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El plan de paz "alternativo" para Oriente Medio se presentará el 1 de diciembre

El Gobierno de Suiza ha confirmado que el "Acuerdo de Ginebra", el borrador de tratado de paz suscrito el mes pasado por delegados semioficiales palestinos y representantes de la izquierda israelí, será publicado oficialmente el próximo 1 de diciembre. Al acto podrían asistir Nelson Mandela, Jimmy Carter y Bill Clinton, según la prensa helvética.

L D (Agencias) La ceremonia, que estaba prevista para el 4 de noviembre y finalmente se pospuso hasta el 1 de diciembre, tendrá lugar a orillas del lago Leman. En el acto estará presente la ministra suiza de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy-Rey, aunque por el momento no se han cerrado una agenda ni un lugar concretos para el evento, según informó la agencia AFP.
 
El portavoz del ministerio suizo de Exteriores, Alessandro Delprete, insistió en hablar de un "encuentro", más que de firma del acuerdo, dado que el Gobierno israelí afirma que esta iniciativa carece de validez porque no ha sido negociada por miembros del Ejecutivo, sino de la oposición. "Es un encuentro entre las dos partes que quieren reiterar su respaldo al plan de paz que han elaborado", apuntó Delprete en este sentido. Por el momento tampoco se han dado detalles sobre los asistentes al acto. Sin embargo, la prensa suiza afirma que entre los invitados podrían estar el ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, y los estadounidenses Jimmy Carter (Premio Nobel de la Paz 2002) y Bill Clinton, uno de los padrinos tradicionales del proceso de paz en Oriente Medio.
 
¿En qué consiste este plan de paz 'bis'?
 
El "Acuerdo de Ginebra" aborda todas las cuestiones espinosas entre palestinos e israelíes. Entre otros aspectos, prevé el retorno de Israel a sus fronteras de junio de 1967 y la creación de un Estado palestino viable a cambio del cese de las hostilidades. También se permitiría la subsistencia de algunas colonias judías en Cisjordania –que ocuparían el 5 por ciento del territorio– mientras que en la franja de Gaza no se autorizaría el establecimiento de ningún colono judío.
 
Además, Jerusalén se convertiría en capital de los dos Estados: la parte oriental sería para los palestinos y la occidental para los israelíes. Israel controlaría el Muro de las Lamentaciones, mientras que el Estado palestino ejercería su soberanía sobre la explanada de la mezquita de Omar. A cambio de la partición de Jerusalén, los palestinos renunciarían, aunque no de manera expresa, al derecho al retorno de los refugiados que huyeron o fueron expulsados de sus tierras entre 1948, año de la creación de Israel, y 1967.
 
Con todo, algunos millares de refugiados podrían reinstalarse en el Estado hebreo en el marco de una política de reunificación familiar, según el plan, que prevé también el intercambio de territorios entre Israel y el futuro Estado palestino.

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