(Libertad Digital) Los dos miembros de ETA detenidos el día de Nochebuena en San Sebastián y Hernani (Guipúzcoa) querían cometer una masacre en Madrid y, además, extender la sensación de pánico con otros dos atentados menores en sendas vías férreas de Aragón.
Según informa la agencia Europa Press, los dos etarras habrían confesado a la Policía que también colocaron el artefacto que explotó el martes por la noche, víspera de Nochebuena, en el kilómetro 33,640 de la línea férrea Zaragoza-Alsasua (en el término municipal zaragozano de Luceni).
Asimismo, según ha informado Radio Nacional, los terroristas habrían colocado otro artefacto en la vía férrea de Zaragoza a Barcelona. Al parecer, la Policía no había tenido noticia de esta segunda bomba hasta que los etarras lo han confesado durante los interrogatorios.
La Policía evita una masacre en Madrid
No obstante, la actuación más "macabra" que pretendían cometer estos dos individuos era la que se iba a producir en Madrid el día de Nochebuena. Como dijo en rueda de prensa el ministro del Interior, Ángel Acebes, los criminales de ETA pretendían que "el día de Nochebuena, en una estación como Chamartín, a las cuatro de la tarde, llena de viajeros, se produjese la explosión". "El Cuerpo Nacional de Policía, con esta actuación, ha salvado una trágica consecuencia de la acción terrorista de la banda ETA", añadió el ministro.
Ángel Acebes manifestó también su satisfacción por el trabajo de los agentes ante las "dificultades de una acción de este tipo", en la que dos miembros "legales" (no fichados) de ETA querían cometer una matanza en Madrid enviando sus bombas listas para explotar. El ministro subrayó la "diligencia, eficacia, preparación y profesionalidad" de los agentes al referirse a la operación desarrollada: una "acción preventiva", dijo, porque se ha conseguido evitar el atentado "antes de su comisión", afirmó.
Una perfecta operación policial
En la rueda de prensa celebrada el día de Nochebuena, el ministro Acebes hizo un pormenorizado relato de los hechos. El primer detenido, Garikoitz Arruarte, fue arrestado en San Sebastián "antes de conseguir su objetivo" de introducir en el tren una maleta cargada con 28 kilos de dinamita tipo Titadine. Además de la maleta, equipada con un temporizador, el detenido llevaba consigo una pistola y el billete de tren, el Intercity entre Irún y Madrid, que tenía previsto llegar a la capital de España a las 15.12 horas de la tarde. Dentro de la maleta, Arruarte llevaba una peluca y ropa de camuflaje, según dijo el Ministro, posiblemente para disfrazarse tras dejar la bomba conectada dentro del tren y apearse.