L D (EFE) La sentencia, contra la que cabe recurso, fue notificada este jueves, diez días después de que concluyera el juicio. El magistrado que juzgó a los asesinos de Sandra Palo, de 22 años, los considera culpables de los delitos de detención ilegal, violación y asesinato.
Según la sentencia, J.R.M., alias "Ramoncín", y R.S.G., "Ramón", ambos de 17 años, han sido condenados a 8 años de internamiento y cinco años de libertada vigilada, mientras que el juez ha impuesto una pena de cuatro años de internamiento y tres de libertad vigilada a R.G.F. "Pumuki", de 14 años, tal y como solicitaba el fiscal. Además de estos tres menores, la Policía detuvo también a Francisco Javier A., alias "El Malaguita", que será juzgado aparte por ser mayor de edad cuando participó en el crimen.
La madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, que ha emprendido una movilización para reformar la Ley del Menor, ha declarado a Radio Nacional que "en este caso porque es mi hija, pero yo creo que ocho años de internamiento y cinco de libertad vigilada no es lo que vale una persona, y menos un hijo, que es lo que más valoras en este mundo". Cuando Bermúdez conoció las penas que pedía el fiscal para los asesinos de su hija, las mismas que ahora ha impuesto el juez, declaró a Libertad Digital que son "una porquería".
La máxima sanción que prevé la ley
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, dijo este jueves que "la sanción es la medida máxima que prevé la Ley, por lo que el Juzgado ha aplicado lo que es posible". No obstante, espera que los tres jóvenes cumplan íntegramente la pena que se les ha impuesto. Sin embargo, estimó que "no es suficiente y la Ley sanciona este tipo de hechos de forma benévola".
Esteban Ibarra se preguntó si el joven condenado a cuatro años de internamiento se reeducará transcurrido ese tiempo y si a los 18 cuando salga hay garantías de que no repetirá una acción "tan brutal".Concluyó señalando que "la Ley prevé que a la mitad -del tiempo de las sanciones- con informes técnicos el juez puede rebajarlas".
Violada, atropellada y quemada
El cadáver de Sandra Palo fue hallado por un camionero el pasado 17 de mayo quemado en una cuneta de la carretera de Toledo (N-401) en el municipio de Leganés a la altura del kilómetro 8,200 y junto a una empresa de rótulos. Durante el juicio, que se celebró a puerta cerrada, los tres menores condenados afirmaron que actuaron inducidos y manipulados por "El Malaguita", quien declaró en esa vista como testigo y dijo no recordar nada.
Sandra, que vivía con sus padres y hermanos en el barrio de Las Margaritas de Getafe, fue vista por última vez sobre las 2:30 horas del día 17 de mayo en la parada de autobuses interurbanos de la Plaza Elíptica, en el barrio madrileño de Carabanchel, después de haber salido de una discoteca a la que había acudido con unos amigos.
En el lugar en el que apareció su cadáver, los investigadores recogieron diversas pruebas que resultaron fundamentales para la investigación y llevaron a la detención de los autores de este crimen, que formaban parte de una banda de "aluniceros" con múltiples antecedentes por ese tipo de robos.
Según la sentencia, J.R.M., alias "Ramoncín", y R.S.G., "Ramón", ambos de 17 años, han sido condenados a 8 años de internamiento y cinco años de libertada vigilada, mientras que el juez ha impuesto una pena de cuatro años de internamiento y tres de libertad vigilada a R.G.F. "Pumuki", de 14 años, tal y como solicitaba el fiscal. Además de estos tres menores, la Policía detuvo también a Francisco Javier A., alias "El Malaguita", que será juzgado aparte por ser mayor de edad cuando participó en el crimen.
La madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, que ha emprendido una movilización para reformar la Ley del Menor, ha declarado a Radio Nacional que "en este caso porque es mi hija, pero yo creo que ocho años de internamiento y cinco de libertad vigilada no es lo que vale una persona, y menos un hijo, que es lo que más valoras en este mundo". Cuando Bermúdez conoció las penas que pedía el fiscal para los asesinos de su hija, las mismas que ahora ha impuesto el juez, declaró a Libertad Digital que son "una porquería".
La máxima sanción que prevé la ley
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, dijo este jueves que "la sanción es la medida máxima que prevé la Ley, por lo que el Juzgado ha aplicado lo que es posible". No obstante, espera que los tres jóvenes cumplan íntegramente la pena que se les ha impuesto. Sin embargo, estimó que "no es suficiente y la Ley sanciona este tipo de hechos de forma benévola".
Esteban Ibarra se preguntó si el joven condenado a cuatro años de internamiento se reeducará transcurrido ese tiempo y si a los 18 cuando salga hay garantías de que no repetirá una acción "tan brutal".Concluyó señalando que "la Ley prevé que a la mitad -del tiempo de las sanciones- con informes técnicos el juez puede rebajarlas".
Violada, atropellada y quemada
El cadáver de Sandra Palo fue hallado por un camionero el pasado 17 de mayo quemado en una cuneta de la carretera de Toledo (N-401) en el municipio de Leganés a la altura del kilómetro 8,200 y junto a una empresa de rótulos. Durante el juicio, que se celebró a puerta cerrada, los tres menores condenados afirmaron que actuaron inducidos y manipulados por "El Malaguita", quien declaró en esa vista como testigo y dijo no recordar nada.
Sandra, que vivía con sus padres y hermanos en el barrio de Las Margaritas de Getafe, fue vista por última vez sobre las 2:30 horas del día 17 de mayo en la parada de autobuses interurbanos de la Plaza Elíptica, en el barrio madrileño de Carabanchel, después de haber salido de una discoteca a la que había acudido con unos amigos.
En el lugar en el que apareció su cadáver, los investigadores recogieron diversas pruebas que resultaron fundamentales para la investigación y llevaron a la detención de los autores de este crimen, que formaban parte de una banda de "aluniceros" con múltiples antecedentes por ese tipo de robos.