Menú

Schroeder anuncia que dimitirá si las reformas económicas no están encarriladas antes de Navidad

El canciller alemán, Gerhard Schroeder, está decidido a salvar su programa de reformas y anuncia que renunciará si su Agenda 2010 no está encarrilada antes de Navidades. De momento, la nueva ley de Sanidad se ha aprobado con el apoyo de los conservadores de la CDU y ahora Schroeder busca un nuevo pacto para el sistema de pensiones, que prevé subir la edad de jubilación a 67 años. Según la última encuesta, la CDU duplica en votos al SPD del canciller.

L D (Agencias) Gerhard Schroeder ha dejado claro su propósito de imprimir ritmo a su Agenda 2010, el más ambicioso proyecto de la actual legislatura roji-verde, y condicionó su futuro como canciller a que sus reformas estén encarriladas de aquí a Navidad. "Vinculo conscientemente mi destino político a la aplicación de la reformas", dijo Schroeder, quien lanzó un nuevo llamamiento a cooperar "al margen de intereses partidistas" para que el plan no quede atascado en el Parlamento.

Cinco días después de ver aprobada la reforma sanitaria –por mayoría, pero con seis votos disidentes de sus filas socialdemócratas–, Schroeder ha elogiado la propuesta presentada este martes por una comisión dirigida por el ex-presidente Roman Herzog, a encargo de la Unión Cristianodemócrata (CDU), principal partido de la oposición. Herzog coincide en su informe con otro documento elaborado por el economista Bert Rürup, a encargo del Gobierno. Ambos afirman que, o se alarga la vida laboral activa de los alemanes, o quebrará el sistema de pensiones estatales.

El sistema puede "volar por los aires"

Según Herzog, en el 2030 la proporción de los jubilados o personas a las puertas del retiro será de uno por cada tres ciudadanos, por lo que, si no se aplica un correctivo inmediato, las cuotas a la seguridad social subirán para esa fecha en más de un 5 por ciento, mientras que las pensiones tendrán que bajar casi un 7 por ciento. Pero además, existe la amenaza de que el sistema "vuele por los aires", advierte Herzog, quien plantea que el sistema también tendrá que recibir una fuerte aportación estatal de 43.000 millones de euros anuales para que pueda soportar la grave situación.

Con este panorama, Schroeder tendrá que recurrir de nuevo a la fórmula del consenso con la CDU, mayoritaria en la Cámara Alta del Parlamento (Bundesrat) para prácticamente todos los aspectos de sus reformas. La búsqueda obligada de un consenso permanente ha disparado los rumores que apuntan a un relevo del actual Gobierno roji-verde a favor de una gran coalición entre socialdemócratas y conservadores. Sin embargo, Schroeder lo ha desmentido, pero las encuestas no le son favorables y su futuro político parece tener poco recorrido.

La CDU duplica en votos al SPD

Según el último sondeo de Forsa , divulgado este mismo martes por la cadena de televisión RTL, si se celebraran elecciones legislativas en Alemania este próximo fin de semana, un 50 por ciento de los electores daría ahora su voto a los cristiano-demócratas de la CDU-CSU, tres puntos más que la semana pasada, mientras que el SPD (el partido socialdemócrata del canciller Schroeder) apenas conseguiría un 26 por ciento de los votos, dos puntos menos que la semana anterior.

Desde que la pasada primavera Schroeder emprendió la reforma del "Estado providencia", demasiado caro de mantener para una economía en dificultades como la alemana, con constantes patinazos presupuestarios y un paro creciente, la popularidad del canciller y la de su partido no ha dejado de hundirse. El carácter complejo de las reformas resulta difícil de asumir para el electorado, que contempla además cómo el paquete impulsado por Schroeder ha generado malestar en su propio partido y en los sindicatos.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios