L D (EFE) En un comunicado distribuido a su llegada a Fresno (California), en ruta hacia una gira que le llevará a siete países asiáticos, el presidente de EEUU culpó de la violencia a las autoridades palestinas, al considerar que no han tomado las medidas adecuadas contra los grupos terroristas. "Estamos colaborando estrechamente con los funcionarios correspondientes para llevar a los terroristas ante la justicia", afirmó Bush.
En el comunicado, el presidente de EEUU insiste en que "las autoridades palestinas deberían haber tomado medidas hace mucho tiempo para combatir el terrorismo en todas sus formas". Según Bush, "debe haber un primer ministro (palestino) con poderes, que controle a todas las fuerzas de seguridad palestinas, una reforma que Arafat continúa bloqueando. El no acometer estas reformas y desmantelar las organizaciones terroristas constituye el mayor obstáculo para alcanzar el sueño de un Estado palestino".
Powell exige a Abu Alá que acabe con el terrorismo
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, expresó en un comunicado su "indignación" por el asesinato de los tres estadounidenses "que participaban en una misión de paz". Powell dialogó por teléfono con el primer ministro palestino, Ahmed Qurea (Abú Alá), y el titular de Exteriores israelí, Silvan Shalom, a los que expresó "en los términos más contundentes posibles" la necesidad de tomar medidas urgentes para poner fin al terrorismo.
En concreto, el secretario de Estado expresó a Qurea "de modo absolutamente claro que no podemos avanzar hacia una solución del conflicto palestino que incluya dos Estados sin eliminar la violencia y el terrorismo". Por su parte, el embajador de EEUU en Israel, Daniel Kurzer, ha pedido al presidente de la ANP, Yaser Arafat, que detenga a los autores del atentado. En una rueda de prensa celebrada en la embajada de EEUU en Tel Aviv, Kurzer dijo que, a pesar del atentado, EEUU seguirá apoyando el proceso de paz entre palestinos e israelíes.
Tres agentes de seguridad muertos
El ataque terrorista constituye el primer atentado con víctimas contra diplomáticos de EEUU en tres años de Intifada. Tres guardaespaldas privados de nacionalidad estadounidense han muerto y otro ha resultado gravemente herido cuando estalló una bomba bajo el segundo de los vehículos de un convoy de tres todoterrenos blindados. La caravana se dirigía a Gaza con funcionarios de la embajada de EEUU para entrevistar a un grupo de universitarios que aspiraban a conseguir la beca Fulbright.
Fuentes médicas palestinas han informado a Efe que los muertos son Mark Parson ingresado en principio en el hospital de al-Auda en el campo de refugiados de Yebalia; John Martin, de 30 años, y John Brachizio, de 37 en el hospital de Shifa de la ciudad de Gaza. Los principales grupos terroristas palestinos, como HAMAS y la Yihad Islámica, han negado su participación en el atentado, sin que hasta el momento esté claro si los ciudadanos estadounidenses eran el objetivo específico del ataque.
El FBI (policía federal estadounidense) ha comenzado ya a colaborar con las autoridades palestinas e israelíes para tratar de establecer la autoría del atentado, condenado por Arafat como un "sucio crimen". El embajador estadounidense en Israel ha anunciado que la embajada ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos de EEUU que viven en Gaza, entre 200 y 400, para que abandonen dicho territorio.
En el comunicado, el presidente de EEUU insiste en que "las autoridades palestinas deberían haber tomado medidas hace mucho tiempo para combatir el terrorismo en todas sus formas". Según Bush, "debe haber un primer ministro (palestino) con poderes, que controle a todas las fuerzas de seguridad palestinas, una reforma que Arafat continúa bloqueando. El no acometer estas reformas y desmantelar las organizaciones terroristas constituye el mayor obstáculo para alcanzar el sueño de un Estado palestino".
Powell exige a Abu Alá que acabe con el terrorismo
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, expresó en un comunicado su "indignación" por el asesinato de los tres estadounidenses "que participaban en una misión de paz". Powell dialogó por teléfono con el primer ministro palestino, Ahmed Qurea (Abú Alá), y el titular de Exteriores israelí, Silvan Shalom, a los que expresó "en los términos más contundentes posibles" la necesidad de tomar medidas urgentes para poner fin al terrorismo.
En concreto, el secretario de Estado expresó a Qurea "de modo absolutamente claro que no podemos avanzar hacia una solución del conflicto palestino que incluya dos Estados sin eliminar la violencia y el terrorismo". Por su parte, el embajador de EEUU en Israel, Daniel Kurzer, ha pedido al presidente de la ANP, Yaser Arafat, que detenga a los autores del atentado. En una rueda de prensa celebrada en la embajada de EEUU en Tel Aviv, Kurzer dijo que, a pesar del atentado, EEUU seguirá apoyando el proceso de paz entre palestinos e israelíes.
Tres agentes de seguridad muertos
El ataque terrorista constituye el primer atentado con víctimas contra diplomáticos de EEUU en tres años de Intifada. Tres guardaespaldas privados de nacionalidad estadounidense han muerto y otro ha resultado gravemente herido cuando estalló una bomba bajo el segundo de los vehículos de un convoy de tres todoterrenos blindados. La caravana se dirigía a Gaza con funcionarios de la embajada de EEUU para entrevistar a un grupo de universitarios que aspiraban a conseguir la beca Fulbright.
Fuentes médicas palestinas han informado a Efe que los muertos son Mark Parson ingresado en principio en el hospital de al-Auda en el campo de refugiados de Yebalia; John Martin, de 30 años, y John Brachizio, de 37 en el hospital de Shifa de la ciudad de Gaza. Los principales grupos terroristas palestinos, como HAMAS y la Yihad Islámica, han negado su participación en el atentado, sin que hasta el momento esté claro si los ciudadanos estadounidenses eran el objetivo específico del ataque.
El FBI (policía federal estadounidense) ha comenzado ya a colaborar con las autoridades palestinas e israelíes para tratar de establecer la autoría del atentado, condenado por Arafat como un "sucio crimen". El embajador estadounidense en Israel ha anunciado que la embajada ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos de EEUU que viven en Gaza, entre 200 y 400, para que abandonen dicho territorio.