LD (Agencias) Japón ha decidido suspender temporalmente el despliege de sus contingentes militares en Irak tras el atentado terrorista que sufrió el cuartel de los carabinieri italianos que operan en el sur de aquel país.
Según dijo en rueda de prensa el ministro Secretario y Portavoz del Gabinete, Yasuo Fukuda, el deterioro de la seguridad en Irak no ayuda a que los soldados japoneses vayan a aquel país para realizar tareas de reconstrucción. El Gobierno del primer ministro Junichiro Koizumi esperaba aprobar el plan con los detalles para el despacho del contingente nipón antes de finalizar este año. Fukuda resaltó la necesidad de tomar precauciones antes de tomar una decisión. "Podemos enviar soldados si las circunstancias lo permiten, pero esa no es la situación", afirmó.
El Gobierno de Tokio había seleccionado ya algunas ciudades del sur de Irak que creían seguras para que un primer contingente de 150 militares nipones trabajaran este año en labores humanitarias y de reconstrucción en el país. Este contingente aumentaría el año próximo hasta los 700 soldados. La ciudad de Naseriya, donde esta cuartel de los militares italianos, esta situada a unos 350 kilómetros al sur de Bagdad y a un centenar de kilómetros de Samawa, al parecer la ciudad elegida para el contingente japonés.
Por su parte, las autoridades de Portugal han retrasado el envío de 128 de la Guardia Republicana, que estaban destinados a la base de Nasiriya, aunque el primer ministro, José Manuel Durao Barroso, ratificó el compromiso de la participación de policías lusos en la misión de paz en Irak. Según los planes diseñados por los mandos de Lisboa, para este jueves estaba prevista la partida hacia Irak de un contingente que estarían bajo el mando italiano. Sin embargo, se ha informado de que los agentes permanecerán en la zona de Basora, bajo el mando de los británicos, "hasta que sean creadas las condiciones para su instalación en el área de Nasiriya".