(Libertad Digital) Manuel Ríos Suárez es la última víctima mortal por culpa de la violencia en el deporte español. Este aficionado del Deportivo ha fallecido cinco años después de que el seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta fuera asesinado de varias puñaladas por un grupo de violentos seguidores del Atlético de Madrid en los minutos previos a un partido de la Copa de la UEFA en el Vicente Calderón.
Los altercados provocados en el estadio Multiusos de San Lázaro, donde el Compos y el Dépor disputaron uno de los partidos de treintaidosavos de final de la Copa del Rey, han provocado hasta ahora la detención de dos hombres, pertenecientes al "ambiente radical" del Deportivo pero que no están vinculados directamente con la muerte de Ríos, sino con "agresiones directas" al concejal del PP en Santiago Xacobe Pérez Paz y a otros cuatro policías municipales. Estos dos detenidos están acusados de agresión con lesiones, atentado a la autoridad y daños. La Jefatura Superior de Policía de La Coruña ya ha emitido un comunicado en el que pide la colaboración ciudadana para identificar a los participantes en la agresión de Manuel Ríos.
Los hechos ocurrieron una vez finalizado el encuentro, cuando la víctima trató de proteger de hinchas radicales del Deportivo a un niño identificado con la camiseta del Compostela, y fue agredido por un individuo que le propinó "patadas secas" -así lo ha explicado el delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa- que afectaron directamente al hígado y le causaron la muerte. Tras defender la actuación de las Fuerzas de Seguridad en los disturbios, el delegado ha apuntado que en las próximas horas se podrá "avanzar el resultado de la investigación y poner a disposición de la Justicia" al autor de la muerte del seguidor del Deportivo tras la autopsia que se le practique.
Por su parte, la Comisión Antiviolencia, reunida este martes con carácter de urgencia para analizar los incidentes, ha propuesto una sanción de 3.001 euros al club compostelano por falta grave, según ha anunciado el ministro del Interior, Ángel Acebes. Sin embargo, este organismo no ha entrado a debatir la muerte del aficionado porque el suceso ocurrió fuera de las instalaciones del estadio y, por tanto, es competencia de la justicia ordinaria.
Dirigentes políticos y deportivos han mostrado su consternación por el suceso y ha anunciado algunas medidas, entre las que destaca la de que la violencia en el deporte será considerada delito penal tras la próxima reforma del Código Penal, según la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo. Según Del Castillo, esta reforma evitará estas situaciones y permitirá sancionar con penas de hasta tres o cuatro años y seis meses de cárcel los delitos relacionados con la violencia en los campos de fútbol.
En cuanto a los destrozos provocados en San Lázaro, la zona de la grada en la que se encontraban los seguidores radicales del Deportivo, denominada "jaula", quedó con cerca de la mitad de los asientos arrancados y dispersados por el campo, los pasillos y las escaleras. Además, los radicales rompieron los lavabos de los servicios, arrancaron las puertas y destrozaron los inodoros, uno de los cuales lanzaron a la calle a través de un ventanal.
Los altercados provocados en el estadio Multiusos de San Lázaro, donde el Compos y el Dépor disputaron uno de los partidos de treintaidosavos de final de la Copa del Rey, han provocado hasta ahora la detención de dos hombres, pertenecientes al "ambiente radical" del Deportivo pero que no están vinculados directamente con la muerte de Ríos, sino con "agresiones directas" al concejal del PP en Santiago Xacobe Pérez Paz y a otros cuatro policías municipales. Estos dos detenidos están acusados de agresión con lesiones, atentado a la autoridad y daños. La Jefatura Superior de Policía de La Coruña ya ha emitido un comunicado en el que pide la colaboración ciudadana para identificar a los participantes en la agresión de Manuel Ríos.
Los hechos ocurrieron una vez finalizado el encuentro, cuando la víctima trató de proteger de hinchas radicales del Deportivo a un niño identificado con la camiseta del Compostela, y fue agredido por un individuo que le propinó "patadas secas" -así lo ha explicado el delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa- que afectaron directamente al hígado y le causaron la muerte. Tras defender la actuación de las Fuerzas de Seguridad en los disturbios, el delegado ha apuntado que en las próximas horas se podrá "avanzar el resultado de la investigación y poner a disposición de la Justicia" al autor de la muerte del seguidor del Deportivo tras la autopsia que se le practique.
Por su parte, la Comisión Antiviolencia, reunida este martes con carácter de urgencia para analizar los incidentes, ha propuesto una sanción de 3.001 euros al club compostelano por falta grave, según ha anunciado el ministro del Interior, Ángel Acebes. Sin embargo, este organismo no ha entrado a debatir la muerte del aficionado porque el suceso ocurrió fuera de las instalaciones del estadio y, por tanto, es competencia de la justicia ordinaria.
Dirigentes políticos y deportivos han mostrado su consternación por el suceso y ha anunciado algunas medidas, entre las que destaca la de que la violencia en el deporte será considerada delito penal tras la próxima reforma del Código Penal, según la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo. Según Del Castillo, esta reforma evitará estas situaciones y permitirá sancionar con penas de hasta tres o cuatro años y seis meses de cárcel los delitos relacionados con la violencia en los campos de fútbol.
En cuanto a los destrozos provocados en San Lázaro, la zona de la grada en la que se encontraban los seguidores radicales del Deportivo, denominada "jaula", quedó con cerca de la mitad de los asientos arrancados y dispersados por el campo, los pasillos y las escaleras. Además, los radicales rompieron los lavabos de los servicios, arrancaron las puertas y destrozaron los inodoros, uno de los cuales lanzaron a la calle a través de un ventanal.