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Uno de los "padres" del euro denuncia el riesgo de la "alianza sacrílega" de Francia y Alemania

El ex ministro alemán de Finanzas Theo Waigel, considerado uno de los padres del euro, acusó a los gobiernos de Alemania y Francia de hacer peligrar el Pacto de Estabilidad al querer conseguir un trato privilegiado en la Comisión Europea. La unión franco-alemana la califica de "alianza sacrílega".

L D (EFE) En declaraciones a una agencia de noticias alemana, Waigel rechaza el desafío que Francia y Alemania al alimón han planteado a la UE. "Los pequeños estados de la UE están profundamente irritados por la alianza sacrílega entre las dos grandes economías" europeas, Alemania y Francia, que este año incumplirán por segunda vez el Pacto y han declarado que su prioridad actual no es el ahorro sino reactivar la economía. Waigel recuerda que hace dos años, cuando el déficit de Portugal alcanzó un 4,1 por ciento del PIB (el máximo permitido en la zona euro por el Pacto es el 3) Bruselas intervino de forma "autoritaria" y Lisboa "volvió en seguida a respetar el Tratado" de Maastricht que fija los criterios de estabilidad.

El que fue ministro de Finanzas de Helmut Kohl entre 1989 y 1998 (los años de la unificación alemana y de la gestación del euro) reclama que "se aplique a Alemania y Francia el mismo rigor" que se tuvo con Portugal. Las críticas de Waigel a Bruselas no están dirigidas contra la Comisión, "que ha actuado de forma absolutamente correcta", sino contra el Consejo, más propenso a "doblegarse a la presión " del canciller Gerhard Schroeder, que frecuentemente ha pedido que se tenga en consideración el estatus de motor económico y máximo contribuyente de la UE de su país.

El déficit público alemán se situó en 2002 en el 3,5 por ciento, este año el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, espera que sea del 3,8, y el que viene debería superar el 4. En el caso de Francia, el déficit fue en 2002 del 3,1 por ciento, para este año se espera que llegue al 4 por ciento y el que viene al 3,6. En ambos casos se espera una triple infracción del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que, en principio, debe acarrear sanciones económicas de hasta el 0,5 por ciento del PIB.

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