L D (EFE) La Fundación para la Libertad comenzó este lunes una campaña para impulsar el cambio en el País Vasco a la que desea que se sumen todos los ciudadanos, organizaciones y partidos "que crean en la necesidad de relevar al nacionalismo de la dirección de las instituciones políticas".
La presidenta de la Fundación para la Libertad, Edurne Uriarte, presentó en Vitoria esta iniciativa, que se desarrollará a lo largo de un año y que comenzó con la lectura del manifiesto "Cambiar para la libertad. Un llamamiento a los ciudadanos vascos". La campaña, que se publicitará en los medios de comunicación y a través de correos personalizados, tendrá su próximo acto significativo el día 5 de diciembre con la conferencia "Cambiar para la libertad", en la que se realizará un diagnóstico de la situación en el País Vasco y se aportarán ideas para un proceso de cambio
A la lectura del manifiesto celebrada este lunes en Vitoria acudieron dirigentes políticos como la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, la eurodiputada Rosa Díez, el presidente del grupo parlamentario popular vasco, Jaime Mayor Oreja, y el ex secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo Terreros. El manifiesto elaborado por la Fundación para la Libertad afirma que "no podemos esperar que este cambio sea impulsado únicamente por los partidos políticos, porque requiere igualmente del esfuerzo de toda la sociedad".
En su opinión, la aprobación del Plan Ibarretxe y su presentación ante el Parlamento vasco "sitúan inexorablemente a esta sociedad ante dos opciones políticas opuestas, divergentes y sin posibilidad de conciliación, ya que los nacionalistas no tienen más voluntad de encuentro que entre sí mismos". Añade que "el Plan Ibarretxe margina a la sociedad vasca, margina a quienes no lo comparten, rompe con ocho siglos de historia común con el resto de España, es incompatible con el proyecto de Constitución de la Unión Europea y abre una etapa llena de sombrías expectativas para la economía y el bienestar de la sociedad vasca".
La Fundación defiende en el texto la Constitución y el Estatuto, que "reconocen y garantizan las libertades individuales y la identidad vasca y que aseguran una estabilidad que redundará en beneficio de la economía y el bienestar de la sociedad vasca". Para defender este proyecto, la Fundación manifiesta que "es preciso lograr un relevo en la dirección política de nuestras instituciones", lo que requiere "un cambio electoral, pero también una previa movilización ciudadana en la que participemos todos".
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, afirmó tras el acto que "lo que tenemos que hacer es dejar de ser una excepción y convertirnos sencillamente en un trozo más de la UE, en una parte más de España y de la UE, donde todos los ciudadanos, piensen como piensen, puedan pensar libremente y no por ello estén sometidos a presiones e incluso a riesgos en cuanto a su vida".
El presidente del grupo parlamentario popular vasco, Jaime Mayor Oreja, defendió este tipo de iniciativas que responden a "la gran responsabilidad que tenemos los vascos para que los nacionalistas vascos no continúen haciendo lo que les venga en gana, cuando les da la gana y como les da la gana, que es exactamente eso el Plan Ibarretxe".
La eurodiputada Rosa Díez explicó que lo que Ibarretxe y su Gobierno ponen sobre la mesa "es un intento de chantaje que resulta doblemente inmoral", ya que, añadió, "se hace aprovechándose de la falta de libertad y de la existencia de ETA, muy consciente el Gobierno vasco de que lo tiene que inventar hora para terminar con la democracia antes de que la democracia termine con ETA".
La presidenta de la Fundación para la Libertad, Edurne Uriarte, presentó en Vitoria esta iniciativa, que se desarrollará a lo largo de un año y que comenzó con la lectura del manifiesto "Cambiar para la libertad. Un llamamiento a los ciudadanos vascos". La campaña, que se publicitará en los medios de comunicación y a través de correos personalizados, tendrá su próximo acto significativo el día 5 de diciembre con la conferencia "Cambiar para la libertad", en la que se realizará un diagnóstico de la situación en el País Vasco y se aportarán ideas para un proceso de cambio
A la lectura del manifiesto celebrada este lunes en Vitoria acudieron dirigentes políticos como la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, la eurodiputada Rosa Díez, el presidente del grupo parlamentario popular vasco, Jaime Mayor Oreja, y el ex secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo Terreros. El manifiesto elaborado por la Fundación para la Libertad afirma que "no podemos esperar que este cambio sea impulsado únicamente por los partidos políticos, porque requiere igualmente del esfuerzo de toda la sociedad".
En su opinión, la aprobación del Plan Ibarretxe y su presentación ante el Parlamento vasco "sitúan inexorablemente a esta sociedad ante dos opciones políticas opuestas, divergentes y sin posibilidad de conciliación, ya que los nacionalistas no tienen más voluntad de encuentro que entre sí mismos". Añade que "el Plan Ibarretxe margina a la sociedad vasca, margina a quienes no lo comparten, rompe con ocho siglos de historia común con el resto de España, es incompatible con el proyecto de Constitución de la Unión Europea y abre una etapa llena de sombrías expectativas para la economía y el bienestar de la sociedad vasca".
La Fundación defiende en el texto la Constitución y el Estatuto, que "reconocen y garantizan las libertades individuales y la identidad vasca y que aseguran una estabilidad que redundará en beneficio de la economía y el bienestar de la sociedad vasca". Para defender este proyecto, la Fundación manifiesta que "es preciso lograr un relevo en la dirección política de nuestras instituciones", lo que requiere "un cambio electoral, pero también una previa movilización ciudadana en la que participemos todos".
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, afirmó tras el acto que "lo que tenemos que hacer es dejar de ser una excepción y convertirnos sencillamente en un trozo más de la UE, en una parte más de España y de la UE, donde todos los ciudadanos, piensen como piensen, puedan pensar libremente y no por ello estén sometidos a presiones e incluso a riesgos en cuanto a su vida".
El presidente del grupo parlamentario popular vasco, Jaime Mayor Oreja, defendió este tipo de iniciativas que responden a "la gran responsabilidad que tenemos los vascos para que los nacionalistas vascos no continúen haciendo lo que les venga en gana, cuando les da la gana y como les da la gana, que es exactamente eso el Plan Ibarretxe".
La eurodiputada Rosa Díez explicó que lo que Ibarretxe y su Gobierno ponen sobre la mesa "es un intento de chantaje que resulta doblemente inmoral", ya que, añadió, "se hace aprovechándose de la falta de libertad y de la existencia de ETA, muy consciente el Gobierno vasco de que lo tiene que inventar hora para terminar con la democracia antes de que la democracia termine con ETA".