L D (Agencias) La inteligencia obtenida a raíz de la captura de Sadam Husein está dando sus frutos, informa el Pentágono a través de Internet.
Según Martín E. Dempsey, General de Brigada del Ejército estadounidense y comandante de la Primera División Acorazada, los documentos que se le incautaron a Sadam han facilitado las últimas operaciones antiterroristas en la capital iraquí.
El General Dempsey ha explicado que su Brigada ha atacado a células formadas por importantes miembros del antiguo régimen y han permitido llevar a cabo destacados avances contra la red financiera que apoya a estos grupos terroristas. "Lo que ha revelado la captura de Sadam –ha dicho Dempsey– es la estructura que se superpone sobre las distintas células" terroristas, lo que ha permitido al Ejército estadounidense saber "cómo se financian dichas células y cómo reciben órdenes", añadió el General.
Decenas de detenciones en Samarra
En declaraciones a la CNN, Dempsey ha añadido que los terroristas "obviamente mantenían a Sadam informado de sus actividades ante la posibilidad de que algún día volviera a estar al frente". Demsey ha explicado que los documentos han permitido la detención de algunos dirigentes del partido Baaz que manejaban la financiación de algunas de las células más activas, en especial en Bagdad. Además, al parecer, la información habría permitido la detención de un importante miembro del régimen de Sadam en la localidad de Samarra, unos 40 kilómetros al sur de Tikrit, en una redada que se habría saldado con 74 detenciones.
Entre las 500 páginas manuscritas que se le han encontrado a Sadam hay incluso detalles sobre las reuniones que habría mantenido con diferentes líderes de la llamada "resistencia". Los primeros análisis de esas páginas han llevado a pensar a los servicios secretos que Sadam estaba en contacto continuo, por medio de mensajeros, con los líderes de estos grupos terrroristas, especialmente con el número dos en la lista de los más buscados, el dirigente baazista Izat Ibrahim Al Duri, lo que lleva a sospechar que su detención puede estar más que próxima.
La CIA se ocupa del interrogatorio
Desde Washington, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ha explicado que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tiene "la responsabilidad de los interrogatorios y de la información" que pueda resultar de los mismos. Además, los abogados del Pentágono examinan "muy cuidadosamente" si finalmente se adjudica a Sadam Husein el estatus de prisionero de guerra, algo que le conferiría ciertos privilegios a la hora de ser interrogado. La Convención de Ginebra estipula que no se puede obligar a un prisionero de guerra a declarar nada más que su nombre y rango.
Pero de momento, al menos por lo que se sabe hasta ahora, parece que los interrogatorios tampoco están dando mucho de sí. Sadam contesta a lo que le preguntan, pero de manera displicente, cuando no directamente sarcástica, y sin fondo. Los primeros interrogatorios se han concentrado en obtener la máxima información posible en torno a las redes terroristas que actúan contra las tropas de la Coalición, que se han cobrado hasta ahora la vida de 198 soldados desde el fin de la guerra, el pasado 1 de mayo. Pero Sadam se ha limitado a negar que desempeñara papel alguno en la dirección de los terroristas o que hubiera cometido algún tipo de crímenes de guerra.
Ya lo dijo Bush, Sadam no es de fiar
Ya lo dijo el lunes el presidente de EEUU, George W. Bush, cuando se declaró "escéptico" ante cualquier información procedente de Sadam Husein. "Es el tipo de persona de la que uno no se puede fiar y yo tendría mucho cuidado a la hora de fiarme de su palabra, diga lo que diga", afirmó Bush. De momento, a los mandos estadounidenses no les cabe duda de que, aunque el ex dirigente no fuera el "cerebro" de los atentados en Irak, sí mantenía algún tipo de liderazgo moral y financiero. En el momento de su detención, el ex presidente iraquí tenía en su poder 750.000 dólares en efectivo, que, según los servicios secretos, podrían servir para sufragar actividades terroristas o para facilitar su huida si tenía que hacerlo.