LD (EFE) Arnold Schwarzenegger ha dado comienzo a una nueva carrera profesional ahora que el héroe del culturismo, uno de los actores de Hollywood mejor pagados, ha sido elegido gobernador de California. Una extraña evolución para alguien nacido hace 56 años en un pequeño pueblo de Austria, que emigró a EEUU en 1968 con las manos en los bolsillos y que nunca ha ejercido ningún cargo político. Sin embargo, si existe un rasgo común en toda su carrera es la ambición, su ansia de triunfo subrayada por todos los que le han conocido y que ahora le ha llevado una vez más a la victoria. "La modestia no es un término con el que se me pueda definir", dijo el actor y ahora político en su biografía.
Como culturista, el "roble austriaco" fue nombrado en cinco ocasiones "Mister Universo" y en el cine, si bien su carrera estuvo siempre lejos de proporcionarle un Oscar, su nombre, aunque impronunciable, ha sido uno de los más populares de la industria. Sus retribuciones han sido legendarias y ha llegado a cobrar treinta millones de dólares por su última película, la tercera entrega de "Terminator," pero con ellos Schwarzenegger ofrecía una imagen de marca de la que el público parecía no cansarse. "Conan el Bárbaro", "Predator" y sobre todo "Terminator" son algunos de los héroes de acción más populares que interpretó en la pantalla grande, donde también supo ganarse el mundo de la comedia riéndose de su musculatura en filmes como "Twins" y "Kindergarten Cop".
Defensor de los derechos de la mujer, de los homosexuales y en favor de un cierto control en el uso de las armas, su mensaje en ocasiones es confuso, como lo demuestra su apoyo a la ecología cuando él fue quien puso de moda el uso de los vehículos "Humvee", de muy alto consumo, en la ciudad. Además están las acusaciones de acoso físico y verbal contra numerosas mujeres, testimonios de rudeza y abuso sexual que empañaron los últimos días de su campaña y que contrastan con el Schwarzenegger caballero y generoso que describen muchas de las actrices que han trabajado con él. Incluso su boda hace 17 años con María Shriver, sobrina del asesinado presidente John F. Kennedy con quien tiene cuatro hijos, parece el reflejo de una de sus ambiciones, le introdujo en el ambiente más parecido al de una familia real que pueda existir en EEUU.
Su elección como gobernador de California le sitúa ahora ante un reto para el que necesitará algo más que un guión de cine, al frente del estado más poblado de EEUU, con una economía equiparable a la de un país como Francia y con un déficit que paliar de 8.000 millones de dólares. Para ello Schwarzenegger está dispuesto a seguir la misma táctica que utilizó como actor, rodearse de un círculo de colaboradores que liderará igual que hizo durante la campaña que le ha costado unos 30 millones de dólares, gran parte de ellos de su propio bolsillo. Esa ha sido una táctica que, unida a su gran don de gentes y a su sentido del humor capaz de evadir las preguntas embarazosas, le ha funcionado hasta el momento y que el culturista, actor y ahora político espera seguir utilizando en Sacramento.
Como culturista, el "roble austriaco" fue nombrado en cinco ocasiones "Mister Universo" y en el cine, si bien su carrera estuvo siempre lejos de proporcionarle un Oscar, su nombre, aunque impronunciable, ha sido uno de los más populares de la industria. Sus retribuciones han sido legendarias y ha llegado a cobrar treinta millones de dólares por su última película, la tercera entrega de "Terminator," pero con ellos Schwarzenegger ofrecía una imagen de marca de la que el público parecía no cansarse. "Conan el Bárbaro", "Predator" y sobre todo "Terminator" son algunos de los héroes de acción más populares que interpretó en la pantalla grande, donde también supo ganarse el mundo de la comedia riéndose de su musculatura en filmes como "Twins" y "Kindergarten Cop".
Defensor de los derechos de la mujer, de los homosexuales y en favor de un cierto control en el uso de las armas, su mensaje en ocasiones es confuso, como lo demuestra su apoyo a la ecología cuando él fue quien puso de moda el uso de los vehículos "Humvee", de muy alto consumo, en la ciudad. Además están las acusaciones de acoso físico y verbal contra numerosas mujeres, testimonios de rudeza y abuso sexual que empañaron los últimos días de su campaña y que contrastan con el Schwarzenegger caballero y generoso que describen muchas de las actrices que han trabajado con él. Incluso su boda hace 17 años con María Shriver, sobrina del asesinado presidente John F. Kennedy con quien tiene cuatro hijos, parece el reflejo de una de sus ambiciones, le introdujo en el ambiente más parecido al de una familia real que pueda existir en EEUU.
Su elección como gobernador de California le sitúa ahora ante un reto para el que necesitará algo más que un guión de cine, al frente del estado más poblado de EEUU, con una economía equiparable a la de un país como Francia y con un déficit que paliar de 8.000 millones de dólares. Para ello Schwarzenegger está dispuesto a seguir la misma táctica que utilizó como actor, rodearse de un círculo de colaboradores que liderará igual que hizo durante la campaña que le ha costado unos 30 millones de dólares, gran parte de ellos de su propio bolsillo. Esa ha sido una táctica que, unida a su gran don de gentes y a su sentido del humor capaz de evadir las preguntas embarazosas, le ha funcionado hasta el momento y que el culturista, actor y ahora político espera seguir utilizando en Sacramento.