L D (EFE) El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall ha hecho estas declaraciones durante la presentación de su libro "Maragall afirma. Artículos 2000-2003", editado por Aguilar, un volumen que recoge escritos suyos en diferentes periódicos y en el que el candidato autonómico del PSC propone una forma diferente a la del nacionalismo catalán a la hora de relacionarse con España.
Acompañado por los periodistas Lluís Bassets y Enric Juliana, así como por el responsable de la editorial Aguilar, Juan Cruz, Pasqual Maragall ha proclamado su catalanismo como "requisito necesario" pero no único para presentarse a las elecciones del próximo 16 de noviembre, y ha reivindicado, frente "a los que me dicen que hable de cosas que interesen a la gente", su voluntad de dar su opinión sobre cuestiones como la reforma del Estatuto de Autonomía. Explica el socialista que "es verdad que el Estatut no interesa a la gente, pero si no das tu opinión y dices lo que piensas sobre cuestiones como ésta, luego la gente no te escucha".
Pero Maragall ha remarcado que "la identidad te la da el contenido de las políticas que haces", por lo que "Cataluña será alguna cosa más" sólo si aplica políticas sociales de interés ciudadano en favor de la vivienda, los barrios o las infraestructuras. Esta es la diferencia entre el PSC y CiU, ya que Maragall entiende que la federación nacionalista ya "no tiene nada más que ofrecer", más allá de su sentimiento nacionalista.
"Los nacionalistas están demostrando que lo son muy poco"
Maragall cree que "las piezas se están ordenando" para que el PSC arrebate a CiU la Generalitat tras el 16-N, y ha criticado a la federación de Pujol porque "los nacionalistas están demostrando que lo son muy poco, con ideas de bombero", en referencia a la propuesta de CiU de crear selecciones catalano-andorranas, o cuando decide pactar con el PP durante dos legislaturas. Ante esta situación, Maragall ha apelado directamente al secretario general de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, para que "no se deje enredar" y apoye a los socialistas porque "si te dices de izquierdas, no puedes ser equidistante".
Respecto a la relación con España y más allá de su propuesta para reformar la Constitución y hacer más territorial el Senado, Maragall ha sugerido una alianza al estilo del eje franco-alemán en Europa, que pese a sus históricas diferencias se ponen de acuerdo en beneficio mutuo. Frente a la estrategia del "nacionalismo pujoliano ", Maragall cree que Cataluña y España, si no son "estúpidas", están "condenadas a entenderse", para lo que ha reclamado "un poco de doctrina" de la España plural. En esta línea, también ha reclamado una reunión en Barcelona de dirigentes que protagonizaron el periodo constituyente para que "pongan piernas" a la Constitución y digan "qué falta para seguir caminando".
Acompañado por los periodistas Lluís Bassets y Enric Juliana, así como por el responsable de la editorial Aguilar, Juan Cruz, Pasqual Maragall ha proclamado su catalanismo como "requisito necesario" pero no único para presentarse a las elecciones del próximo 16 de noviembre, y ha reivindicado, frente "a los que me dicen que hable de cosas que interesen a la gente", su voluntad de dar su opinión sobre cuestiones como la reforma del Estatuto de Autonomía. Explica el socialista que "es verdad que el Estatut no interesa a la gente, pero si no das tu opinión y dices lo que piensas sobre cuestiones como ésta, luego la gente no te escucha".
Pero Maragall ha remarcado que "la identidad te la da el contenido de las políticas que haces", por lo que "Cataluña será alguna cosa más" sólo si aplica políticas sociales de interés ciudadano en favor de la vivienda, los barrios o las infraestructuras. Esta es la diferencia entre el PSC y CiU, ya que Maragall entiende que la federación nacionalista ya "no tiene nada más que ofrecer", más allá de su sentimiento nacionalista.
"Los nacionalistas están demostrando que lo son muy poco"
Maragall cree que "las piezas se están ordenando" para que el PSC arrebate a CiU la Generalitat tras el 16-N, y ha criticado a la federación de Pujol porque "los nacionalistas están demostrando que lo son muy poco, con ideas de bombero", en referencia a la propuesta de CiU de crear selecciones catalano-andorranas, o cuando decide pactar con el PP durante dos legislaturas. Ante esta situación, Maragall ha apelado directamente al secretario general de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, para que "no se deje enredar" y apoye a los socialistas porque "si te dices de izquierdas, no puedes ser equidistante".
Respecto a la relación con España y más allá de su propuesta para reformar la Constitución y hacer más territorial el Senado, Maragall ha sugerido una alianza al estilo del eje franco-alemán en Europa, que pese a sus históricas diferencias se ponen de acuerdo en beneficio mutuo. Frente a la estrategia del "nacionalismo pujoliano ", Maragall cree que Cataluña y España, si no son "estúpidas", están "condenadas a entenderse", para lo que ha reclamado "un poco de doctrina" de la España plural. En esta línea, también ha reclamado una reunión en Barcelona de dirigentes que protagonizaron el periodo constituyente para que "pongan piernas" a la Constitución y digan "qué falta para seguir caminando".