LD (EFE) El principal indicador del mercado español, el Ibex-35, avanzó 35 puntos, un 0,48 por ciento, hasta situarse en los 7.293,80 puntos, con lo que superó en algo menos de dos puntos el anterior máximo, situado en 7.291,70 puntos desde el pasado 3 de septiembre. El Índice General también logró un nuevo máximo anual en 774,11 puntos, tras subir un 0,51 por ciento, mientras que el tecnológico Ibex Nuevo Mercado recuperó un 0,10 por ciento.
En Europa, Fráncfort conseguía un nuevo máximo anual en 3.797,40 puntos, tras ganar un 0,84 por ciento, al igual que Londres, que ganó un 0,51 por ciento y cerró en 4.395,40 puntos y que Milán, con un alza del 0,39 por ciento, hasta 19.891 puntos. París se quedó a menos de tres puntos del máximo (3.453,13), pese a subir un 1,06 por ciento.
La Bolsa española apostó con fuerza por las compras desde el comienzo de la jornada. A su favor jugaron los datos de crecimiento económico del tercer trimestre en Japón, un 0,6 por ciento, y en Italia, un 0,5 por ciento, con lo que la economía italiana abandonaba la recesión. El acelerón inicial se apaciguó, pero el mercado encontró nuevo alimento en los datos del PIB de la zona euro, que aumentó un 0,4 por ciento tercer trimestre, frente a la caída del 0,1 por ciento en el trimestre anterior. Este combustible empujaba la cotización del euro, que tocó el nivel de 1,18 dólares.
Sin embargo, el camino de la recuperación iniciado por la economía europea, que se traducirá en mayores beneficios empresariales, no fue suficiente para que la bolsa se encaramara con comodidad en las alturas. En el mercado existía cierta desconfianza por los altos precios alcanzados a falta de mes y medio para acabar el año. Esta incertidumbre se plasmó en el mercado de deuda, en el que la demanda de los inversores en busca de activos seguros hizo que la rentabilidad de los títulos a largo plazo bajara seis centésimas, hasta el 4,35 por ciento.
Con estos mimbres, el mercado consiguió con dificultades alcanzar un nuevo máximo anual, al que arrimaron el hombro los grandes valores. SCH ganó un 0,71 por ciento; BBVA, un 0,50 por ciento; Telefónica, un 0,37; Iberdrola, un 0,28 y Repsol y Endesa, un 0,07 por ciento. La mayor subida de la Bolsa correspondió a Arcelor, con un alza del 5,29 por ciento, mientras que los planes de negocio de Iberia le concedieron una ganancia del 4,04 por ciento, hasta el máximo histórico de 2,32 euros; Sogecable ganó un 3,69 por ciento y Sacyr, un 2,78 por ciento.
Sólo siete valores del Ibex terminaron con pérdidas: Indra bajó un 1,21 por ciento; Metrovacesa, un 1,13 por ciento; Gamesa, un 1,04; Bankinter, un 0,63 por ciento; Enagás, un 0,25; ACS, un 0,14 y Banco Popular, un 0,07 por ciento.
En Europa, Fráncfort conseguía un nuevo máximo anual en 3.797,40 puntos, tras ganar un 0,84 por ciento, al igual que Londres, que ganó un 0,51 por ciento y cerró en 4.395,40 puntos y que Milán, con un alza del 0,39 por ciento, hasta 19.891 puntos. París se quedó a menos de tres puntos del máximo (3.453,13), pese a subir un 1,06 por ciento.
La Bolsa española apostó con fuerza por las compras desde el comienzo de la jornada. A su favor jugaron los datos de crecimiento económico del tercer trimestre en Japón, un 0,6 por ciento, y en Italia, un 0,5 por ciento, con lo que la economía italiana abandonaba la recesión. El acelerón inicial se apaciguó, pero el mercado encontró nuevo alimento en los datos del PIB de la zona euro, que aumentó un 0,4 por ciento tercer trimestre, frente a la caída del 0,1 por ciento en el trimestre anterior. Este combustible empujaba la cotización del euro, que tocó el nivel de 1,18 dólares.
Sin embargo, el camino de la recuperación iniciado por la economía europea, que se traducirá en mayores beneficios empresariales, no fue suficiente para que la bolsa se encaramara con comodidad en las alturas. En el mercado existía cierta desconfianza por los altos precios alcanzados a falta de mes y medio para acabar el año. Esta incertidumbre se plasmó en el mercado de deuda, en el que la demanda de los inversores en busca de activos seguros hizo que la rentabilidad de los títulos a largo plazo bajara seis centésimas, hasta el 4,35 por ciento.
Con estos mimbres, el mercado consiguió con dificultades alcanzar un nuevo máximo anual, al que arrimaron el hombro los grandes valores. SCH ganó un 0,71 por ciento; BBVA, un 0,50 por ciento; Telefónica, un 0,37; Iberdrola, un 0,28 y Repsol y Endesa, un 0,07 por ciento. La mayor subida de la Bolsa correspondió a Arcelor, con un alza del 5,29 por ciento, mientras que los planes de negocio de Iberia le concedieron una ganancia del 4,04 por ciento, hasta el máximo histórico de 2,32 euros; Sogecable ganó un 3,69 por ciento y Sacyr, un 2,78 por ciento.
Sólo siete valores del Ibex terminaron con pérdidas: Indra bajó un 1,21 por ciento; Metrovacesa, un 1,13 por ciento; Gamesa, un 1,04; Bankinter, un 0,63 por ciento; Enagás, un 0,25; ACS, un 0,14 y Banco Popular, un 0,07 por ciento.