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Carlos Mesa trata de formar Gobierno en Bolivia sin contar con los partidos políticos

El nuevo presidente de Bolivia, Carlos Mesa, está intentando formar el primer Gabinete sin políticos de la historia de Bolivia. En su opinión es la "única apuesta posible" para salir de la crisis abierta hace un mes, aunque admite que corre el riesgo de un "naufragio total". Desde Miami, el ex presidente Lozada advierte de que Bolivia podría caer en manos de un Ejecutivo de "narco-sindicalistas".

L D (EFE) Mesa, que asumió la presidencia la noche del viernes tras la renuncia de su antecesor, sigue intentando formalizar el Gabinete que, si el Congreso lo acepta, se pondrá al frente de Bolivia hasta que convoque elecciones generales.

Pero el retraso en el anuncio de su composición, que se había fijado para el sábado, denota que al jefe de Estado no le está resultando fácil completar su elenco de colaboradores. "Persona especializada en el tema para el que ha sido convocada, con transparencia y con una hoja de vida intachable que permita dar credibilidad" y, además, sin militancia política, es el perfil de ministro que busca. Pero no es tarea fácil.

Como ha reconocido el propio mandatario hay "muchas razones" por las que "un profesional con trayectoria contrastada" no se incorporaría a una empresa cargada de riesgos. "Es difícil por muchas razones, no solamente por el tema de la militancia partidaria (...), en un momento tan complicado como el que está viviendo el país no es fácil convencer a personas que tienen un trabajo, que tienen responsabilidades asumidas, entrar en un gobierno que tiene un desafío del tamaño que debe afrontar", ha explicado Mesa en una rueda de prensa ante los medios locales.

Se arriesga a un "naufragio total"

El pasado jueves, cuando le retiró su apoyo al anterior presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa dijo que no estaba "con la filosofía de que la razón de Estado justifica la muerte, ni con la filosofía de los instrumentos y las banderas radicales que pretenden (...) destruirlo todo". Por esa misma filosofía, según ha explicado Mesa, ha decidido distanciarse de los políticos, aunque reconoce que "es una apuesta muy arriesgada en la que estamos, pero es la única posible".

Según Mesa, "el país no podría aceptar hoy en día una conformación de gabinete con partidos políticos". A su juicio, sólo un Ejecutivo formado por tecnócratas podrá revitalizar la vida política en Bolivia, a pesar de que sabe que corre el riesgo "de un naufragio total". "Ojalá que los partidos puedan sacar una lección positiva porque hay algo que me parece fundamental: no podemos concebir una democracia sin partidos políticos que representen corrientes de opinión", ha declarado.

Los primeros compromisos de Mesa

El gabinete ministerial que le acompañará en su proyecto político aún no ha sido comunicado oficialmente, pero ya se baraja algún nombre, como el del hasta ahora secretario de Asuntos Generales de la Vicepresidencia, José Galindo, que ocupará casi con total seguridad la cartera de Presidencia. Mesa también ha explicado que quiere un ministro de Defensa "que nazca de las Fuerzas Armadas" y que el responsable de la cartera de Gobierno (Interior) tenga "un perfil que muestre claramente una voluntad distinta de la represión como elemento fundamental".

Mesa ha prometido la convocatoria de un referéndum vinculante sobre la exportación de gas, a pesar de reconocer que su venta es "indispensable" para la economía de Bolivia. También se ha comprometido a convocar una Asamblea Constituyente, pero ha dicho que no es el momento de lanzar espectaculares anuncios cuando hay que recuperar la unidad nacional y cerrar las heridas del último conflicto, en el que han perdido la vida más de 70 personas.

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