L D (EFE) La tensión entre el PSOE y el BNG de Vigo se acrecentó esta semana a raíz del nombramiento del gerente de Urbanismo, ya que los nacionalistas apoyaban al que hasta ahora se mantenía en sus funciones, Javier Rivas, que había ocupado el cargo con el anterior alcalde del Bloque, mientras los socialistas proponían otro nombre. Finalmente, en el Consejo de la Gerencia celebrado este jueves, BNG, PP y Progresistas Vigueses apoyaron con sus votos a Rivas, ante la oposición de los socialistas. Una vez finalizada la sesión, el alcalde se reunió con los concejales socialistas en su despacho durante cerca de una hora. Posteriormente, en rueda de prensa acompañado del resto del grupo municipal socialista, el alcalde indicó que tras esta discrepancia "clara y contundente" se vio obligado a romper el pacto de gobierno.
Pérez Mariño inició su comparecencia refiriéndose a la "discrepancia importante, clara y contundente" que ha supuesto esta situación y aseguró que su grupo ha intentado buscar "una fórmula consensuada sin perjuicio de defender las atribuciones que tenemos en este nombramiento". Tras asegurar que, como alcalde, nombrará gerente a Rivas, indicó que buscarán un modo adecuado de dirigir la Gerencia de Urbanismo "sin renunciar a un mejor funcionamiento". A su juicio, en el pacto suscrito se atribuyeron a su grupo las competencias en Urbanismo, unas competencias que incluyen el nombramiento del gerente, puesto que así lo trataron, según dijo, los representantes de los socialistas en la negociación del acuerdo de gobierno.
Esta decisión, "de responsabilidad inexcusable y absoluta del grupo socialista", deja sin efecto la delegación de competencias y revoca el nombramiento como miembros de la junta de Gobierno de los concejales nacionalistas, explicó Pérez Mariño. Además, señaló que no se ha planteado la posibilidad de dimitir, para afirmar que, en este momento, no concurren las causas necesarias para la presentación de una moción.
A partir de ahora, Pérez Mariño ve posible gobernar haciendo "los ajustes convenientes" y proponiendo acuerdos puntuales que permitan "un mejor Gobierno de la ciudad". El PSdeG y el BNG firmaron un pacto de Gobierno en más de 50 ayuntamientos gallegos, incluido el de Vigo, tras las pasadas elecciones municipales por el que se comprometieron a apoyarse mutuamente en los municipios en los que no habían obtenido mayoría absoluta. En Vigo, el PP obtuvo el pasado 25 de mayo 10 concejales, el PSOE 8, el BNG 7 y el grupo Progresistas Vigueses (PROVI) encabezado por el ex alcalde socialista Manuel Soto consiguió 2 ediles.
Pérez Mariño inició su comparecencia refiriéndose a la "discrepancia importante, clara y contundente" que ha supuesto esta situación y aseguró que su grupo ha intentado buscar "una fórmula consensuada sin perjuicio de defender las atribuciones que tenemos en este nombramiento". Tras asegurar que, como alcalde, nombrará gerente a Rivas, indicó que buscarán un modo adecuado de dirigir la Gerencia de Urbanismo "sin renunciar a un mejor funcionamiento". A su juicio, en el pacto suscrito se atribuyeron a su grupo las competencias en Urbanismo, unas competencias que incluyen el nombramiento del gerente, puesto que así lo trataron, según dijo, los representantes de los socialistas en la negociación del acuerdo de gobierno.
Esta decisión, "de responsabilidad inexcusable y absoluta del grupo socialista", deja sin efecto la delegación de competencias y revoca el nombramiento como miembros de la junta de Gobierno de los concejales nacionalistas, explicó Pérez Mariño. Además, señaló que no se ha planteado la posibilidad de dimitir, para afirmar que, en este momento, no concurren las causas necesarias para la presentación de una moción.
A partir de ahora, Pérez Mariño ve posible gobernar haciendo "los ajustes convenientes" y proponiendo acuerdos puntuales que permitan "un mejor Gobierno de la ciudad". El PSdeG y el BNG firmaron un pacto de Gobierno en más de 50 ayuntamientos gallegos, incluido el de Vigo, tras las pasadas elecciones municipales por el que se comprometieron a apoyarse mutuamente en los municipios en los que no habían obtenido mayoría absoluta. En Vigo, el PP obtuvo el pasado 25 de mayo 10 concejales, el PSOE 8, el BNG 7 y el grupo Progresistas Vigueses (PROVI) encabezado por el ex alcalde socialista Manuel Soto consiguió 2 ediles.