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Giscard pide ahora a España que presente alternativas a la Constitución europea

Valery Giscard D'Estaing, que presidió la Convención europea que redactó el proyecto de Constitución de la UE, ha declarado que a España y Polonia les corresponde presentar alternativas tras rechazar en Bruselas el sistema de "doble mayoría", que articulaba el nuevo reparto de poder en la Unión.

L D (EFE) "La regla de voto que la Constitución establezca debe reposar sobre dos principios: la igualdad de derechos de los ciudadanos y la protección de los derechos de los Estados", dijo Giscard en rueda de prensa.

El sistema de "doble mayoría" propuesto en el borrador de Constitución que elaboró la Convención (mayoría de estados que representen el 60% de la población de la Unión) "responde a esos principios", añadió, para subrayar a continuación que "habrá que esperar a que quienes cuestionan la Constitución propongan, si así lo desean, otra fórmula que sea igualmente respetuosa de esos principios", dijo.
 
Mejor será retrasarlo a 2005
 
Giscard recomendó a los gobiernos que dejen pasar las citas electorales de 2004 y la renovación de la Comisión Europea antes de volver a intentar un acuerdo sobre la Carta Magna. "Un segundo fracaso sería muy grave para la construcción europea", aseguró Giscard, que dibujó como horizonte más factible para reanudar la Conferencia intergubernamental (CIG) "finales de 2004 o principios de 2005".

"La construcción europea", recordó, "es una obra de larga duración que reposa en la experiencia" y "la experiencia demostrará que las instituciones de Niza no son adecuadas para la Europa futura". Giscard recomendó, pues, "prudencia" y aguardar "hasta que una iniciativa surja que permita avanzar" en las dos grandes dificultades en las que tropezó la CIG, el sistema de voto y el tamaño de la Comisión Europea.
 
Augura el fracaso del Tratado de Niza
 
"Nuestra recomendación es que volvamos tranquilamente y sin precipitación al proyecto de Constitución. Estamos convencidos de que al final será adoptado, cuando la experiencia haya demostrado a todo el mundo que las instituciones del Tratado de Niza no proporcionan un marco satisfactorio para el buen funcionamiento de una Europa a 25 ó 27", subrayó Giscard. Entretando, deberá "madurar" -"lo que no quiere decir pudrirse"-, la solución a esas dos grandes dificultades (votos y comisarios).

A los países que, como España, obtuvieron "un resultado ventajoso en Niza, debido a su diplomacia, y desean conservarlo", Giscard les señaló que "hay una diferencia entre el Tratado de Niza y la Constitución". "Niza es un tratado de transición que estuvo destinado, y lo dice literalmente su texto, a 'permitir' la ampliación". Por el contrario, continuó Giscard, la Constitución es "un documento a largo plazo, llamado a durar".
 
Lo que Giscard no explicó en esta conferencia de prensa celebrada en Bruselas es que, cuando se le pidió que presidiera la Convención, en ningún momento tuvo un mandato concreto para promover una nueva reponderación del sistema de voto en la Unión Europea, aunque lo hizo a través de la nueva Constitución para intentar que Francia y Alemania, los países más poblados de Europa, pasaran a ser las naciones con más peso en los mecanismos de decisión en la UE a 25 miembros.

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