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Aznar recuerda a D'Estaing que "Niza no es la Biblia" pero tampoco lo es su proyecto de Constitución

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, ha mostrado su disposición a discutir cualquier opción sobre el reparto de poder en la Unión Europea que respete los "equilibrios institucionales" ya pactados. El jefe del Ejecutivo ha dicho que, aunque el Tratado de "Niza no es la Biblia", el proyecto de Constitución elaborada por el equipo de Valéry Gíscard d'Estaing, tampoco, "aunque algunos lo pretenden".

L D (Agencias) En conferencia de prensa al concluir la primera sesión de la cumbre europea de Bruselas, Aznar recalcó que la discusión entre los socios sobre las reformas institucionales de la UE debe abarcar la configuración del Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo en un "paquete global", y aseguró que cada vez escucha más voces entre sus socios partidarias de respetar los equilibrios pactados en Niza y en contra de las pretensiones lanzadas por el presidente de la Convención para el futuro de Europa, Valéry Giscard d´Estaing, quien pretende poner en marcha un nuevo sistema de voto para recortar las supuestas ventajas obtenidas por España en el Tratado de Niza.

Por su parte, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, presidente del Consejo rotatorio, confirmó que la presidencia de la UE presentará entre mediados y finales de noviembre una propuesta global de compromiso sobre la futura Constitución. Tras el debate celebrado entre los jefes de Estado o Gobierno de la UE sólo existen, según Frattini, dos "verdaderas discrepancias" en la reforma institucional: la primera, sobre el tamaño de la futura Comisión Europea (entre 15 y 25 comisarios) y la segunda, planteada por España y Polonia, sobre el método de cálculo de la mayoría cualificada. Según Frattini, Aznar no hizo ninguna propuesta para resolver sus objeciones al sistema de la "doble mayoría" tal y como figura en el borrador actual de la Constitución (mitad más uno de los estados y sesenta por ciento de la población).

Al presentar su propuesta de transacción final, la presidencia de turno italiana tendrá en cuenta tres objetivos: "la imposibilidad de un compromiso a la baja" respecto a lo conseguido por la Convención, no dificultar la toma de decisiones, y mantener el equilibrio entre las tres instituciones de la UE (Comisión, Consejo y Parlamento). Según Frattini, la idea adelantada por Silvio Berlusconi de una cumbre extraordinaria en noviembre para hacer avanzar la Conferencia Intergubernamental constituye "una hipótesis no imprescindible", a la que se recurrirá en caso de necesidad, tal vez con el formato de un "almuerzo informal" de los jefes de Estado o Gobierno.

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