(Libertad Digital) Cuando las tropas aliadas de España en Irak (Honduras, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana, además de Polonia y EEUU) pasaron frente a las tribunas de dirigentes políticos y altos cargos, los presentes en las mismas se pusieron en pie, como marca el protocolo, en señal de respeto. José Luis Rodríguez Zapatero permaneció sentado y se negó a aplaudir. El líder socialista ha justificado este lunes su actitud de desprecio con los aliados de España: "Permanecí sentado por coherencia con la posición que he mantenido y con una posición mayoritaria de los españoles en contra de la guerra y para mantener la dignidad frente a un Gobierno que está permanente sometiendo los intereses de España a los dictados de Bush", dijo Zapatero.
Además, afirmó que no había sido informado de que durante el desfile militar iban a participar, y se iba a homenajear, a las "fuerzas ocupantes" en Irak. En declaraciones a "La Linterna" de la COPE, añadió que ni él "ni la prensa" sabían que se iba a producir ese desfile. De hecho, presumió de haber tomado la decisión "en décimas de segundo" . Sin embargo, una simple consulta al programa que el Ministerio de Defensa difundió en su página web, contradice la versión de Zapatero. El desfile de las tropas que tanto molestó al líder socialista estaba previsto y anunciado con fecha 10 de octubre, dos días antes de la Fiesta Nacional, como muestra la nota de prensa hecha pública desde el Ministerio que dirige Federico Trillo.
Fragmento de la comunicación pública del Ministerio de Defensa
La paradoja es que sea el propio ministro de Defensa Federico Trillo quien disculpe a Zapatero diciendo que aunque no comparte su gesto, no pudo ser premeditado. Sin embargo, Zapatero ha pedido a José María Aznar que explique la "desvergüenza" que supuso que el Gobierno "utilizara" la Fiesta Nacional para convertirla en "un acto partidista de apoyo a una guerra ilegal en Irak".
Horas antes, el portavoz del PSOE, Jesús Caldera , explicaba en Telecinco la actitud de su secretario general en el desfile de las Fuerzas Armadas. Caldera ha respaldado la actitud de Zapatero porque, en su opinión, "interpretaba lo sentido por millones de españoles". Dijo que "al Gobierno no se le ocurrió traer las banderas de estos países cuando se intervino en los Balcanes o Afganistán". Además, el portavoz socialista afirmó que el Gobierno convirtió el homenaje a las Fuerzas Armadas en la "exaltación de una guerra que no querían los españoles. Una guerra ilegal". Conviene recordar que en ocasiones anteriores, tropas de países que participaban junto a España en misiones en los Balcanes o del Euroejército –como Alemania, Francia o Bélgica– han participado en este desfile sin que se produjeran incidentes similares al protagonizado por Zapatero.
Pero esta ocasión era diferente porque entre las banderas a honrar estaba la de EEUU. "A pesar de nuestro aprecio por el pueblo norteamericano no se puede convertir el día de las fuerzas armadas en un día de exaltación de EEUU", dijo Caldera, que reiteró sus críticas al PP por haber convertido "ese día en una exaltación de la dependencia y subordinación a EEUU". Además, el diputado socialista señaló que los militares españoles "son unos profesionales que nos llenan de orgullo", pero advirtió de que "si el PSOE gana las elecciones retiraríamos nuestras fueras de Irak". Para terminar, afirmó que "este Gobierno es tan extremista que no se le puede dar crédito".
Pese a las explicaciones, Trillo minimiza el desprecio
Al concluir su conferencia sobre "El terrorismo en una civilización global" que pronunció en el Círculo Ecuestre de Barcelona y que estaba auspiciada por el Club Roma, el ministro de Defensa interpretó a su manera lo sucedido el domingo. Pese a que el propio Zapatero ha declarado que su gesto de desprecio a las tropas de EEUU fue una protesta por la guerra de Irak y que su ministerio había informado de los detalles del desfile, Federico Trillo, le disculpa: "Me extraña que fuera una actitud deliberada, estoy seguro de que en ningún caso Zapatero quiso faltar al respeto de las banderas".
Trillo explicó que la brigada Plus Ultra se integra dentro de la división multinacional y que por ese motivo también estaba la enseña norteamericana. "Junto a esas banderas iban todas las banderas de España que representaban a las distintas unidades que participaron en ese desfile". En este sentido, el ministro de Defensa dijo que no hay que "magnificar ni la presencia de la bandera ni la actitud personal de Zapatero" y resaltó que la enseña de los EEUU ya ha desfilado en otras ocasiones y "se ha hecho con el respeto de todos por ser un aliado preferencial de España".
