(Libertad Digital) En declaraciones a los periodistas en Vilafranca del Penedés, Maragall ha respondido así al candidato de CiU, Artur Mas, que había pedido el voto para su federación para evitar que Cataluña "sea entregada al poder político de Madrid". "Nos tendremos que poner serios", ha advertido Maragall, que añadió que la "dependencia más grande" de Cataluña respecto a Madrid ha sido la protagonizada por CiU en los últimos ocho años, debido a su alianza con el PP en el Congreso y en el Parlament, según informa EFE.
Maragall ha recordado que el avance de Cataluña fue superior en la época en la que el PSOE gobernaba en La Moncloa y desde Barcelona se impulsaban proyectos como el de los Juegos Olímpicos, mientras que no se ha logrado "nada" cuando la vida política catalana y española ha estado presidida por dos nacionalismos "enfrentados". En este sentido, ha destacado que el socialismo español de Zapatero "tiene la necesidad y la obligación, y la está cumpliendo, de definirse más respecto a la España plural". "Esto con Felipe González no era necesario, o no lo pudimos hacer, o no se lo pedimos tanto", ha admitido, respecto al periodo en el que González. A su juicio, tras 25 años de democracia y autonomía, el PSOE está liderado ahora por un político con "sensibilidad, ya que no es madrileño, es un castellano viejo, es un hombre que tiene una sensibilidad también de comunidad".
Poco después llegó el acto electoral en el que González arroparía al candidato. Fue en el pabellón del Polideportivo Club Basquet de L'Hospitalet, ante unas 1.500 personas. Allí, Maragall dijo que una vez que los socialistas "ya hemos pagado el precio de nuestros errores", ha llegado el momento de decir en voz alta que "el socialismo catalán va a poner la primera piedra del cambio general en toda España".
Por su parte, Felipe González apeló a la movilización progresista en apoyo a Maragall, ya que cree necesaria su victoria en Cataluña para empezar a protagonizar un cambio que ponga fin al periodo de gobierno del PP en España. Según el ex presidente del Gobierno, Aznar, a quien ha definido como un político de la "extrema derecha" que "saca pecho imperial", ha logrado en sus ocho años de gobierno "desarticular" a España, provocar su "fractura territorial" y hacer "retroceder seriamente la convivencia" entre los distintos pueblos de España, lo que cree que "costó mucho construir y costará mucho recuperar".
Asumiendo el discurso de Maragall, añadió que "España es una nación de naciones, una realidad plural en ideas y diversa en identidades". González también ha elogiado en su intervención la figura política de Maragall, a quien ha definido como "una gota malaya" que "consigue todo lo que se propone". "Le tengo respeto y un poquito de miedo", ha ironizado, en alusión a su "empeño en construir permanentemente el futuro".