L D (EFE) Este plan, al que tuvo acceso la Cadena COPE, puede ser puesto en marcha o rectificado, según convenga, pero es, por el momento, el único documento que existe sobre la materia.
En el mismo se establecen las medidas de seguridad, el itinerario de la comitiva regia y otros asuntos de interés, según informaron fuentes de la emisora. Según el documento, el Príncipe de Asturias saldría de su residencia en la Zarzuela acompañado de su madre y madrina, la reina doña Sofía y, en coche descubierto si el tiempo y la seguridad lo permiten, accedería por el paseo del Pintor Rosales a la calle de Bailén hasta el Palacio Real.
La novia se vestiría en el Palacio del Senado, en la plaza de la Marina Española, desde donde partiría hacia el Palacio Real, y los novios, con sus respectivos padrinos, entrarían al atrio de la catedral desde la plaza de la Armería.
La novia se vestiría en el Palacio del Senado, en la plaza de la Marina Española, desde donde partiría hacia el Palacio Real, y los novios, con sus respectivos padrinos, entrarían al atrio de la catedral desde la plaza de la Armería.
Un itinerario que podría estar en obras en junio
Una vez celebrada la ceremonia, los novios, en coche descubierto, recorrerían las calles de Bailén y Mayor, para llegar a la Puerta del Sol, seguir por Alcalá, bajar a la Plaza de Cibeles, enfilar en dirección sur por el Paseo del Prado y llegar a la Glorieta del Emperador Carlos V (Atocha), hasta la basílica de Nuestra Señora de Atocha, situada en la Avenida Ciudad de Barcelona. Allí sería donde la novia ofrecería el ramo a la Virgen, siguiendo una tradición y una devoción de las reinas españolas, según informan fuentes de la cadena.
Después, la comitiva volvería al Palacio de Oriente, y se preveían dos itinerarios: Paseo del Prado, Cibeles, Alcalá-Gran Vía, Plaza de España, calle de Bailén o, para hacerlo más amplio, desde Cibeles al Paseo de Recoletos, Plaza de Colón, los bulevares, Paseo del Pintor Rosales y calle de Bailén. Una vez en Palacio, los contrayentes saldrían al balcón para saludar al pueblo de Madrid.
Una vez celebrada la ceremonia, los novios, en coche descubierto, recorrerían las calles de Bailén y Mayor, para llegar a la Puerta del Sol, seguir por Alcalá, bajar a la Plaza de Cibeles, enfilar en dirección sur por el Paseo del Prado y llegar a la Glorieta del Emperador Carlos V (Atocha), hasta la basílica de Nuestra Señora de Atocha, situada en la Avenida Ciudad de Barcelona. Allí sería donde la novia ofrecería el ramo a la Virgen, siguiendo una tradición y una devoción de las reinas españolas, según informan fuentes de la cadena.
Después, la comitiva volvería al Palacio de Oriente, y se preveían dos itinerarios: Paseo del Prado, Cibeles, Alcalá-Gran Vía, Plaza de España, calle de Bailén o, para hacerlo más amplio, desde Cibeles al Paseo de Recoletos, Plaza de Colón, los bulevares, Paseo del Pintor Rosales y calle de Bailén. Una vez en Palacio, los contrayentes saldrían al balcón para saludar al pueblo de Madrid.
Sin embargo este itinerario se puede ver alterado si comienzan las obras previstas por el nuevo alcalde, Alberto Ruiz Gallardón. Estas obras afectan a la práctica totalidad de las calles por las que tenía previsto pasar el cortejo real. Por ello, el Rey ya mostró el pasado miércoles su inquietud a Gallardón, pidiéndole que Madrid estuviera "arreglado", aunque de momento la corporación municipal ha dicho que las obras no se van a paralizar. El Rey también pidió que se instalen pantallas gigantes para que los madrileños puedan ver la boda del Príncipe.
Los empresarios piden que se aplacen las obras
Por otra parte, la Plataforma de Asociaciones del distrito Centro de Madrid, de la que forman parte los empresarios de la Gran Vía, van a solicitar que se aplacen las obras de construcción de la macroestación de Cercanías en Sol hasta después de la celebración de la boda del Príncipe Felipe para que la celebración "mantenga el brillo que merece" y para que el cortejo nupcial pueda pasar "por el sitio más emblemático de la capital de España".
Según la plataforma, "si estas obras van a durar cuatro años, los madrileños podemos aguantar que se alarguen seis meses más y presentar una imagen bella de Madrid, que el día de la boda del Príncipe será el escaparate del mundo".