convierten en el mayor importador europeo de energía eléctrica procedente de otros países. Ahora desde el Gobierno y la oposición de plantea la necesidad de incrementar la construcción de nuevas centrales sobre las que hacer frente a este tipo de situaciones, en especial porque hay un proyecto, ya aprobado, para financiar instalaciones con las que ampliar en 12.000 el número de megavatios disponibles.
El ministro de Industria, cuestionado
La opinión general la resumió el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, quien aprovechó un acto público para afirmar que el apagón "ha sido una señal de alarma que es necesario escuchar. Hay que superar la lentitud y las diferencias que existen entre nuestras administraciones".
Mientras tanto, se ha iniciado el debate sobre las responsabilidades de este suceso, más allá de la consideración de que se haya tratado de un incidente. Así, en el ojo del huracán está el ministro de Industria, Antonio Marzano, criticado por la oposición de centroizquierda, los sindicatos y las asociaciones de consumidores y a quien se pide desde una comparecencia explicativa en el Parlamento hasta la dimisión. El propio interesado dijo que se va a abrir una investigación para conocer exactamente todo el proceso que ha llevado a este histórico apagón, aunque excluyó como principio que se haya debido a un acto doloso.
El comunicado del Gestor de la Red apunta la posibilidad de que este lunes se produzcan algunas irregularidades en el servicio o incluso "desconexiones programadas" de una hora para aligerar el consumo y evitar nuevos cortes, por lo que la situación volverá definitivamente a la normalidad el martes.
Averías en cadena
El ministro de Industria, Antonio Marzano, ofreció por la tarde una primera reconstrucción de los hechos, según la cual dos averías consecutivas poco antes de las 3.30 de la noche afectaron a ambas líneas, la principal y la reserva, un hecho inusual que llevó a un apagón como nunca se había vivido previamente en Italia y del que sólo se salvó la isla de Cerdeña. El daño, cuya causa por el momento se ignora con claridad, motivó un desequilibrio en toda la red italiana, que saltó, tal como explicó Carlo Andrea Bollino, presidente del Gestor de la Red.
"La red es como una cadena. Si se rompe un anillo, aunque el resto esté bien, la cadena se quiebra", explicó Bollino, quien aseguró que desde las 5.00 horas las líneas estaban restablecidas, pero que la llegada de la energía a todo el país debía retrasarse horas, "como una calefacción, que una vez que se enciende tarda en calentar".
Francia descarga la responsabilidad en Suiza
Desde Francia, la Red de Transporte de Electricidad (RTE) apuntó que el origen de todo el incidente había que situarlo en Suiza, mientras la empresa de este país Atel confirmaba en un comunicado la existencia en torno a las 3 de la madrugada de una avería en una línea de 380.000 kilovatios, producida por la caída de un árbol en Brunner, en el cantón Svitto. El ministro Marzano confirmó que la avería se debió "a un cúmulo de circunstancias iniciado en Suiza, aunque no ocultó la existencia de "motivos estructurales italianos que vienen de lejos", lo que se traduce en la escasa capacidad de generación eléctrica de Italia.
Según los expertos, Italia es un país dependiente del extranjero, ya que a través de dieciséis líneas de suministro con Francia, Suiza, Austria, Eslovenia y Grecia recibe el 16,6 por ciento de su consumo, lo que la convierten en el mayor importador europeo de energía eléctrica procedente de otros países. Ahora desde el Gobierno y la oposición de plantea la necesidad de incrementar la construcción de nuevas centrales sobre las que hacer frente a este tipo de situaciones, en especial porque hay un proyecto, ya aprobado, para financiar instalaciones con las que ampliar en 12.000 el número de megavatios disponibles.
El ministro de Industria, cuestionado
La opinión general la resumió el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, quien aprovechó un acto público para afirmar que el apagón "ha sido una señal de alarma que es necesario escuchar. Hay que superar la lentitud y las diferencias que existen entre nuestras administraciones".
Mientras tanto, se ha iniciado el debate sobre las responsabilidades de este suceso, más allá de la consideración de que se haya tratado de un incidente. Así, en el ojo del huracán está el ministro de Industria, Antonio Marzano, criticado por la oposición de centroizquierda, los sindicatos y las asociaciones de consumidores y a quien se pide desde una comparecencia explicativa en el Parlamento hasta la dimisión. El propio interesado dijo que se va a abrir una investigación para conocer exactamente todo el proceso que ha llevado a este histórico apagón, aunque excluyó como principio que se haya debido a un acto doloso.