Real Sociedad y Espanyol, eliminados en dieciseisavos de final de la Copa del Rey

Así, Mel trastocó sus planes y buscó soluciones de urgencia tras introducir en la alineación inicial a tres centrales. El delantero Kiko sustituyó a Ochoa con el fin de buscar mayor mordiente en ataque. No obstante, la Real mantuvo la compostura defensiva en la primera mitad y juntó mucho sus líneas para evitar cualquier susto en las cercanías de su portería. La segunda mitad discurrió por distintos derroteros, con un Alavés mucho más incisivo en ataque con la entrada de Quique de Lucas y que embotelló en su área a un rival que perdió el norte, renunció al ataque de forma descarada y pagó caro su osadía de pertrecharse atrás sobre la portería de Alberto.

El duelo se convirtió entonces en un monólogo albiazul. El Alavés intensificó su dominio con la presencia de Iván Alonso en los últimos veinte minutos, mientras los visitantes reculaban hacia atrás. Tanto fue el cántaro a la fuente que el cuadro de Pepe Mel recogió sus frutos en la recta final. En apenas tres minutos, los que transcurrieron entre los minutos 81 y 84, los albiazules voltearon la eliminatoria con dos goles casi consecutivos de Rubén Navarro y Kiko, este último tras una gran jugada de tiralíneas con Téllez y Magno. Incluso pudo lograr un tercero si Alberto no hubiera detenido una pena máxima a Rubén a dos minutos para el final.

 

 

 

El Celta ha tenido que esperar hasta la prolongación para ganarse un resultado cómodo después de que el Espanyol dominara y pusiera en peligro la meta céltica durante buena parte del segundo tiempo. Ambos equipos comenzaron bastante fríos, sin un claro controlador del juego, aunque la primera oportunidad llegó para el Espanyol en un balón cruzado al área pequeña sin encontrar rematador. Los vigueses se iban haciendo con el control poco a poco, amparados en un rival que parecía bastante desmotivado, con la cabeza en otro sitio.

La cabeza que sí puso adecuadamente el central Sergio en el minuto 22 con un remate al ángulo que salvó un defensor catalán sobre la misma línea de gol con la ayuda del travesaño. El Celta estaba siendo mejor sin apenas esfuerzo y el premio no tardó demasiado en llegar. Un balón robado en la medular pasó por varios pies de jugadores para acabar en los de Jandro, que agarró un disparo sesgado fuera del alcance de Lemmens. La segunda parte fue otra cosa. El Espanyol salió enrabietado para mejorar su suerte y al Celta empezaba a tener dificultades. Los de Montjuic estuvieron cerca del empate en un balón desde la banda que se paseó por el área pequeña y, después de varios rebotes, fue empujado por Bobson hacia portería para lucimiento de Pinto.

 

El Espanyol se acercaba y logró el objetivo en un libre directo en que la barrera no recibiría un premio por su buena colocación, sin quitar por ello mérito al excelente toque de Alex. Pero la alegría duró poco demasiado porque el Celta marcó el 2-1 por medio un Jesuli que se fabricó espacio entre tres defensores y sacó un disparo seco que entró como un tiro en la meta visitante. Parecía todo casi decidido y así fue, con el intervalo de un susto para los célticos en un penalti señalado por Mejuto González por agarrón de Méndez, anulado por una previa posición ilegal de uno de los delanteros implicados en la acción. Milosevic remató la faena casi sobre el pitido final.

 

 

 

Fernando Torres ha dado una victoria agónica al Atlético de Madrid ante la Cultural Leonesa, que mantuvo viva la eliminatoria durante 87 minutos en los que tuteó e incluso superó en algunas fases al equipo de Gregorio Manzano. El equipo leonés derrochó ganas desde el primer minuto de partido, presionó en su propio campo al Atlético y no tardó en ponerle contra las cuerdas. El equipo rojiblanco se desperezó con el paso de los minutos, pero no se acercó con peligro a la portería de Rafa durante la primera media hora de juego. Luego, diez minutos frenéticos con sucesión de ocasiones de gol en ambas porterías.

Primero fue Rafa quien hizo gala de sus reflejos tras un rechace de Ivo, a continuación José Vega envió un disparo al lateral de la red con todo a su favor y contestó Nano con un remate dentro del área que rozó al guardameta local para desviarlo al larguero. La Cultural se convenció definitivamente de que podía tumbar al Atlético, que pudo dar incluso por bueno el empate sin goles con que se llegó al descanso.

La entrada en la segunda parte del argentino Ibagaza dio más profundidad y llegada al equipo de Manzano, que poco a poco se adueñó del partido y disfrutó de una inmejorable oportunidad en el minuto 48, tras un envío de Ibagaza a Torres que el delantero madrileño culminó con un remate a un poste. Mediado el segundo período, el partido era un ir y venir de una portería a otra, pero sin demasiados apuros en defensa para el equipo local. El encuentro parecía destinado a la prórroga cuando Fernando Torres aprovechó el único error de Rafa para empujar el balón a la red. En los instantes finales se estropeó el espectáculo por culpa de los incidentes protagonizados en las gradas por un grupo de aficionados atléticos que se enfrentó a las fuerzas del orden, y por la expulsión del centrocampista local Mario.

 

 

El Villarreal ha logra el pase a octavos con la ley del mínimo esfuerzo, pues ha aprovechado una de sus escasas ocasiones de anotar ante el colista de Segunda División. En el primer tiempo fue el Algeciras el que puso la ilusión, las ganas y la fuerza, mientras que los visitantes exhibían su mayor calidad. Un solo disparo a puerta -prácticamente el único en este período- le sirvió al equipo visitante para ponerse por delante en el marcador. Riquelme sacó una falta al punto de penalti en el minuto 23 y el cabezazo de Ballesteros fue demasiado para Iñaki, que no pudo evitar el gol.

El cuadro albirrojo pudo adelantarse anteriormente hasta en tres ocasiones, que tuvieron como protagonistas a Castillo y Armentano. Un córner sacado por los propietarios del campo en el 22 dio lugar a la mejor oportunidad de los algeciristas. El balón se paseó por la línea de gol sin que nadie rematara ni despejara. El comienzo del segundo tiempo fue exactamente igual que el primero. Los locales dominaban a base de garra y el cuadro de Benito Floro se limitaba a ver cómo su rival se dejaba la vida en cada balón y a parar con falta cada ataque albirrojo. Las ocasiones, no demasiado claras, siempre fueron para el equipo del Nuevo Mirador, cada vez más desesperado al no encontrar el gol.

El Villarreal tuvo una inmejorable ocasión en el minuto 60 cuando el guardameta Iñaki salió a por uvas en un balón largo que había recibido José Mari. El futbolista sevillano intentó algo parecido a una vaselina, pero el balón se marchó fuera. El mismo futbolista disparó al palo tres minutos más tarde tras una jugada precedida de mano que Carmona Méndez ignoró. Los últimos minutos fueron de constantes ataques algeciristas. El Villarreal se dedicó a lo mismo, la vida contemplativa. Pero ahí se apreció la diferencia entre los dos equipos, pues mientras el colista de Segunda necesita llegar en numerosas ocasiones para marcar, un conjunto de la talla del amarillo, sólo una.