(Libertad Digital) A las diez de la mañana de este lunes comienza en el Juzgado número 5 de Madrid, situado en el número 37 de la calle Hermanos García Noblejas , el juicio por el asesinato de la joven Sandra Palo. La familia ha pedido a los ciudadanos que se acerquen a las inmediaciones del juzgado para mostrar su apoyo a la iniciativa que cada vez exigen más plataformas de todo signo: la reforma de la Ley del Menor que, además de haber provocado demasiados escándalos por dejar prácticamente impunes los asesinatos cometidos por menores, impide a las familias ejercer la acción penal. Por este motivo, la entrada a los juzgados estará prohibida a la familia de Sandra.
Sandra Palo Bermúdez, de 22 años, fue secuestrada, violada, atropellada repetidamente y quemada viva. La Policía detuvo por estos hechos a varios jóvenes, tres menores de 14, 16 y 17 años y un joven de 18 años que estaba internado en un reformatorio de Valladolid. Un camionero descubrió el cadáver de Sandra en un descampado del kilómetro 8,200 de la carretera de Toledo, en el término municipal de Leganés, cerca de Getafe, donde vivía la joven. En las investigaciones se descubrió que los asesinos de Sandra habían llegado con un coche hasta el lugar en el que se encontró el cadáver. Allí encontraron también un bidón calcinado con restos de gasolina que presumiblemente utilizaron para quemar a Sandra.
Pero los padres de la joven reprocharon a la Policía no haber rastreado lo suficiente el lugar. De hecho, ellos mismos encontraron una camiseta color lila y un walkman que pertenecían a su hija y que ahabían pasado inadvertidos a los agentes. Pero la lucha de María del Mar Bermúdez, madre de Sandra, y de toda su familia es que asesinatos tan terribles como este no queden impunes o insuficientemente castigados por el hecho de que los hayan cometidos menores.
Sandra Palo Bermúdez, de 22 años, fue secuestrada, violada, atropellada repetidamente y quemada viva. La Policía detuvo por estos hechos a varios jóvenes, tres menores de 14, 16 y 17 años y un joven de 18 años que estaba internado en un reformatorio de Valladolid. Un camionero descubrió el cadáver de Sandra en un descampado del kilómetro 8,200 de la carretera de Toledo, en el término municipal de Leganés, cerca de Getafe, donde vivía la joven. En las investigaciones se descubrió que los asesinos de Sandra habían llegado con un coche hasta el lugar en el que se encontró el cadáver. Allí encontraron también un bidón calcinado con restos de gasolina que presumiblemente utilizaron para quemar a Sandra.
Pero los padres de la joven reprocharon a la Policía no haber rastreado lo suficiente el lugar. De hecho, ellos mismos encontraron una camiseta color lila y un walkman que pertenecían a su hija y que ahabían pasado inadvertidos a los agentes. Pero la lucha de María del Mar Bermúdez, madre de Sandra, y de toda su familia es que asesinatos tan terribles como este no queden impunes o insuficientemente castigados por el hecho de que los hayan cometidos menores.