Llamazares, que no estuvo, dice que los diplomáticos tampoco se levantaron
Por su parte, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares , que no acudió al desfile, dijo que "no solamente José Luis Rodríguez Zapatero no se levantó" al paso de las banderas de Estados Unidos, sino que "buena parte de los diplomáticos en España" tampoco lo hicieron. En declaraciones a Efe-Radio, Llamazares opinó que los diplomáticos "hicieron bien" porque los países a los que representan "tampoco están en la coalición de la guerra". El líder comunista comparte el argumento de Caldera de que "quien dividió, tanto a las fuerzas políticas como a la representación diplomática internacional en el día de la Fiesta Nacional fue el Gobierno del PP" por intentar hacer de la celebración "un objetivo partidista".
Además, afirmó que no había sido informado de que durante el desfile militar iban a participar, y se iba a homenajear, a las "fuerzas ocupantes" en Irak. En declaraciones a "La Linterna" de la COPE, añadió que ni él "ni la prensa" sabían que se iba a producir ese desfile. De hecho, presumió de haber tomado la decisión "en décimas de segundo" . Sin embargo, una simple consulta al programa que el Ministerio de Defensa difundió en su página web, contradice la versión de Zapatero. El desfile de las tropas que tanto molestó al líder socialista estaba previsto y anunciado con fecha 10 de octubre, dos días antes de la Fiesta Nacional, como muestra la nota de prensa hecha pública desde el Ministerio que dirige Federico Trillo.
La paradoja es que sea el propio ministro de Defensa Federico Trillo quien disculpe a Zapatero diciendo que aunque no comparte su gesto, no pudo ser premeditado. Sin embargo, Zapatero ha pedido a José María Aznar que explique la "desvergüenza" que supuso que el Gobierno "utilizara" la Fiesta Nacional para convertirla en "un acto partidista de apoyo a una guerra ilegal en Irak".
Horas antes, el portavoz del PSOE, Jesús Caldera , explicaba en Telecinco la actitud de su secretario general en el desfile de las Fuerzas Armadas. Caldera ha respaldado la actitud de Zapatero porque, en su opinión, "interpretaba lo sentido por millones de españoles". Dijo que "al Gobierno no se le ocurrió traer las banderas de estos países cuando se intervino en los Balcanes o Afganistán". Además, el portavoz socialista afirmó que el Gobierno convirtió el homenaje a las Fuerzas Armadas en la "exaltación de una guerra que no querían los españoles. Una guerra ilegal". Conviene recordar que en ocasiones anteriores, tropas de países que participaban junto a España en misiones en los Balcanes o del Euroejército –como Alemania, Francia o Bélgica– han participado en este desfile sin que se produjeran incidentes similares al protagonizado por Zapatero.
Pero esta ocasión era diferente porque entre las banderas a honrar estaba la de EEUU. "A pesar de nuestro aprecio por el pueblo norteamericano no se puede convertir el día de las fuerzas armadas en un día de exaltación de EEUU", dijo Caldera, que reiteró sus críticas al PP por haber convertido "ese día en una exaltación de la dependencia y subordinación a EEUU". Además, el diputado socialista señaló que los militares españoles "son unos profesionales que nos llenan de orgullo", pero advirtió de que "si el PSOE gana las elecciones retiraríamos nuestras fueras de Irak". Para terminar, afirmó que "este Gobierno es tan extremista que no se le puede dar crédito".
Pese a las explicaciones, Trillo minimiza el desprecio
Al concluir su conferencia sobre "El terrorismo en una civilización global" que pronunció en el Círculo Ecuestre de Barcelona y que estaba auspiciada por el Club Roma, el ministro de Defensa interpretó a su manera lo sucedido el domingo. Pese a que el propio Zapatero ha declarado que su gesto de desprecio a las tropas de EEUU fue una protesta por la guerra de Irak y que su ministerio había informado de los detalles del desfile, Federico Trillo, le disculpa: "Me extraña que fuera una actitud deliberada, estoy seguro de que en ningún caso Zapatero quiso faltar al respeto de las banderas".
Trillo explicó que la brigada Plus Ultra se integra dentro de la división multinacional y que por ese motivo también estaba la enseña norteamericana. "Junto a esas banderas iban todas las banderas de España que representaban a las distintas unidades que participaron en ese desfile". En este sentido, el ministro de Defensa dijo que no hay que "magnificar ni la presencia de la bandera ni la actitud personal de Zapatero" y resaltó que la enseña de los EEUU ya ha desfilado en otras ocasiones y "se ha hecho con el respeto de todos por ser un aliado preferencial de España".
Llamazares, que no estuvo, dice que los diplomáticos tampoco se levantaron
Por su parte, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares , que no acudió al desfile, dijo que "no solamente José Luis Rodríguez Zapatero no se levantó" al paso de las banderas de Estados Unidos, sino que "buena parte de los diplomáticos en España" tampoco lo hicieron. En declaraciones a Efe-Radio, Llamazares opinó que los diplomáticos "hicieron bien" porque los países a los que representan "tampoco están en la coalición de la guerra". El líder comunista comparte el argumento de Caldera de que "quien dividió, tanto a las fuerzas políticas como a la representación diplomática internacional en el día de la Fiesta Nacional fue el Gobierno del PP" por intentar hacer de la celebración "un objetivo partidista".