L D (EFE) El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó este viernes el encarcelamiento de otros 4 de los 14 detenidos (ya son 8) en la última operación contra ETA, varios de los cuales revelaron haber mantenido contactos recientes con el dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, "Susper", tras su fuga de una comisaría francesa.
Según el auto del juez instructor, "Susper", detenido en Francia el 19 de diciembre de 2002, aunque se fugó de la comisaría de Bayona dos días después, seguía este pasado verano ejerciendo labores de dirección en la banda, ya que en junio una persona no identificada entregó a otra de las detenidas que han ingresado en prisión, Regina Maiztegi, una carta manuscrita "conminándola" a acudir a una cita. En esa reunión, "Susper" entregó a Maiztegi una de las tres cartas dirigidas a personas que iban "a liberarse" (integrarse en los grupos operativos de ETA) y que la ahora detenida debía entregar a un varón en Pamplona, a la camarera de un bar de la Parte Vieja donostiarra y en una radio local de Guernica (Vizcaya).
Maiztegi, que entregó las dos últimas, pero no la primera, había aceptado en su primera cita con "Susper" colaborar con ETA en tareas de captación y "suministrar información" sobre el Ayuntamiento de Soraluze, en el que trabajaba, por lo que se sospecha que los datos sobre un concejal del PP y una edil del PSE intervenidos al grupo "Aranba" de ETA en octubre de 2001 fueron facilitados por ella. Los contactos de Fernández Iradi tras su fuga no se limitan a Maiztegi, según Garzón, ya que éste afirma que el dirigente etarra se encontró con el también detenido Xabier Otaegi, que había accedido "a realizar labores de correo entre Susper y su familia", al que contó "cómo se escapó de la comisaría de Bayona y le tranquilizó diciéndole que se encontraba perfectamente".
Otros cuatro de los detenidos ingresan en prisión
Según el auto del juez instructor, "Susper", detenido en Francia el 19 de diciembre de 2002, aunque se fugó de la comisaría de Bayona dos días después, seguía este pasado verano ejerciendo labores de dirección en la banda, ya que en junio una persona no identificada entregó a otra de las detenidas que han ingresado en prisión, Regina Maiztegi, una carta manuscrita "conminándola" a acudir a una cita. En esa reunión, "Susper" entregó a Maiztegi una de las tres cartas dirigidas a personas que iban "a liberarse" (integrarse en los grupos operativos de ETA) y que la ahora detenida debía entregar a un varón en Pamplona, a la camarera de un bar de la Parte Vieja donostiarra y en una radio local de Guernica (Vizcaya).
Maiztegi, que entregó las dos últimas, pero no la primera, había aceptado en su primera cita con "Susper" colaborar con ETA en tareas de captación y "suministrar información" sobre el Ayuntamiento de Soraluze, en el que trabajaba, por lo que se sospecha que los datos sobre un concejal del PP y una edil del PSE intervenidos al grupo "Aranba" de ETA en octubre de 2001 fueron facilitados por ella. Los contactos de Fernández Iradi tras su fuga no se limitan a Maiztegi, según Garzón, ya que éste afirma que el dirigente etarra se encontró con el también detenido Xabier Otaegi, que había accedido "a realizar labores de correo entre Susper y su familia", al que contó "cómo se escapó de la comisaría de Bayona y le tranquilizó diciéndole que se encontraba perfectamente".
Otros cuatro de los detenidos ingresan en prisión
Además de Otaegi y Maiztegi, este viernes ingresaron en prisión Eneko Gorostidi, que recabó datos sobre ertzainas de la localidad de Villabona, en la que reside; y Zugaitz Izagirre, presunto miembro del grupo "Ezkur", al que se atribuyen varios actos de sabotaje contra batzokis del PNV, furgonetas y locales de Telefónica, cajeros automáticos, juzgados y vehículos de ertzainas.
Por otra parte, Garzón acordó dejar en libertad a Rubén Gelbenzu, a pesar de que en el auto notificado se le considera integrado en el grupo "Basajaun" de ETA, "autor de acciones terroristas, fundamentalmente en Navarra"; y a Gaizka García, al que se imputan media docena de sabotajes cometidos junto a Izagirre en la zona de Oiartzun entre 1996 y 1998. Fuentes jurídicas consultadas por EFE explicaron que el fiscal no pidió el ingreso en prisión de ninguno de los dos porque la prueba de la vinculación de Gelbenzu a ETA se limita a una anotación intervenida al etarra Juan Antonio Olarra Guridi, mientras que García se ve favorecido por la legislación vigente en el momento de los hechos, que los calificaba como daños y no terrorismo. Además, García, del que se informó erróneamente que había quedado en libertad antes de pasar a disposición judicial, era menor de edad cuando intervino en esas acciones de violencia callejera.
Además, el juez ordena en su resolución la busca y captura internacional , a efectos de extradición, de Jon Lizarribar Lasarte -presunto integrante, junto a Rubén Gelbenzu, del "comando Basajaun" de ETA- y de Egoitz Arabolaza Telletxea -supuesto miembro, junto a Zugaitz Izagirre, del "comando Ezkur" de la banda terrorista-.