LD (EFE) Caruana calculó que 2003 concluirá con un aumento del PIB de en torno al 2,3 por ciento previsto por el Ejecutivo, que será un "punto de partida adecuado" para alcanzar en el 2004 una tasa de crecimiento cercana al tres por ciento. El gobernador valoró los resultados de la economía española desde comienzos de este año, pues confirman la continuidad de la recuperación, pero advirtió de que el dinamismo ha estado sostenido por el gasto interior, mientras la inversión y las exportaciones mostraban una cierta debilidad.
Respecto a la inflación, admitió que parte del diferencial se explica por la fortaleza del consumo, sobre todo en mercados que carecen de la flexibilidad y eficiencia necesarias, pero recordó que provoca aumentos salariales mayores que en los países del entorno, lo que perjudica la competitividad de los sectores expuestos a la competencia exterior.
En cuanto al mercado inmobiliario , dijo que la presión sobre los precios se deriva de una demanda pujante –debido al descenso de los tipos de interés, el aumento del empleo y la renta de las familias, la evolución bajista de los mercados de capitales y factores demográficos– sobre una oferta con una limitada capacidad de reacción a corto plazo. Asimismo, el descenso de los tipos de interés hipotecarios ha permitido a los hogares afrontar la carga financiera derivada de la adquisición de viviendas, pero ha provocado al mismo tiempo un rápido aumento del endeudamiento del sector, hasta niveles similares a los del resto de Europa.
El gobernador recordó el "importante papel" que tiene la política económica a la hora de fortalecer un patrón de crecimiento equilibrado. En este sentido, abogó por la continuidad de las reformas estructurales para mejorar el funcionamiento de los mercados y aseguró que el objetivo de equilibrio puede ser compatible con una política fiscal moderadamente expansiva , además de con el incremento de las partidas para gasto social e inversión.
Sin embargo, Caruana consideró fundamental que el equilibrio en las cuentas se mantenga el año que viene y apuntó que podría llegar a ser conveniente alcanzar un cierto superávit, para afrontar con mayores garantías los retos a largo plazo, como el envejecimiento de la población.
Respecto a la inflación, admitió que parte del diferencial se explica por la fortaleza del consumo, sobre todo en mercados que carecen de la flexibilidad y eficiencia necesarias, pero recordó que provoca aumentos salariales mayores que en los países del entorno, lo que perjudica la competitividad de los sectores expuestos a la competencia exterior.
En cuanto al mercado inmobiliario , dijo que la presión sobre los precios se deriva de una demanda pujante –debido al descenso de los tipos de interés, el aumento del empleo y la renta de las familias, la evolución bajista de los mercados de capitales y factores demográficos– sobre una oferta con una limitada capacidad de reacción a corto plazo. Asimismo, el descenso de los tipos de interés hipotecarios ha permitido a los hogares afrontar la carga financiera derivada de la adquisición de viviendas, pero ha provocado al mismo tiempo un rápido aumento del endeudamiento del sector, hasta niveles similares a los del resto de Europa.
El gobernador recordó el "importante papel" que tiene la política económica a la hora de fortalecer un patrón de crecimiento equilibrado. En este sentido, abogó por la continuidad de las reformas estructurales para mejorar el funcionamiento de los mercados y aseguró que el objetivo de equilibrio puede ser compatible con una política fiscal moderadamente expansiva , además de con el incremento de las partidas para gasto social e inversión.
Sin embargo, Caruana consideró fundamental que el equilibrio en las cuentas se mantenga el año que viene y apuntó que podría llegar a ser conveniente alcanzar un cierto superávit, para afrontar con mayores garantías los retos a largo plazo, como el envejecimiento de la población.